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Un “Monotributo” que nada tiene que ver con Cavallo

El Mono Izarrualde comienza hoy a presentar un ciclo en el que se propone �reconocer a tanta música que a veces resulta olvidada o menospreciada�.

Izarrualde formó parte del mítico
Músicos Populares Argentinos.
“Cuando está todo mal, yo elijo
trabajar, hacer más”, argumenta.

Por K. M.

“El mayor don que se le puede descubrir a un instrumento musical es el de ser la prolongación de uno mismo. Yo logré tocar como si cantara, y esa posibilidad expresiva es maravillosa”, arranca sin pausa Rubén “Mono” Izarrualde. Quien haya escuchado la forma en que el músico hace cantar a su flauta traversa, sabe de lo que está hablando. Quizás ese sea el secreto de una marca personal que Izarrualde supo imprimir a un vasto repertorio de la música popular argentina. A lo largo de su carrera formó parte de la mítica MPA (Músicos Populares Argentinos), del grupo El Chango y La Manija junto a Farías Gómez, y del trío con Lito Vitale y Lucho González, entre otras formaciones. Ahora está abocado a la presentación de su nueva criatura: Monotributo, el trío que integra junto a su hijo, el baterista Jerónimo Izarrualde, y el bajista Eduardo Pandolfo. El nacimiento llega compartido, ya que actúan junto al Terceto, la agrupación que integran el baterista Norberto Minichilo, Hernán Ríos en piano y Norberto Córdoba en bajo. El ciclo se llama 2 x 3 = música (el juego de palabras evita el seis, difícil número para un compás) y se presenta hoy y todos los jueves de noviembre en el teatro Santa María, Montevideo 842, a las 20.30.
Izarrualde llega a la entrevista entusiasmado por un concierto homenaje a Jacinto Piedra, a diez años de su muerte, que ofrecieron en Santiago del Estero algunos músicos de la MPA, formación que también integró Piedra. Ocurrió que volvieron actuar en el lugar en el que veinte años atrás fueron abucheados ante la propuesta de la formación, que quebraba claramente canones tradicionales. Esta vez, no hubieron insultos sino un largo aplauso. “Fue una vuelta de tuerca muy esperada. Al público le lleva tiempo aceptar los cambios de arranque, el arte siempre va un paso adelante”, dice hoy Izarrualde.
La idea de Monotributo es homenajear a los compositores argentinos. “Tenemos autores tremendos en la poesía y en la música, acá pisás una baldosa y salen músicos. Está todo mal y seguís viendo tipos con sus instrumentos al hombro, como algo normal. Queremos ofrecer nuestro humilde reconocimiento a tanta producción que a veces es olvidada o menospreciada”, dice el músico. El repertorio-homenaje abarca temas de Spinetta, los hermanos Simón, Antonio Tormo, Troilo y Contursi, entre otros autores criollos.
–¿Cómo influye la crisis económica en el crecimiento de grupos como el suyo?
–A mí me hace sentir que tengo que dar el doble. Cuando está todo mal, ¿qué debe hacer uno, esconderse, escaparse? Yo elijo trabajar, hacer más, en eso soy oriental. Formo parte de un grupo grande de gente que resiste, cada uno desde lo suyo, con su trabajo.

 

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