Ninguno de los tres empleados
de limpieza acusados de violar y asesinar a María Fabiana Gandiaga
opuso resistencia, manifestó sorpresa o se desencajó cuando
la policía le mencionó la causa de la detención.
Un tipo que no tiene nada que ver patalea, se pone a llorar, pero
no se calla la boca y menos cuando se le menciona que está acusado
de violación y homicidio, señaló a Página/12
uno de los investigadores del caso. La segunda señal que les dio
a los investigadores la tranquilidad de haber tocado la tecla indicada
fue que los tres no solo asumieron en silencio la detención sino
que en forma separada se echaron las culpas del hecho unos a otros, mientras
les realizaban el fichaje policial. Creemos que no hay otra persona
inmiscuida, precisó la fuente.
El que estuvo con ella fue menganito. Yo no tengo nada que ver,
el que la bajó por la escalera fue fulanito, así,
cada uno de los tres imputados fue descargando en otro de sus compañeros
de trabajo la responsabilidad en el crimen de la docente, en los primeros
momentos de su detención, según confiaron los investigadores
a este diario. Después, ante el juez, uno sólo de ellos
se refirió al hecho, Fernando Antúnez, el primero en ser
apresado, quien presenta rasguños en los brazos y en cuyo domicilio
se encontró el celular de la víctima. Los otros dos acusados,
Carlos Vallejos, de 21 años, y Miguel López, de 25, negaron
rotundamente su participación en el ataque sexual y posterior muerte
de María Fabiana.
Sin embargo, Antúnez, quien incriminó con su relato a los
otros dos detenidos, contó en su relato ante el juez que antes
de ocurrido el hecho había mantenido un diálogo con otro
de los imputados, quien le habría manifestado que tenía
ganas de mantener una relación sexual con una mujer, y cuando
él le sugirió la posibilidad de presentarle a alguien para
cumplir sus deseos, recibió como respuesta la mención de
una una chica de voley del club.
A raíz de ese diálogo las fuentes no precisaron con
cuál de los otros dos imputados, Antúnez supuso, cuando
dice haber visto la situación en el baño donde fue asesinada
Gandiaga, que ambos hechos estaban relacionados. Esa circunstancia habría
motivado un duro enfrentamiento entre los imputados durante el careo al
que fueron sometidos.
Los tres detenidos por el crimen de la maestra permanecerán presos
hasta que el juez Alberto Seijas decida, dentro de los diez días
hábiles, su situación procesal, después de levantarles
ayer la incomunicación que pesaba sobre ellos.
Los tres detenidos serán trasladados a una unidad penitenciaria
(probablemente la cárcel de Ezeiza), revelaron fuentes judiciales.
Tras completarse las declaraciones indagatorias de los tres acusados más
dos careos en un trámite que se extendió por más
de 12 horas, el juez comenzará a escuchar menos de
una decena de narraciones de testigos de los momentos previos a
la violación seguida de muerte de que fue víctima Gandiaga.
Las fuentes revelaron que está, de momento, prácticamente
descartada la participación de una cuarta persona en el episodio,
aunque hicieron la salvedad de un individuo mencionado durante las indagatorias
cuya vinculación no está del todo clara. El
juez ordenó una nueva serie de peritajes sobre el cuerpo de la
víctima y sobre otros elementos de prueba entre los
que estarían las ropas de los imputados, para detectar restos de
ADN que permitan establecer presuntas responsabilidades.
En ese sentido, las fuentes aclararon que los exámenes demorarán
unos 30 días, no obstante lo cual se trata de un elemento
más, y no uno definitorio para que el juez resuelva si procesa
a los imputados. En ese sentido, trascendió que después
de las indagatorias y los careos, en principio todos siguen imputados
por el mismo delito, violación y homicidio, pero las fuentes
no descartaron que alguno de los tres imputados pueda finalmente resultar
procesado como partícipe necesario del hecho, aun cuando
no haya participado en el ultraje y el asesinato.
LOS
BANCOS OFICIALES NO INTIMARAN A LOS INUNDADOS
Las deudas pueden esperar
Ni el Banco Nación ni
el Provincia exigirán el cobro de vencimientos ni demandarán
judicialmente a los afectados por las inundaciones. Lo aseguró
el vicegobernador bonaerense Felipe Solá al término de una
reunión que mantuvieron con Fernando de la Rúa los gobernadores
de las provincias tapadas por el agua, Buenos Aires (Carlos Ruckauf),
Santa Fe (Carlos Reutemann), La Pampa (Rubén Marín), Córdoba
(José de la Sota) y San Luis (Adolfo Rodríguez Saa). Ruckauf
fue más allá: reclamó que no se cobren los
impuestos nacionales. Las pérdidas estimadas son de alrededor
de 800 millones entre los productores de cosechas y otros 200 entre los
ganaderos. Hay además 6000 evacuados y autoevacuados bonaerenses.
Poco antes de iniciarse la reunión, se desató una minirreedición
de la Guerra del Agua: los pobladores de la localidad bonaerense de Banderaló
hicieron un canal de achique que desvió las aguas hacia sus hermanos
pampeanos.
De la Rúa convocó ayer a los gobernadores de las provincias
afectadas por las inundaciones: Carlos Ruckauf, Carlos Reutemann, Rubén
Marín, José de la Sota a los que se agregó el puntano
Adolfo Rodríguez Saá. La reunión se inició
al mediodía y participaron también Felipe Solá, Chrystian
Colombo, Carlos Bastos y Nicolás Gallo.
Durante la reunión, Reutemann insistió con la realización
de obras hidráulicas apoyado por Ruckauf. El plan propone realizar
un canal de desagote desde la laguna La Picasa, en el sur santafesino,
hacia el Paraná, para descomprimir la presión del agua que
desciende hacia el centro bonaerense. La idea es que el plan sea financiado
con una parte del impuesto al gasoil, que en el 2000 debía reducirse
en 10 centavos y que se propone que se reduzca en 5, para destinar los
5 restantes a las obras.
Marcelo Regúnaga, secretario de Agricultura, presentó un
proyecto para la creación de un fondo para las obras, que rondaría
los 1500 millones de pesos y que no surgiría del impuesto al gasoil
sino sobre el de la nafta.
Entretanto, en Banderaló, sobre el límite de Buenos Aires
con La Pampa, los habitantes cortaron la ruta nacional 188 y cavaron un
canal hacia el sur. El agua derivó hacia La Pampa y generó
un incidente provincial, con la frontera cubierta de policías de
ambos bandos. Todo se solucionó después de que fuera tapado
el canal. En Chascomús, la situación seguía grave,
pese al mejor clima que hubo ayer.
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