Por Felipe Yapur
Ya sin posibilidades de alcanzar
un acuerdo con el gobierno nacional, los gobernadores del justicialismo
regresaron a sus provincias. Pero antes, le dejaron al presidente Fernando
de la Rúa lo que denominaron la última propuesta.
Se lo entregaron al ministro del Interior, Ramón Mestre, con una
aclaración: el documento contiene lo conversado la noche
del miércoles; y una advertencia: Si el lunes no tienen
una respuesta ni siquiera nos llamen porque el martes comenzamos con la
agenda parlamentaria que incluirá desde acompañar
los pedidos de juicio político contra el ministro Domingo Cavallo
y la ley del cheque.
La última contrapropuesta contiene las siguiente premisas:
1 El pago total de la deuda por Coparticipación Federal
de este año y cualquier otra obligación, en Letras de Cancelación
de Obligaciones Provinciales (Lecop).
2 Aceptan la reducción de la Coparticipación Federal
del 2002 sólo hasta el 13 por ciento.
3 El Estado nacional refinanciará las deudas provinciales
a una tasa del 7 por ciento anual.
4 Las provincias que no participen de la refinanciación
de deudas recibirán el 100 por ciento de los pisos garantizados
por Coparticipación Federal. Esto incluye a Santa Cruz, La Pampa,
San Luis y Santiago del Estero.
5 La coparticipación de la ley del Cheque.
6 Suspensión de la retención de los fondos coparticipables
que son destinados para el pago de deudas provinciales.
7 Cláusula gatillo: Ante cualquier incumplimiento de la
Nación retrotraer a la situación anterior a la firma del
acuerdo.
El escrito comenzó a redactarse la noche del miércoles poco
después de que los gobernadores pasaran a un nuevo cuarto intermedio.
Decisión a la que habían arribado tras haber mantenido una
serie de comunicaciones telefónicas con el jefe de Gabinete, Chrystian
Colombo, donde le advertían que todo había terminado y que
no iban a aceptar las declaraciones de Cavallo, quien dijo que las negociaciones
habían resultado una pérdida de tiempo. Cuando ya se habían
retirado la mayoría de los mandatarios justicialistas del Consejo
Federal de Inversiones (CFI), ingresó al edificio Ramón
Mestre.
El ministro del Interior se reunió con cuatro mandatarios entre
los que se encontraba el cordobés José Manuel de la Sota
más una nube de ministros de Economía provinciales. Mestre
buscó, desde un principio, ir directo al grano: Me manda
el Presidente. Les pido una ayuda porque acá hay que fortalecer
la línea del gobierno Colombo-De la Rúa, se sinceró.
Los presentes se limitaron sólo a mirarlo. Cuando el ministro se
calló, comenzaron a lloverle explicaciones sobre cuáles
eran las necesidades de las provincias y cuáles debían ser
las medidas que debía tomar el gobierno. Según los gobernadores,
Mestre decía a todo que sí.
Tras enterarse de que el Gobierno no lograba alcanzar un acuerdo con los
gobernadores oficialistas, los peronistas decidieron que había
llegado la hora de entregar el documento y sentarse a esperar el anuncio
de las nuevas medidas económicas. Los encargados de llevarlo a
la Rosada fueron el santacruceño Néstor Kirchner, el puntano
Adolfo Rodríguez Saa y el neuquino Jorge Sobisch. Los tres le hicieron
saber al ministro que, en caso de no tener respuesta, entenderán
que el Gobierno no tiene ninguna intención de buscar una
solución y le anunciaron la decisión de apoyar los
pedidos de juicio político que presentó el ARI que lidera
Elisa Carrió contra Cavallo y aprobarán la ley que hace
coparticipable el cheque. Ramón, no lo tomes como una apretada
le aclararon y se retiraron.
Cuando la delegación retornó al CFI había un punto
pendiente de discusión antes de que los gobernadores regresaran
a sus distritos: el dinero adelantado por el Gobierno nacional a Buenos
Aires y Córdoba. El bonaerense Carlos Ruckauf se apresuró
a ensayar una explicación: Todossaben que yo tengo vencimientos
mensuales con dinero que me prestaron de afuera. Y entrar en default externo
es un peligro para todos no sólo para la provincia, dijo
y agregó: No fui a pedir dinero. El Mingo me impuso que me
daba ese dinero si firmaba el acuerdo. Yo me opuse, y le dije que luego
de ver al presidente iba a avisar a los periodistas sobre el default.
Si bien la explicación no satisfizo a la mayoría, el tucumano
Julio Miranda y el jujeño Eduardo Fellner les pidieron a ambos
mandatarios que se comprometan a evitar cualquier acuerdo por fuera del
conjunto de gobernadores. Según confiaron algunos colaboradores
de los mandatarios presentes, tanto De la Sota como Ruckauf aseguraron
que la negociación la realizaremos todos juntos.
NESTOR KIRCHNER.
Cavallo no dialoga
Por F.Y.
