Por Romina Calderaro
Hoy es un día clave
para la Izquierda Unida (IU): comienza el escrutinio definitivo en la
tercera sección electoral de la provincia de Buenos Aires, donde
la fuerza considera que obtuvo muchos más votos de los que fueron
contabilizados. Esos votos podrían determinar que las dos bancas
que todavía no tienen dueño sean otorgadas a Juan Carlos
Giordano y Miriam Sonatti, los dos candidatos de IU que están a
2000 votos de llegar a la Cámara de Diputados. Queremos que
nos dejen contar los votos. Si resulta que no alcanzan, mala suerte, pero
queremos verlo con nuestros propios ojos, dijo a este diario la
legisladora porteña Vilma Ripoll, y adelantó que no van
a dejar de insistir con el reclamo. Hoy, por ejemplo, publicaron una solicitada
en la que piden que se respete la voluntad de los votantes
de esa fuerza (ver asimismo pág. 9).
Ya pasaron más de dos semanas de las elecciones legislativas del
14 de octubre y, pese a que en el gobierno elogiaron al ministro del Interior,
Ramón Mestre, por la forma en la que lideró el operativo,
la Junta Electoral todavía no terminó el escrutinio definitivo
en la provincia de Buenos Aires. Y es importante que termine el conteo
de los votos para determinar a quién corresponden dos de las treinta
y cinco bancas de diputados nacionales. El día después de
las elecciones, Mestre atribuyó esas bancas a Izquierda Unida,
pero esa noche, la página oficial de Internet del ministerio le
adjudicaba una al Polo Social y otra al PJ. Cuando Izquierda Unida protestó,
les dijeron que por unos tres mil votos no habían alcanzado el
piso del tres por ciento del padrón que la Ley Electoral le exige
a cualquier partido para acceder a una banca.
En ese momento comenzó la lucha del partido. En primer lugar, porque
faltaban escrutar 441 mesas que no fueron incorporadas al recuento preliminar
de votos. Y en segundo lugar, porque les resultó muy extraño
que partiendo de la base de que el promedio de votos que obtuvieron en
la provincia fue de ocho por mesa, en unas tres mil urnas hayan obtenido,
de acuerdo con los datos provisorios, ningún voto o uno solo.
Con la finalización del escrutinio definitivo en La Plata, Izquierda
Unida recuperó esta semana unos trescientos votos, el diez
por ciento de lo que necesitamos para que entren los dos diputados nuestros,
dijo a este diario Vilma Ripoll. Todavía quedan ocho distritos
para terminar con el recuento de la primera sección electoral,
aunque las esperanzas de IU están puestas en la tercera sección,
en la que hay partidos como Avellaneda, La Matanza, Almirante Brown. Allí,
consideran los integrantes de Izquierda Unida, se encuentran la mayoría
de las mesas que no fueron contabilizadas. Vamos a seguir insistiendo
porque creemos que es justo. Queremos que nos dejen contar. Si los votos
no alcanzan mala suerte, pero queremos verlo con nuestros propios ojos,
explica Ripoll.
El Director Nacional Electoral, Alejandro Tullio, dijo ayer a este diario
que de acuerdo con los resultados del escrutinio provisorio y proyectando
los votos que Izquierda Unida obtuvo en la provincia, la fuerza estaría
en condiciones de obtener las dos bancas. El detalle es que no se
abrirán todas las urnas que el partido quiere. Quien decide cuántas
de las urnas cuestionadas serán revisadas en el escrutinio definitivo
es la Junta Electoral provincial en general y el juez Manuel Humberto
Blanco en particular. Izquierda Unida pretende que se vuelvan a abrir
más de tres mil urnas, aunque no saben si lo lograrán. Es
que si se abrieran todas las que cuestionan los diferentes partidos, el
recuento no terminaría nunca más, explicó a
este diario Tullio.
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