Faltaban poco más de
diez minutos para terminar el partido en la recalentada Olla de Asunción,
la cancha de Cerro Porteño. El equipo local, que necesitaba ganar
por dos goles de diferencia para tener la chance de ir a los penales en
busca de la clasificación para las semifinales de la Copa Mercosur,
acababa de recibir el empate de la visita y no terminaba de acomodarse
a la nueva realidad que lo dejaba virtualmente fuera de la Copa, cuando
el desastre se precipitó. Juan José Serrizuela ejecutó
un centro desde la derecha, la pelota llovió sobre el área,
el zaguero Cáceres no pudo rechazarla y Alberto Acosta, con un
zurdazo que partió como un estilete, clavó el balón
en el arco. Era el 2-1, era la victoria, era la seguridad de la clasificación.
San Lorenzo se transformó ayer en el único equipo argentino
y el único no brasileño clasificado para las
instancias semifinales de la Mercosur, lo que además le asegura
una renta de 700 mil dólares. Ahora, en la próxima instancia,
su rival será el Corinthians de San Pablo. La restante semifinal
se definirá en el país vecino: Gremio de Porto Alegre, que
eliminó ayer a Talleres en Córdoba, se medirá con
Flamengo de Río de Janeiro, que el miércoles sacó
a Independiente con una goleada.
El comienzo no había sido nada halagüeño para las huestes
del chileno Pellegrini. El conjunto de Boedo resultaba superado por el
conjunto local, envalentonado por el ambiente y confiado en que la diferencia
de dos goles que arrastraba desde Buenos Aires San Lorenzo le había
ganado 4-2 en el Nuevo Gasómetro, una semana atrás
sería rápidamente desmontable.
El primer gol, que a la postre sería solamente el único,
llegó a los 25 minutos, del partido, cuando Guido Alvarenga lanzó
un centro desde la izquierda sobre el área de san Lorenzo, el arquero
Saja se confió en la salida y Pacheco lo anticipó, mandándola
al fondo de la red.
Cerro Porteño creyó que la clasificación estaba cercana
y se durmió, porque el 1-0 aún clasificaba al equipo argentino
mientras pellegrini acertaba con los cambios en el segundo tiempo: introducía
a Pusineri en lugar del cansado Romagnoli, y reemplazaba a Romeo con el
siempre joven Acosta. Precisamente a partir de los dos ingresos, la visita
conseguiría su objetivo. Faltando 20 minutos para la finalización
del partido, Acosta habilitó a Pusineri que entraba por el medio
del área y el volante, tras pisar la media luna, sacó un
remate rasante que venció la resistencia del arquero. Luego llegó
el gol de Acosta. Todo estaba dicho.
TALLERES
FUE ELIMINADO DE LA COPA
Agremiado a la derrota
El sueño de Talleres
en la Copa Mercosur quedó trunco. Luego del brillante empate conseguido
en Porto Alegre, el conjunto cordobés no supo aprovechar la ventaja
de definir de local y quedó eliminado en los cuartos de final de
la Copa Mercosur al caer 2-0 ante Gremio. En semifinales, el equipo gaúcho
se medirá con Flamengo, que el miércoles dejó en
el camino a Independiente. El volante Rubens Cardoso en el arranque del
segundo tiempo y el delantero Emerson en tiempo de descuento anotaron
los goles del conjunto brasileño, que confirmó que se desempeña
mejor fuera de su casa.
Empujado por unos 40 mil hinchas que casi llenaron el estadio Córdoba,
Talleres salió a jugar el partido con mucha intención ofensiva
pero pocas ideas. En los primeros minutos, los locales tuvieron varios
tiros de esquina a su favor, pero sus jugadores más habilidosos
no lograban tomar la pelota, por lo que el equipo de Mario Zanabria no
llegaba a generar peligro sobre el arco brasileño. Gremio aguantó
el embate inicial, se replegó con seguridad en su defensa y, de
a poco, se fue soltando con réplicas bien manejadas por Rubens
Cardoso y Luis Mario, siempre peligroso por la banda derecha.
En Talleres solamente Pablo Cuba lograba desequilibrar, pero desperdició
dos ocasiones claras para convertir, mientras que los visitantes tuvieron
cerca del final la mejor situación con un remate de emboquillada
de Luis Mario, que se fue cerca. En el inicio de la segunda parte, Gremio
enmudeció al estadio, cuando Luis Mario se escapó por derecha
y envió un centro para que Rubens Cardoso estableciera el primer
gol. Si Talleres se mostraba nervioso con el partido empatado, al verse
en desventaja terminó de perder la brújula, se lanzó
al ataque en forma desesperada y dejó grandes huecos en su última
línea. Gremio aprovechó los espacios que dejó su
rival y convirtió al arquero Cuenca en figura. Ya en tiempo de
descuento, en uno de los contraataques de Gremio, el ingresado Emerson
definió el partido con un remate alto. Allí se terminó
el sueño de Talleres, que desperdició una gran oportunidad.
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