A la mañana se reunió junto a otros
gobernadores justicialistas con el ministro del Interior, Ramón
Mestre. Le entregaron la última propuesta de negociación
con la esperanza de que el gobierno de Fernando de la Rúa
acepte las propuestas. Con esa misma esperanza siguió el
partido de Racing, el club de sus amores, contra Boca Juniors. A
pesar de la derrota, Néstor Kirchner, el gobernador de Santa
Cruz, cree que la semana que viene habrá acuerdo si
es que el Presidente reacciona.
¿El documento entregado al ministro Mestre es la última
oportunidad que tiene el Gobierno para alcanzar un acuerdo?
No puedo decir que es la última. Pero el Presidente
debe reflexionar que no podemos permitir que la Nación cubra
su déficit con el dinero de las provincias. Debe abandonar
su estilo ineficiente de gobernar porque de esta manera no podrá
reconstruir jamás la confianza que necesita para poder seguir
administrando el país.
El Gobierno utilizó varios negociadores. Chrystian
Colombo, Domingo Cavallo y ahora Ramón Mestre. Si sigue así,
De la Rúa utilizará todo el gabinete.
Mire, con Cavallo es imposible dialogar. En cambio Mestre
demostró que entiende a las provincias. Esperamos volver
a encontrarnos la semana que viene.
Fueron 20 días de negociaciones y todavía no
hay acuerdo. ¿Por qué?
Efectivamente, perdimos veinte días. Es realmente lamentable
y la responsabilidad es del Presidente, quien pretendió que
negociáramos sin saber siquiera cuáles eran las nuevas
medidas económicas. Estamos frente a un gobierno sin rumbo,
que no tiene conducción y, sobre todo, frente a un Presidente
que no comprendió el mensaje de las sociedad del 14 de octubre.
Si bien la negociación la llevaron adelante el conjunto
de los gobernadores, las remesas de dinero a Buenos Aires y Córdoba
se pareció mucho a un intento por quebrar el frente interno.
¿No lo cree así?
Es posible. Tengo la sospecha de que se actuó discrecionalmente.
Pero también es cierto que a Buenos Aires le tuvieron que
prestar dinero porque no le pagan los 700 millones que le deben.
La situación de esta provincia no es para nada fácil.
A pesar de todo, espero que este hombre reaccione y acepte nuestras
propuestas que son sensatas y coherentes.
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ROBERTO IGLESIAS.
No vamos a firmar
cualquier cosa
Por M. P.
Son tiempos difíciles para el gobernador mendocino
Roberto Iglesias (UCR). El miércoles, los proveedores suspendieron
la entrega de insumos a los hospitales de la provincia. Ese mismo
día, se enteraba que Economía le había prestado
65 millones a Carlos Ruckauf. Un día después, en diálogo
con Página/12, Iglesias cuestiona al Gobierno, descree que
haya un inminente acuerdo y adelanta iniciativas parlamentarias.
¿Qué le parece el salvataje financiero
para Buenos Aires y Córdoba? Forma parte de una cuestión
discriminatoria que no es nueva para nosotros. Es un método
clásico del Gobierno nacional, que cree que acordando con
una o dos provincias, se arregla la situación. Este es un
nuevo error que se ha cometido. La reacción de Rozas es razonable:
estaba pidiendo una mínima porción de fondos para
no entrar en cesación de pagos.
¿En qué se equivocó el Ejecutivo, para
que aún no haya acuerdo?
El Gobierno tiene una visión equivocada de lo que es
la salvación del país: cree que salvando a la Nación
y estrujando a las provincias el país se salva. Pero si se
prenden fuego las provincias, el fuego va a llegar a la Nación.
Esta es una idea horrorosa, equivocada, es el jardín de infantes
de lo que es la administración.
¿Qué es lo que está trabando el acuerdo
con la Nación?
El primer obstáculo es la actitud terca de la Nación,
que no quiere coparticipar los bonos Lecop. Pretende colocarlos
en las provincias y quedarse con el efectivo. El otro punto es la
refinanciación de las deudas, que es sólo una expresión
de deseos. Nosotros nos encontramos con que Economía elabora
redacciones sospechosas y todo queda en una nebulosa. Nosotros no
podemos firmar cualquier cosa, y no vamos a hacerlo.
¿Cómo seguirá la negociación por
los fondos coparticipables?
Si no hay un pacto con la Nación, los acuerdos se retrotraen.
Mientras tanto, en el Congreso, los legisladores impulsarán
las leyes que tienen que ver con la coparticipación: la del
cheque y el 3 por ciento de diferencia de IVA. Que esos ingresos
se distribuyan en las provincias.
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LOS
ALIANCISTAS, AL MENOS, CONTINUAN EL DIALOGO
La tropa propia tampoco está conforme
Por Martín
Piqué
Los gobernadores de la Alianza
sabían que ayer era el día D. Por las medidas
económicas que presentaría el Gobierno, y también
por el default que podría anunciar Domingo Cavallo.
