A falta de pan, Huracán
se valió de jugadas con pelota parada y de su zaguero-goleador
Morquio para batir a Banfield 2-1 en Parque Patricios, en un partido que
tiene importancia en la tabla de los promedios. El primer tiempo fue de
un doble cero mayúsculo, ya que los protagonistas parecieron asociarse
para aburrir a todos.
En el segundo Huracán prevaleció por dos goles casi seguidos
de Morquio, a los 11 y a los 13 minutos. Banfield comprometió la
victoria de los locales a partir del descuento de Adrián González,
a los 22, también por vía aérea. Banfield sigue con
el peor promedio de la categoría, por lo que corre el riesgo de
regresar a la B Nacional, de la que ascendió hace apenas unos meses.
Huracán le dejó a Talleres el último puesto, pero
los cordobeses todavía reciben hoy a Vélez.
El primer tiempo fue de los peor que se haya visto en mucho tiempo. Hubo
mucho marca en la mitad de la cancha y ninguna solución ofensiva.
En la segunda parte, a Huracán lo salvó la tarea de Brindisi
durante la semana. La esperanza estaba en los corners y tiros libres para
aprovechar la eficacia de Morquio cuando sube a cabecear. Primero el grandote
cabeceó y venció a Cristian Lucchetti, tras tiro libre de
Luis González. Pronto Morquio giró cerca del arco, remató,
acertó y puso distancia. Banfield recuperó la esperanza
tras un cabezazo certero de Adrián González.
Después, apariciones aisladas de José Luis Sánchez
y la búsqueda permanente del grandote Daniel Bilos resultaron insuficientes.
Huracán festejó esta vez, pero de ninguna manera le alcanza
para dejar de preocuparse. A Banfield le va peor todavía.
ROJOS,
TALLARINES, CANALLAS Y VELEZANOS EN CRISIS
Dos partidos entre cuatro machucados
Central, que atraviesa una de
las peores criss institucionales de su historia, buscará olvidarse
por un momento de la mala situación que lo azota e intentará
hoy vencer a Independiente, en uno de los encuentros adelantados de la
décimo segunda fecha del Apertura.
En Rosario, la situación es muy delicada, y en este momento el
club no cuenta con Comisión Directiva, los empleados están
de paro, el estadio y la Ciudad Deportiva no tienen luz ni gas y encima
a los jugadores se les adeuda mucho dinero. En ese sentido, la situación
del técnico Juan José López tampoco es muy clara
y podría abandonar el cargo en las próximas horas.
A su vez, en Independiente también existe mucho malestar, después
de la eliminación del equipo de la Copa Mercosur, el último
miércoles, cuando perdió 4-0 ante Flamengo de Brasil. Para
colmo, en la tabla se ubican a 11 puntos del líder Racing, su rival
histórico.
Por su parte, en el otro partido que se disputará hoy, Talleres,
que desde el inicio priorizó la Copa Mercosur, apenas suma cuatro
puntos, y después de despedirse del certamen sudamericano intentará
recuperarse en el campeonato local ante Vélez. Precisamente, el
conjunto de Liniers viene de quedarse afuera de la Mercosur pero atraviesa
una doméstica rachita positiva de dos victorias consecutivas, ya
que venció 2-0 a Argentinos y 3-1 a Central.
La ayudita tuvo su
precio...
El Clásico de los afiches volvió a jugarse
en la madrugada de ayer. Después del triunfo de Boca por
3-1 sobre Racing, que también benefició a River en
la lucha por el campeonato, aparecieron los consabidos carteles
alusivos. Simpatizantes del equipo conducido por Carlos Bianchi
propusieron una variante más del eterno tema de la rivalidad
entre los consabidos adversarios, los dos más grandes del
fútbol argentino. Los vistosos pollitos tienen la siguiente
inscripción: Los buenos padres ayudamos a nuestros
hijos. El partido tuvo su suplementario en las paredes.
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