Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
DINAR LINEAS AEREAS

HAY SORPRESAS EN EL DEMORADO PAQUETE QUE ANUNCIARÁ EL GOBIERNO
En la galera espera la reestructuración

El paquete incluirá el plan social, un salvataje financiero para las empresas y si es posible el acuerdo con los gobernadores. Pero el plato fuerte será el anuncio de la reestructuración de la deuda, que se presentará �voluntario� pero que, en la práctica, será �compulsivo�.

Por David Cufré

Ya se lo conoce como el Plan Alais, por aquel general que nunca llegaba. El Gobierno intentaría despegarse de ese mote dando a conocer hoy, finalmente, el paquete de medidas económicas y sociales. Ayer, cuando ya había finalizado otra jornada caótica en los mercados, con el riesgo país batiendo su enésimo record, Fernando de la Rúa revisaba los últimos (¿?) retoques del programa. El acento estará puesto en generar condiciones para la reactivación de la economía, y en la presentación de un nuevo plan de asistencia social. Una de las medidas que más entusiasma en la Casa Rosada es la que apunta a rescatar a las empresas de su ahogo financiero, con una refinanciación de sus deudas tributarias, previsionales y con los bancos. Y los funcionarios mencionaban anoche que habrá “una sorpresa”. Según pudo averiguar Página/12, esa “sorpresa” será la reestructuración global de la deuda.
El Gobierno evitará hacer mención a expresiones como ajuste, recorte de gastos o descuentos, aunque de hecho los habrá porque se mantiene la política del Déficit Cero. Otra vez, un aspecto clave de los anuncios estará condicionado a las negociaciones con los gobernadores, con quienes se buscará llegar hoy a un acuerdo. Si prosperan las gestiones en esa dirección, se comunicará el canje de deuda local. Y Domingo Cavallo dirá que se avanza en la reestructuración de la deuda con acreedores extranjeros. En la city sostienen que el canje será “cuasi forzoso”, o, lo que es lo mismo, una virtual declaración de default.
Las cosas están más o menos igual que la semana pasada, sólo que la imprudencia o la jugada de Cavallo –según quién lo interprete– de anunciar una reprogramación total de la deuda aceleró los tiempos. La disparada del riesgo país a la estratosfera –ayer cerró en 2043 puntos– fuerza al Gobierno a apurar las decisiones. Sobre todo, porque comienza a verificarse una nueva estampida de ahorristas. La anterior corrida contra los depósitos se frenó, no sin esfuerzo, gracias al socorro del Fondo Monetario Internacional. Ahora, se ha reiniciado la fuga (ver aparte) Cavallo sabe que si no corta rápido la histeria financiera, el final de su gestión estará cerca.
Por eso, aunque fue el ministro de Economía quien estropeó las negociaciones con los gobernadores, ahora espera que De la Rúa consiga sellar un acuerdo hoy mismo. Su esperanza radica en que el ahogo fiscal de las provincias obligará a los gobernadores a aceptar condiciones que rechazaban la semana pasada. “Mañana (por hoy) es 31 y muchas provincias no tienen con qué pagar los sueldos”, mencionó a este diario un operador muy cercano al jefe de Hacienda. Pero Cavallo también está apurado por la firma del nuevo Pacto Fiscal porque el FMI se lo exige. El respaldo del organismo de crédito y de los Estados Unidos depende de que, primero, el Gobierno cierre el frente interno.
Cavallo quiere el acuerdo con los gobernadores para realizar el canje de deuda local. Y para decir que avanza con el internacional, en condiciones similares al pactado con bancos y AFJP. En la city se entiende que esas operaciones tienen el carácter de “compulsivo”. Especialmente, el canje internacional. El Gobierno ofrecería un bono a una tasa del 7 por ciento, que se entregaría a cambio del resto de los títulos públicos. Para el mercado eso es inaceptable. De ahí que la calificadora Standard & Poor’s le haya bajado ayer la nota a la Argentina, a un nivel que refleja que el país está prácticamente en default.
“Todos reclamaban la reprogramación de la deuda, y sobre eso estamos trabajando”, subrayó ayer De la Rúa. Pero de inmediato dijo que deseaba
“reafirmar muy claramente que no hay nada forzado ni coercitivo, sino que será absolutamente voluntario, como corresponde por la seguridad jurídica que impera en el país y que ratifico en este momento”. Sin embargo, para la city no será tan voluntario. Se especula que los anuncios que pueda llegar a hacer hoy Cavallo dejen entrever la condición de un canje forzoso. Pero mientras esos temas quedaron para seguir resolviéndose hoy, el Gobierno espera responder a las expectativas con el anuncio de otras medidas económicas y sociales. La flamante ministra de Seguridad Social, Patricia Bullrich, presentará un programa con asignaciones universales por hijo de 30 pesos, un subsidio a la vejez y becas para estudiantes, entre otras medidas (ver página 2). En materia económica, uno de los principales anuncios de Cavallo será la refinanciación global de las deudas empresarias. En concreto, habrá un mecanismo para que el sector privado tenga la posibilidad de recomponer su situación con la DGI, con la Anses y, también, con los bancos. Esto último es lo más impactante. El Banco Central emitiría una resolución para dar la facultad a los bancos de renegociar empresa por empresa, buscando arreglar la situación con cada una.
La idea de Economía consiste en “limpiar” el pasado moroso de las empresas, tanto con el fisco como con los bancos, para que tengan la posibilidad de reinsertarse en el circuito blanco y de acceder a financiamiento. El Banco Central flexibilizaría los requisitos que deben cumplir las entidades financieras. La Unión Industrial Argentina y varias entidades agropecuarias vienen reclamando un plan de refinanciamiento como el que se daría a conocer hoy, por lo que el Gobierno espera un fuerte respaldo de los sectores empresarios. Economía anunciaría otras medidas para reactivar la producción y el consumo. Respecto a esto último, se reintegraría el 3 por ciento a los que compren con tarjeta de crédito. Entre los anuncios de medidas, las negociaciones con los gobernadores y la eventual difusión de las condiciones de la reestructuración de la deuda, se espera que hoy sea un día decisivo. Pero, claro, todo depende de De la Rúa.

