Por Alejandra Dandan
La muerte de Rodrigo Bueno
volvió a escena y el único acusado está en problemas.
Alfredo Orlando Pesquera era el dueño de la Blazer blanca que el
24 de junio del año pasado rozó en la autopista La Plata-Buenos
Aires a la combi de Rodrigo. Tras ese cruce, la camioneta volcó:
junto con el cantante murió Fernando Olmedo. Hasta ahora la causa
contra Pesquera estaba caratulada como homicidio culposo. Pero la primera
jornada del juicio complicó su situación y modificó
la historia del proceso: la fiscal Cristina Díaz pidió el
cambio de carátula por la de doble homicidio con dolo eventual.
Este pedido tuvo el apoyo cerrado de los ocho abogados de las víctimas.
Ellos sugirieron que la muerte del cordobés no fue sólo
un accidente, sino que pudo tratarse de un crimen por encargo. En esa
versión, Pesquera sería sólo el autor material de
un hecho que incluiría a los dueños de la compañía
discográfica vinculada al cantante. Esta hipótesis hasta
ahora descalificada en los ámbitos judiciales, fue rescatada por
la fiscalía durante los interrogatorios a los testigos.
La historia de este juicio arranca un viernes de junio del año
pasado: la noche de la presentación del show de Rodrigo en Escándalo,
una disco del circuito de City Bell. La historia comienza allí
porque sobre ese escenario ambas partes buscan las causas de la muerte.
Para la defensa de las víctimas allí se podrían encontrar
los indicios que apuntan a un atentado. Para Fernando Burlando, el patrocinante
de Pesquera, ése fue el escenario donde fue visible que Rodrigo
arrastraba un grado de estrés alto como producto del show
y del consumo de alcohol. Su combi era un misil lanzado contra la autopista.
Pesquera fue convocado a declarar al comenzar el día por Ariel
González Eliçabe, el presidente del Tribunal Oral 2 de Quilmes
a cargo del proceso al que fueron convocados 90 testigos que pasarán
por la sala durante los próximos veinte días. Frente al
Tribunal, el acusado se negó a declarar por recomendación
de sus abogados. Burlando sostuvo que no hay pruebas rotundas contra él.
Aún debe demostrarse quién conducía la Blazer,
dijo antes de sentar su postura: El o ella (por la esposa de Pesquera)
no efectuó una maniobra negligente ni violó un deber o una
ordenanza.
Esos datos se mencionaron frente a la primera testigo: Patricia Pacheco,
la madre de Ramiro, el hijo de 4 años de Rodrigo. El de ella fue
uno de los cinco testimonios presenciales que abrieron el juicio. Después
de Pacheco, se escucharon a los otros dos ocupantes de la combi y a Cristian
Pereira, uno de los soportes técnicos del grupo, cuyo auto estaba
ubicado a 300 metros de la camioneta cuando ocurrió el impacto.
Cada uno aportó detalles sobre una historia dividida en dos partes:
la antesala de la autopista y la ruta retomada por Rodrigo desde Camino
General Belgrano hacia Buenos Aires.
La antesala fue la cena que Rodrigo mantuvo con parte de su grupo antes
de la función. Ahí estuvo Fernando Olmedo, el hijo del humorista
que esa noche iría como invitado de honor a Escándalo y
luego en la combi donde terminaría muerto. Tanto Pereira como Pacheco
aclararon que las cervezas consumidas por el cordobés fueron sólo
una o dos. Eso habría sucedido durante el show en Escándalo,
donde de acuerdo al testimonio de Jorge Pablo Moreno, el productor artístico
y amigo de Rodrigo aparecieron los primeros indicios de lo que sucedería
después. Esos indicios relatados por Moreno y apoyados por
Pacheco y los dos hermanos Piñeiro fueron tres.
1. Bomba lacrimógena: en medio del recital hubo una bomba que obligó
a Rodrigo a dejar durante unos diez minutos el espectáculo. Fue
como una nube que empezó a llegar, dijo Moreno. Todos coincidieron
en que no habían tenido antecedentes del tipo.
2. Antes del show, una botella de vidrio cayó cerca de la combi
de los músicos e inmediatamente se oyeron tiros, dijo Moreno.
3. De acuerdo a tres testigos, cuando terminó el show, el manager
de Rodrigo de apellido Gozalo les habría advertido en dos ocasiones
que algo sucedería esa noche. No lo dejés manejar
a Rodrigo que puede pasarcualquier cosa, dijo según Pereira.
