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Por Claudio Scaletta
 Las empresas con deudas impositivas
y previsionales podrán incorporar al Estado como socio. Si poseen
deudas bancarias de mala calidad (categorías 3 a 6), podrán
canjearlas por el valor nominal de títulos públicos devaluados.
En Economía sostienen que el rescate tendrá costo cero para
el Estado y será ventajoso para los bancos. Pero lo cierto es que
el fisco renunciará a percibir dinero contante y sonante y a cambio
recibirá participaciones accionarias, teóricamente por un
valor proporcional. Así, tras las privatizaciones de los ‘90,
ahora podrían “condonarse” gran parte de los 15 mil millones
de pesos, la suma de las deudas fiscales. El Estado, como en épocas
del extinto Banade (Banco Nacional de Desarrollo), se convierte nuevamente
en hospital de empresas. Como con el Cavallo del ‘82, toda la sociedad
se hace cargo de los pasivos de una burguesía que no consigue romper
su vínculo con quien, al menos en el discurso, no deja de criticar.
Pero las similitudes con 1982 no terminan aquí. Como entonces,
los empresarios festejaron.
En los últimos años, cuando de cumplir con el ritual de
asistencia a los anuncios de paquetes económicos se trataba, existió
una constante: en los actos los banqueros superaban a los empresarios.
El jueves en el Banco Nación, las cosas cambiaron. Los banqueros,
salvo que se considere como tal al anfitrión, faltaron a la cita.
Los empresarios del “sector no financiero” llenaron la sala.
Allí estaban desde Amalia Lacroze, bien cerca de Cavallo, hasta
los líderes del Grupo Productivo, los hasta hace poco enojados
José Ignacio de Mendiguren (Unión Industrial), Aldo Roggio
y Eduardo Baglieto (Cámara Argentina de la Construcción).
La caída del mercado interno motivó que la industria de
la construcción se achique en lo que va del año el 6 por
ciento, acelerándose en el tercer trimestre, que marcó 10,2
por ciento. En este contexto, Loma Negra trabaja con una capacidad ociosa
que ronda el 50 por ciento. Estos datos encendieron indicadores alarmantes
en los balances de las firmas y los pasivos aumentaron. Las nuevas medidas
contribuirán a reducirlos.
Fabián Bakchellian, presidente de Gatic –una de las empresas
símbolo afectadas por el modelo de apertura y achicamiento del
mercado interno, que produce en dos de los rubros más golpeados
por la contracción industrial: calzados y textiles (Reef, Adidas,
Arena)–, celebró sin dudar las medidas anunciadas. “Es
evidente que el salvataje de las empresas nos vendría bien y hará
justicia, después de todo lo que nos ha sucedido en los últimos
años”, sintetizó. Durante octubre, Gatic se concursó
por 340 millones de dólares. De ellos 150 millones correspondían
a deudas con el fisco y 90 millones con bancos. De acuerdo a datos del
Banco Central, la firma le debe 68,7 millones al Banco Nación (con
categoría 3) y 6,4 al Banco Ciudad (con categoría 4). Sin
embargo, Bakchellian sabe que el alivio sobre sus pasivos no revertirá
la caída de su facturación, la que este año se reducirá
en un cuarto en relación al 2000. Por eso el empresario agregó
que “el resto (de las medidas) es más de lo mismo”.
El grupo Macri también estará entre los beneficiados. El
Correo Argentino se concursó en septiembre declarando deudas por
750 millones, 300 de los cuales son con el Estado y el resto con bancos
y proveedores. De acuerdo a fuentes gremiales, se adeudarían importantes
sumas en concepto de aportes previsionales.
Otras empresas en concurso preventivo que sentirán el alivio en
sus balances son las aerocomerciales. Aerolíneas Argentinas –que
con pasivos por más de 900 millones encabeza, por volumen, el ranking
de los concursados locales– y Lapa, con un concurso de alrededor
de 100 millones, podrán aprovechar parcialmente las nuevas medidas.
El nuevo dueño de LAPA, Eduardo Eurnekian, pudo compensar pasivos
de la firma con AA2000. Ahora podrá hacerlo, al menos en parte,
también con el Estado.
Aunque cuesta discernir qué porcentaje corresponde efectivamente
a deuda con el Fisco y cuál a la deuda financiera por debajo de
la calificación 3, Sociedad Comercial del Plata, la firma de la
familia Soldati se concursó por 740 millones. Es probable que en
el grupo estudien que acciones entregar al Estado.