 

El ombligo del mundo

Los principales diarios del mundo reflejaron ayer la crisis económica por la que atraviesa la Argentina. The New York Times, en una columna firmada por Jonathan Fuerbringer, titula que “Argentina podría reestructurar su deuda. Riesgo de default”. El artículo registra la baja en las acciones “después que el ministro de Economía (Domingo Cavallo) indicó que quiso reestructurar voluntariamente la deuda pública, incluyendo la que tiene como dueños a extranjeros”. De esta manera “reconoció cuánto más seria es la crisis financiera del país”. En el británico The Times, Nick Hasell sostuvo que “los mercados financieros alrededor del mundo miraban nerviosos a Buenos Aires” después de que el gobierno de Argentina retrasara la revelación de un nuevo programa económico. “Las afirmaciones de Fernando de la Rúa de que el país mantendría los pagos de la deuda hicieron poco para calmar los miedos intensos de un mercado ante un default inminente”, apuntó. En tanto, El País de España destacó “la creciente incertidumbre en Argentina, donde ha aumentado el riesgo del impago de la deuda pública en los últimos días” y “ha afectado a los valores con inversiones en la región”.

 

EXPLICACION DEL PRESIDENTE A LA TROPA PROPIA EN OLIVOS
Para Alfonsín no todas fueron Rozas