Entonces, pese a que las negociaciones por la coparticipación habían
vuelto a fracasar, decidieron dar un gesto de apoyo al presidente Fernando
de la Rúa. Primero, el mendocino Roberto Iglesias negó que
se fuera a producir una ruptura con el Ejecutivo. Y luego, poco antes
de las 21, los mandatarios aliancistas se presentaron en la Casa Rosada
para escuchar en vivo los anuncios. Cuando finalizó el mensaje
difundido por cadena nacional, se reunieron con De la Rúa y el
jefe de Gabinete Chrystian Colombo. Con ellos conversaron sobre el recorte
a los fondos coparticipables y las medidas recién presentadas.
Después se retiraron de Balcarce 50 sin hacer declaraciones.
Unas horas antes, a media tarde, los gobernadores de la Alianza habían
dispuesto un cuarto intermedio hasta hoy a las 10, cuando volverán
a reunirse en la Casa de Chubut para seguir con las discusiones por las
transferencias de impuestos que todos los meses distribuye la Nación.
Ayer, los gobernadores radicales aún estaban enojados por la ayuda
financiera que Cavallo había girado a Buenos Aires y Córdoba.
A primera hora de la tarde, el chaqueño Angel Rozas había
amenazado con retirarse de la discusión: No estoy dispuesto
a seguir discutiendo con la Nación si la única manera de
conseguir coincidencias es resignando los derechos de nuestras provincias,
dijo. Rozas había pedido sin éxito un préstamo de
3 millones, y por eso estaba furioso con el ministro de Economía:
Si (Cavallo) piensa seguir haciendo discriminación, privilegiando
a algunas provincias, no estamos dispuestos a sentarnos con el gobierno
nacional, advirtió. El enojo con el titular del Palacio de
Hacienda no pronosticaba nada bueno, y prometía complicar las tratativas
con el Ejecutivo.
La discusión por los fondos coparticipables y la refinanciación
de las deudas provinciales comenzó a la mañana, en la Casa
de Chubut, ubicada en Sarmiento al 1100. Allí se encontraron todos
los gobernadores radicales, a excepción del interventor de Corrientes,
Oscar Aguad. A ellos se les sumó el frepasista jefe de Gobierno
porteño Aníbal Ibarra. También se acercaron varios
legisladores de la Alianza, como el jefe del bloque de diputados del radicalismo
Horacio Pernasetti, el mendocino Raúl Baglini, el frepasista Darío
Alessandro y el senador Mario Losada.
La presencia de los miembros del Congreso no era un detalle menor. Estaban
allí para definir la nueva estrategia de los jefes provinciales
de la Alianza: presionar al Ministerio de Economía desde el Parlamento,
por medio de un paquete de propuestas legislativas que se basan, centralmente,
en votar la coparticipación del impuesto al cheque (una vieja demanda
del cordobés José Manuel de la Sota) y aprobar la distribución
entre las provincias de la diferencia de 3 por ciento de IVA que desde
el efecto tequila está en manos de la Nación. Hay otra iniciativa,
más controvertida, que consiste en fogonear en Diputados el juicio
político al ministro Cavallo. Esta propuesta fue discutida en la
reunión, aunque luego uno de los asistentes negó a Página/12
que los gobernadores la estén impulsando en el Congreso.
De cualquier forma, la Comisión de Juicio Político de la
Cámara baja, a cargo de la radical crítica Margarita Stolbizer,
ya programó una reunión para el martes 13, cuando se debatirá
si corresponde abrir una investigación sobre la gestión
de Cavallo, a quien acusan de mal desempeño por el megacanje de
deuda de hace dos meses. Por si esta ofensiva fracasa, los legisladores
especulan con otra, alternativa, que también apunta contra el ministro
de Economía: derogar los superpoderes otorgados al Ejecutivo en
los días posteriores al desembarco del titular de Acción
por la República.
Por el lado del Gobierno, el negociador fue el ministro del Interior,
Ramón Mestre. El ex interventor de Corrientes llegó a media
mañana a la Casa de Chubut. Apenas arribó, recibió
la misma propuesta que el miércoleshabía recibido Colombo.
Con ésta, que aprobaba el uso de bonos LECOP para pagar aportes
y contribuciones a la seguridad social, los gobernadores esperaban destrabar
el conflicto. Pero el consenso se dificultó también por
una división que enfrentó a los mandatarios en dos posiciones
diferenciadas: por un lado, Rozas e Iglesias, que se mostraban más
duros y poco proclives a negociar con la Nación. Por otro lado,
Verani y Lizurume, más dispuestos a aceptar las condiciones de
Mestre.
La cuestión no pudo resolverse porque el cordobés tuvo que
irse a la Rosada, y entonces los radicales aprovecharon para hacer una
pausa y ver el partido de Boca y Racing. Cuando éste terminó,
con el resultado puesto, Iglesias graficó cuál era la sensación
que se vivía entre sus pares: ¿Cómo quiere
que esté respondió el radical, racinguista por añadidura
a Página/12. Racing perdió y ya llevamos tres semanas
de discusión en vano.
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