El Exxel Group –con no pocas de sus empresas controladas en problemas–
también se encuentra en condiciones de “capitalizar”
parte de sus deudas. Musimundo se concursó declarando un pasivo
de 207 millones. Juan Navarro, CEO de Exxel había declarado que
en la disquería “perdimos casi todo el capital invertido”.
El destino volvió a ponerse de su lado. Ahora no todas serán
pérdidas.
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Permiso para despedir
A través del decreto 1385, el gobierno nacional eximió
a las empresas beneficiadas por convenios de competitividad de la
prohibición de despedir personal mientras tengan vigencia
aquellos. El régimen, denominado Convenios para Mejorar la
Competitividad y la Generación de Empleo, prescindirá
ahora de este último enunciado, “como medida de excepción”
hasta el 31 de marzo de 2002, pero prorrogable si el Ministerio
de Economía así lo dispusiera. La excepción
vale tanto para convenios ya suscriptos “o que se suscriban
en el futuro” en el mismo marco legal, y establece que los
beneficios previstos “resultarán aplicables a los sujetos
comprendidos en ellos con prescindencia (...) de la observancia
por parte de los sectores empresariales de la preservación
del nivel de empleo comprometidos en los mismos”. Uno de los
primeros sectores que podría utilizar la cláusula
de excepción para efectuar despidos es el automotor, sumergido
en una profunda crisis por caída de ventas. Ayer, a través
de la Resolución 647, se extendieron los beneficios del régimen
de competitividad a la elaboración de bebidas gaseosas, vinos,
sidras, jugos, cervezas, aguas minerales, pinturas, medicamentos
y productos farmacéuticos, artículos deportivos, juguetes
y otros diversos sectores.
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Franco Macri está
contento
El empresario Francisco Macri consideró que las medidas
anunciadas por el gobierno para reactivar la economía son
“un mensaje fuerte” del presidente Fernando de la Rúa,
aunque aseguró que para salir de la crisis hace falta que
“se termine con la evasión” y que “vuelva
la plata” de los argentinos en el exterior. El titular de Socma
consideró además que “es imprescindible que se
reprograme la deuda de alguna manera, para pagar intereses bajos,
porque con esa carga de intereses, las empresas están absolutamente
imposibilitadas de seguir cada una con su propia actividad”.
Por otra parte, Macri se mostró conforme con los anuncios
referidos a una moratoria impositiva para empresas y aclaró
que las declaraciones que se le atribuyeron en los últimos
días acerca de la necesidad de “estatizar la deuda privada”
en realidad “fueron sacadas de contexto”.
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EL
DIRECTOR DE LA DGI PUBLICITA LA MORATORIA
“Más plazo y menores tasas”
Una de las medidas que adoptó
el Gobierno es un plan de facilidades de pagos para contribuyentes morosos.
La moratoria será “más beneficiosa que las anteriores”,
dijo ayer el director de la DGI, Horacio Rodríguez Larreta. Y lo
justificó en que presenta plazos más laxos, “de hasta
36 meses para aportes de la seguridad social, y de 120 meses para el resto
de las obligaciones impositivas, con un interés mensual del 0,5
por ciento”. El funcionario también destacó la decisión
de haberle conferido autarquía a la AFIP, aunque no pudo precisar
cuándo entrará en vigencia. Fuentes del organismo señalaron
que ocurriría a partir del 1º de enero próximo.
La moratoria es para impuestos o aportes no integrados hasta el 30 de
setiembre último. Están incluidos el IVA, Ganancias (salvo
los anticipos no pagados), aportes personales, previsionales y patronales,
autónomos y monotributistas. Además, la AFIP perdonará
multas por la demora en los pagos, lo que fue justificado en que “el
contexto económico impidió que los contribuyentes cumplieran
con sus obligaciones con el fisco, y merecen una nueva oportunidad”.
En tanto, un resumen instructivo que entregó ayer el Ministerio
de Economía aclara que el régimen de facilidades de pago
“servirá para ir rescatando por licitación los certificados
que emitirá el Fondo Fiduciario, anunciado en el mes de junio,
para quienes necesitan movilizar sus créditos impositivos por inversiones
y compras de insumos, los denominados ‘saldos técnicos del
IVA’”.
En cuanto a la autarquía de la AFIP, Rodríguez Larreta destacó
que cuando entre en vigencia habrá “incentivos para todos
los trabajadores del organismo, no sólo para los inspectores”.
La idea es que la AFIP salga de la órbita de Economía y
tenga una jerarquía similar a la del Banco Central, lo cual significaría
“una mayor estabilidad para los funcionarios, que obviamente regirá
para las próximas administraciones, y no para la nuestra”,
concluyó el jefe de la DGI.
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