Por Fernando Cibeira y José Natanson
“Es una improvisación.” Así definió anoche Raúl Alfonsín el paquete de medidas que anunciará hoy el Gobierno. Un rato antes, en una reunión junto a gobernadores aliancistas en Olivos, Fernando de la Rúa había detallado el paquete: incluirá un canje de la deuda en sus tramos locales, y un anuncio sobre un avance concreto en las negociaciones con los organismos internacionales para renegociar la parte externa. Además de algunas medidas atractivas, como el archianunciado subsidio que pilotea Patricia Bullrich. El paquete incluiría una serie de restricciones en las que De la Rúa no quiso abundar. Fue al final de una nueva jornada de mercados alterados.
Alfonsín llegó acompañado de sus economistas de cabecera, Mario Brodersohn y Juan Vital Sourrouille. Lo esperaban De la Rúa y los gobernadores, quienes se habían escapado un rato del maratón de reuniones junto a sus colegas del PJ en el CFI. “Siempre dice que no lo consultamos. Por eso esta vez quisimos avisarle”, explicaba un funcionario.
La reunión giró en torno del conjunto de iniciativas que el Gobierno presentaría hoy, seguramente con un discurso televisivo del Presidente. Según comentó uno de los participantes, De la Rúa informó que el eje del paquete es un canje de la deuda: hoy anunciará que está asegurado el canje del tramo local de la deuda pública poniendo la recaudación como garantía, y que hay negociaciones avanzadas con el Banco Mundial y los organismos internacionales para que adelanten fondos que funcionarán como garantía del canje a nivel internacional. El resto del paquete incluye el subsidio para sectores de menores recursos que prepara la ministra de Seguridad Social y otras iniciativas que ya trascendieron como un plan de salvataje para empresas quebradas.
El tono, casi siempre cordial, se elevó en dos ocasiones: cuando Alfonsín quiso saber si se incluirían ajustes o recortes, a lo que De la Rúa respondió con evasivas y cuando los gobernadores del Chaco, Angel Rozas, y de Mendoza, Roberto Iglesias, manifestaron su disconformidad por la oferta del Gobierno en la negociación con las provincias. Le dijeron al Presidente que no podían aceptarla ni siquiera ellos, que son oficialistas.
Concluida la reunión, Alfonsín prefirió no formular declaraciones, por lo que el vocero oficial Juan Pablo Baylac aprovechó para asegurar que había manifestado su “apoyo” al paquete. Sin embargo, Rozas informó que el panorama no daba para visiones optimistas. “No voy a decir que vienen bondades. La situación es dificultosa para todos”, aseguró el chaqueño.
Mientras, Alfonsín oscilaba entre la sorpresa y el enojo. Según comentó a un puñado de dirigentes que lo aguardaban en su departamento, su impresión fue que De la Rúa había “improvisado” el paquete sobre la marcha y que ni siquiera estaba muy enterado de los detalles, por lo que les quedó claro que el cien por cien de las medidas sólo lo conocía Domingo Cavallo.
Fue, otra vez, la conclusión de un día caótico. En realidad, había comenzado en la noche del lunes, cuando el nuevo gabinete mantuvo su primera reunión en Olivos. Lejos de la formalidad de antes, los funcionarios cenaron ravioles con pollo y escucharon un largo informe de Cavallo con el detalle de las medidas económicas que se anunciará hoy. Por la mañana, De la Rúa decidió suspender el encuentro de Gabinete -que en verdad se había hecho ayer– y se quedó en Olivos. Se escapó sólo un rato, para una reunión agendada con el canciller ecuatoriano en la Rosada, y para visitar a su hija Agustina en una clínica de Barrio Norte, donde se encuentra internada por una leve afección.
Después volvió a la Quinta, donde siguió de cerca los contactos que ensayaban sus funcionarios: con las autoridades de las dos CGT, conquienes se reuniría hoy; con algunos dirigentes radicales y, sobre todo, con el peronismo: fuentes del Gobierno aseguraron que uno de los consultados fue Carlos Corach a quien el propio Presidente llamó por teléfono, aunque el senador después lo desmintió.
El otro escenario era el departamento de Raúl Alfonsín. Desde temprano desfilaron dirigentes: Federico Storani, Rodolfo Terragno, Leopoldo Moreau fueron sólo algunos de los radicales que pasaron. En general, el clima era de expectativa, más bien pesimista: pocos creían que el paquete incluiría buenas noticias.