Moreno recordó sus últimas palabras: Cuidado habría
dicho Gozalo: tengo miedo que sea una cama y mencionó
a los Kiroski, los dueños de la discográfica Magenta (ver
aparte).
La fiscal indagó sobre este punto. Le preguntó a Patricia
Pacheco si era normal que Pepe (el manager) les dijera vayan con
cuidado. Con el mismo grado de vacilación que mantuvo durante
las dos horas del interrogatorio, ella respondió con evasivas.
A su vez, la madre de Rodrigo, Beatriz Olave, en su declaración
involucró a la firma Magenta en la muerte. A mi hijo lo mandaron
a matar, repitió.
La Ford Explorer conducida por Rodrigo se cruzó dos veces con la
Blazer. Apareció de golpe como un rayo y se nos tiró
encima y muy fuerte, dijo Moreno. La combi tenía todos
los vidrios negros y era una camioneta más larga que la de Rodrigo,
contó Pacheco. A partir de ese momento, Moreno sostiene que los
seis tripulantes de la combi estábamos pendientes de la Blazer:
quiero que quede claro que hubo provocación.
La primera jornada del juicio contó con una apuesta escenográfica
propia. Al plantel de cámaras de televisión, los abogados
de las víctimas aportaron su cuota. Roberto Eduardo Damboriana,
defensor de Pacheco, entregó al juez dos pequeñas combis
de juguete. Con esos amuletos, Patricia mostró cómo la Blazer
les cerró el paso dos veces. En el kilómetro
26.5 de la autopista, dijo, la camioneta de Pesquera estaba en el carril
del medio, hacia la derecha de Rodrigo. Según Moreno, cuando el
cantante hizo luces buscando pase, frena y arranca de vuelta y nosotros
nos quedamos helados, y en el momento en que Rodrigo aceleró
se produjo un segundo frenazo y el encierro que lo obligó a dar
un volantazo hacia la izquierda, que lo llevó a estrellarse.
Quién es quién en la causa
Rodrigo
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Patricia Pacheco: Tiene 26 años, es la madre de Ramiro.
Hizo falta un estudio de ADN para que el entorno del cantante la admitiera
como madre del hijo de Rodrigo, ahora de cuatro años. Ramiro
es el único heredero de la fortuna de Rodrigo. Aunque estaban
separados, esa noche lo acompañó al show con su hijo.
Alfredo Pesquera: Empresario. Es dueño de la Blazer
blanca que rozó a la camioneta de Rodrigo y el único
acusado en la causa. El día del accidente viajaba con su esposa.
Cuando llegó a la cabina del peaje dio cuenta de lo sucedido.
Estuvo detenido diez días por una causa por estafas.
El Negro Juan Pablo Moreno: tiene 34 años,
es productor y fue el encargado de darle forma artística a
las ideas de Rodrigo. Antes de la muerte preparaba el lanzamiento
de Planeta Rodrigo, un proyecto con el que dijo el cordobés
se desvincularía de Magenta. Fue uno de los testigos claves.
Estuvo en Escándalo y en la combi.
Beatriz Olave: es la madre de Rodrigo. Para ella a su hijo lo
mataron. Su abogado sostiene que hubo una maniobra de
encierro con doble frenazo que tocó en dos oportunidades la
combi. Olave repitió ayer una denuncia de José
Luis Gozalo: Esta es una trampa tendida por la gente de Kiroski
(el dueño de una discográfica). Cree que su hijo
era un negocio más rentable muerto que vivo.
La Urraca, Cristian Gustavo Pereira: Fue uno de
los asistentes más cercanos de Rodrigo en la estructura de
sus shows. La noche del accidente, guió con su auto a Rodrigo
en el camino hacia la disco y de regreso sobre la autopista. Vio el
accidente a 300 metros. Su hermano Gachi viajaba con Rodrigo.
Magenta: Es la compañía discográfica que
editaba a Rodrigo, propiedad de los hermanos Kiroski. Olave aseguró
que durante el último tiempo su hijo no tenía buena
relación Magenta. Había pensado separarse de ellos
y de José Luis Gozalo. Sus abogados aseguran que la empresa
facturó 72 millones de dólares después de la
muerte y que a su hijo ni siquiera le pagan las regalías de
uno por ciento comprometidas.
Alejandra Romero: Vivía con Rodrigo cuando ocurrió
el accidente. Será convocada por el tribunal a mediados de
noviembre. |
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