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LA BAJA DEL APORTE PREVISIONAL PONE LUZ SOBRE EL ESQUEMA DE COMISIONES
Las AFJP se quedan con el miniaporte

Con la rebaja del aporte y sin cambios en las comisiones, el afiliado a una AFJP sumaría muy poco a su cuenta de capitalización.

Las AFJP podrán ahora destinar el ciento por ciento de sus recursos a comprar títulos públicos.

Por David Cufré

El efecto más evidente de la rebaja de los aportes jubilatorios del 11 al 5 por ciento es el aumento en los ingresos de bolsillo de los trabajadores en relación de dependencia. La medida involucra a algo más de 4 millones de personas. Sin embargo, para los afiliados a las AFJP, casi tres millones y medio de aquel total, la medida pone bajo la luz un costado más oscuro: el nivel elevadísimo de las comisiones que les cobran las administradoras. Hasta ahora, de un aporte de 11 puntos porcentuales, las AFJP se quedaban en promedio con 3,3 puntos. Y su intención es seguir cobrando lo mismo, aunque ahora el aporte será de 5 puntos. En consecuencia, los afiliados al sistema estarán capitalizando una mínima parte de su aporte, mientras que la tajada más gruesa quedará en manos de esas compañías.
En el caso de los salarios más bajos, la diferencia entre lo que irá a la cuenta del afiliado y lo que quedará como comisión para las AFJP es abismal. Para un sueldo de 300 pesos, por ejemplo, el aporte será de 15 pesos (5 por ciento del salario), de los cuales 14,4 serán tomados por las AFJP como comisión y apenas ¡60 centavos! ingresarán a la cuenta del trabajador. Para un sueldo de 1200 pesos, las cuentas serán así: aportarán 60 pesos y la comisión será de 40,8. Antes de esta reforma, integraban 132 pesos, y les cobraban también 40,8.
Es evidente que el sistema en esas condiciones no funciona, pues carece de toda lógica. Más que un aporte para la jubilación, los afiliados a las AFJP estarán destinando una parte de su salario a mantener el negocio de un puñado de empresas. De todo esto surge que las AFJP deberían bajar las comisiones de manera significativa. Al menos, eso es lo que pretende el Gobierno. Pero se encuentra frente a un impedimento legal: las comisiones son libres. Y otro político: las AFJP no quieren saber nada con mover las comisiones.
El día mismo de los anuncios, hasta último momento, ejercieron una enorme presión sobre el Gobierno para evitar la reducción de los aportes. Llegaron a advertir que el sistema de capitalización desaparecería en tres meses si se tomaba la medida, dado que deberían bajar las comisiones –decían entonces– y el negocio dejaría de ser rentable. Daniel Marx, viceministro de Economía, se mostró comprensivo frente al reclamo, pero su gestión ante Cavallo no prosperó. Las AFJP son propiedad de los bancos, que están en pie de guerra por la propuesta del canje de deuda (ver página 3). Ayer hubo una reunión de altos ejecutivos de las AFJP en la cámara que las agrupa, estudiando la estrategia a seguir. Ven venir una potente embestida del Gobierno para forzarlas a bajar las comisiones.
Una alternativa que seguramente explorarán tanto el Gobierno como las AFJP es reducir el costo del seguro, que en este momento absorbe entre 1,2 y 1,7 punto porcentual del aporte del afiliado. La solución técnica en estudio es modificar el momento en que las aseguradoras deben previsionar los pagos ante denuncias de siniestros. Actualmente, lo hacen 72 horas después de que el afiliado presenta la denuncia, aunque demoran un año en promedio en corroborar si existen fundamentos y, en caso afirmativo, empiezan a pagar el beneficio. Pero, como se dijo, el pago ya estaba previsionado desde el día en que llegó la denuncia. La propuesta sería que las aseguradoras dejen de previsionar los pagos. Con eso, durante un año, se eliminaría el pago del seguro, y eso haría bajar las comisiones.
Para el Estado, en tanto, la reducción de los aportes presenta otra complicación: una pérdida de ingresos de 400 millones de pesos anuales. Esto es porque la rebaja de aportes alcanza tanto a los afiliados a las AFJP como a los inscriptos en el régimen estatal. Pero Cavallo la compensó, e incluso salió ganando, al ahorrarse 500 millones con la unificación de los planes sociales.

 


 

REACCION DE LA PRENSA BRASILEÑA
Evitar las temibles “D”

“Las medidas no atacan frontalmente el principal problema de la Argentina, que es la paridad del peso con el dólar, que hizo perder competitividad a la economía”, sostuvo el ex presidente del Banco Central de Brasil y profesor de la Fundación Getulio Vargas, Carlos Langoni. Esa es una de las opiniones que se escucharon ayer en el país vecino tras la presentación del paquete económico. Había mucha expectativa por conocer las medidas, dado que la crisis local repercute en la economía brasileña.
En general, la prensa brasileña destacó que ese programa es un último intento por escapar a la cesación de pagos. Para el matutino Jornal do Commercio, “el paquete de medidas se propone alcanzar la reactivación de la economía sin devaluación, sin dolarización y sin default”. O Globo, por su parte, destacó que “la principal medida presentada por el presidente argentino es la renegociación de parte de la deuda del gobierno federal y de las provincias con bancos y fondos locales de pensión”.
El más pesimista fue el diario Correio Braziliense, que sostuvo que las “medidas de Domingo Cavallo no resuelven la crisis en Argentina; en la práctica, son el inicio de una moratoria”. En cuanto al impacto que pueden tener en Brasil, Langoni estimó que “la reestructuración de la deuda era una salida ya esperada por los inversores, por lo que no tendrá mucho efecto. Pero súi puede surgir una escasa presión sobre el tipo de cambio el próximo lunes”, concluyó.

 

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