 

Plan Social con becas, subsidios
y asignaciones familiares por hijo

Por Cledis Candelaresi

Los frecuentes contactos que durante el día tuvieron la flamante ministra de Seguridad Social, Patricia Bullrich, y el ministro de Economía, Domingo Cavallo, permitieron darle las puntadas finales al plan social del Gobierno. La propuesta, en la que tendrán competencia directa ambas carteras, permitiría distribuir 2300 millones de pesos entre cuatro categorías de beneficiarios: menores de hasta 14 años, estudiantes secundarios hasta 17, ancianos de más de 75 años y desocupados. El proyecto oficial consagra el criterio de centralizar el asistencialismo en una única mano –presuntamente, la de la ministra–, y deja sin sentido al Ministerio de Desarrollo Social, que ya tendría sentencia de muerte.
El desafío para Bullrich es terminar esta gestión con un resultado no tan desalentador como el culminado en Trabajo, aunque ella lo siente como un éxito y que será recordada en la historia: la tasa de desocupación que se conocerá en diciembre superaría el record histórico del 18,4 por ciento. La tarea, ahora, es no terminar su actual misión con niveles de pobreza record.
El nuevo programa de subvenciones a jóvenes y ancianos será administrado por la Agencia Social que, junto a la Secretaría de Seguridad Social, es otra pata de la recién creado ministerio. “Desarrollo Social se fusionará con la Agencia”, sentenció Bullrich ante una consulta de este diario sobre el incierto futuro del ministerio asignado a Daniel Sartor, tras la renuncia del frepasista Juan Pablo Cafiero.
Lo que aún no está claro es en qué medida esa fusión dejaría dependencias y, por consiguiente, personal ocioso, así como qué ocurriría con los programas específicos que hoy maneja. Si bien el gobierno eludirá el anuncio de cualquier programa de ajuste, en particular con inclusión de despidos, es presumible que algunas dependencias pierdan sentido con aquella absorción, políticamente controvertida. Pero más allá de los detalles del nuevo organigrama, el gabinete trabajó ayer sobre un plan con las siguientes pautas generales:
u Asignación familiar para todos los menores de 14 años de aquellos hogares cuyos ingresos totales sean menores a 1000 pesos mensuales, sea cual fuere la categoría del empleo, en blanco o en negro. El beneficio se extendería a 4,3 millones de niños, en función de un criterio diferente al actual: hoy la asignación corresponde a salarios individuales de hasta 1500 pesos mensuales, pero sólo de trabajadores en blanco.
u Beca de estudio para los jóvenes de entre 14 y 17 años que cursen estudios secundarios y pertenezcan a hogares con aquella misma categoría de ingresos. Para esto, Seguridad Social dispondrá de 88 millones de pesos, incluidos los recursos que hoy administra el Ministerio de Educación para becas. La intención es retener en la escuela a la franja de estudiantes que registra el mayor nivel de deserción según las estadísticas oficiales.
u Subsidio a la vejez de 100 pesos mensuales para todos aquellos ancianos mayores de 75 años que no hubieran realizado ningún aporte a la Seguridad Social. Hoy existen pensiones por edad avanzada, pero la condición para acceder a ella es haber realizado un mínimo de contribuciones al sistema.
u Se mantendrá el subsidio de desempleo en las condiciones actuales, es decir sólo para aquellos ex trabajadores del sistema formal. Por ahora, Bullrich tuvo que archivar su idea de universalizar esta subvención al estilo de lo que hará con las asignaciones familiares. Quienes hayan perdido su empleo “en blanco” y tengan hijos serán acreedores del doble beneficio: por desempleo, más una contribución por cada vástago.
La ministra descuenta que dispondrá de los recursos necesarios para instrumentar estas subvenciones que, presumiblemente, se pagarán a través de un medio electrónico. Ni siquiera la rigidez del déficit cero, ni la crisis de las empresas empleadoras, que nutren al sistema con sus aportes,hacen temer a la ministra por un eventual faltante de recursos. Ya tiene la bendición de Economía para añadir a los 1700 millones del sistema de asignaciones, otros 600 millones de otras jurisdicciones, entre ellas Educación, Trabajo y Desarrollo Social.
Sobre estas bases el nuevo ministerio instrumentará el nuevo programa social, que incluirá algunas otras innovaciones a instrumentar, presuntamente de inmediato. El camino podría incluir una senda un poco más espinosa, como la eliminación del sistema de reparto, que las AFJP quieren ver extinguido. “Los ministros nos juramentamos no hablar”, eludía anoche Bullrich.

 


 

PATRICIA BULLRICH ASEGURA QUE POSEE LOS FONDOS
“Tengo los 2300 millones”

Por C.C.

Patricia Bullrich, la flamante ministra de Seguridad Social, aparenta cómoda y segura en su nuevo puesto, desde el que aspira a capturar el mayor poder posible, inclinada sobre Economía. En diálogo con Página/12, fundó la propuesta social, cuya instrumentación no parece sencilla.
–¿Terminó su disputa con otros ministerios por los fondos sociales?
–No hay ninguna disputa y los 2300 millones están asegurados.
–¿Cómo se eliminará el clientelismo en el manejo del gasto social?
–La política social va a dejar de ser una herramienta discrecional de una administración para pasar a ser un derecho. La gente que cobre menos de 1000 pesos tendrá automáticamente la posibilidad de acceder al beneficio sólo por aquella condición. Hoy existen 70 mil planes trabajar y 1 millón de desocupados que no tienen planes. El Estado elige a quien beneficia. Con el nuevo sistema se eliminará esa arbitrariedad.
–¿Y cómo se constatará que los beneficiarios estén, efectivamente, en esa categoría de ingresos?
–Porque habrá un empadronamiento detallado y mecanismos de auditoría para chequear los casos que generen dudas. Pero es aquel registro van a tallar todas las relaciones laborales, no sólo las del empleo registrado.
–¿Pero qué garantiza que los responsables de ese empadronamiento no tengan las mismas debilidades de quienes hoy administran los planes trabajar?
–El empadronamiento será absolutamente transparente y masivo y, si un caso genera dudas, habrá un mecanismo de auditoría. Lo importante es terminar con la lógica actual de los planes de empleo, que hace “elegibles” a los beneficiarios: se eliminará todo tipo de intermediación.
–¿Habrá algún tipo de sanción para quienes administraron de manera irregular los Planes Trabajar?
–Tenemos algunos casos de fraude sancionados, pero no es sencillo probar el clientelismo. Yo puedo verificar en las bases de ANSeS si un grupo de beneficiarios tiene algún empleo registrado u otro beneficio. ¿Pero cómo hago si en una jurisdicción tengo 100 desocupados y una ONG elige a uno, que califica, para probar que esa elección es ilegítima?.
–¿Por qué cree que su gestión frente a Trabajo “hará historia”?
–Me lo dicen las encuestas y la gente en la calle. La gente sintió que se construyó una autoridad sobre un sector que siempre había tenido absoluta libertad para hacer lo que quería.
–¿Qué consecuencia tendría sobre los planes del gobierno una eventual derogación de los poderes delegados, tal como plantean algunos legisladores de la oposición?
–La delegación de poderes se usó hasta ahora para cosas muy concretas, como planes de competitividad, para rebajas de impuestos. Me parece que nadie puede decir que se usó mal. Esta embestida política me parece injusta.
–¿Usted se siente parte de un gabinete más homogéneo?
–Sí. Este es un gabinete que puede discutir mucho más libremente las cosas. Ayer tuvimos una reunión de gabinete muy buena, en la que se pudo discutir a fondo. Algo que yo no había sentido hasta el momento.
–¿Quién dificultaba esa discusión a fondo?
–...Yo no sentía el gabinete como un lugar donde se pudieran discutir las cosas a fondo y tomar decisiones sin que luego hubiera operaciones sobre esas decisiones. Ahora se puede trabajar con más libertad.

 

PRINCIPAL