Por José
Natanson
Fernando de la Rúa Presidente
(de nuevo). El ministro de Turismo, Cultura y Deportes, Hernán
Lombardi, jefe de Gobierno porteño. Y el vocero oficial, Juan Pablo
Baylac, gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Página/12 revela en exclusiva el increíble plan del entorno
de De la Rúa para 2003, que en el radicalismo ya bautizaron el
plan de Gaby, Fofó y Miliki.
Quizás suene de mal gusto que, en medio de tanta crisis, allegados
al Presidente dediquen tiempo y energía a este tipo de iniciativas.
Pero ellos son así. Inmunes al malhumor popular, proyectan una
ingeniería política para las próximas elecciones:
la hipótesis de máxima es lograr alguno de los objetivos;
la de mínima, retener poder e iniciativa defendiendo candidatos
propios hasta el final.
El plan abarca los dos distritos más importantes del país.
En la Capital, la idea es candidatear a Lombardi. Joven y ejecutivo, Lombardi
es uno de los funcionarios más apreciados por De la Rúa
y un prominente integrante del Grupo Sushi. Según un joven funcionario,
la posición de Lombardi es ideal para construir una postulación,
ya que el nuevo Ministerio de Turismo, Cultura y Deportes no está
expuesto al desgaste del resto de las carteras. Es pura ganancia,
explicó.
Una versión que circuló por la Rosada en los últimos
días indicaba que, antes de que se definiera el recambio, Chrystian
Colombo resistía el proyecto de convertir la secretaría
de Turismo en un ministerio. Para el jefe de Gabinete, era un error conceptual
premiar a un funcionario eficiente elevando el rango de su área.
En vez de eso regalémosle una medalla, decía.
Por otro lado, Colombo había dicho públicamente que el número
de carteras se reduciría a seis o siete y se oponía a un
proyecto que, además de anular la señal de austeridad que
se pretendía mandar reduciendo estructuras, lo dejaría pedaleando
en el aire.
Sin embargo, cuando expuso estos argumentos, el jefe de Gabinete recibió
una respuesta directa e inapelable de boca de un integrante del entorno
presidencial. Hay una razón política de fondo: queremos
apuntalar a Hernán, le dijeron. Colombo decidió no
insistir.
Hasta ahora, Lombardi descarta su candidatura, tanto en público
como en privado. Sin embargo, un importante dirigente radical aseguró
que la noticia llegó a la UCR, y que incluso fue comentada en una
reunión partidaria.
En cualquiera caso, la sola existencia del proyecto revela la posición
del Grupo Sushi, que salió fortalecido del último recambio
ministerial. Cuenta con tres ministros Lombardi, Andrés Delich
y Patricia Bullrich, convertida en uno los funcionarios más poderosos
del Gabinete y con puñado de cargos claves: García
Batallán en Interior, Darío Lopérfido en la Secretaría
de Cultura y Darío Richarte como número dos de la SIDE.
Envalentonados por el avance, los jóvenes delarruistas planean
conquistar otros espacios. Si el PJ cede la presidencia provisional del
Senado, la idea es desplazar del cargo al misionero Mario Losada. O, como
segunda opción, correr al puntano Jorge Agúndez de la jefatura
del bloque. ¿Por qué tienen que ser Losada y Agúndez,
que no ganan en sus provincias ni de casualidad?, se preguntaba
un funcionario cercano a Antonio, que propone como alternativa a Gerardo
Morales. Ex secretario de Desarrollo Social, Morales es joven, tiene una
buena relación con De la Rúa y fue electo senador en las
últimas elecciones, logrando la hazaña de romper la hegemonía
justicialista en Jujuy.
Pero el plan del entorno de De la Rúa para 2003 también
tiene una pata bonaerense en la persona de Baylac. Aunque no es un delarruista
de toda la vida, y su estilo lo aleja de la modernidad sushi, el hombre
se ha ido ganando a fuerza de trabajo y lealtad un espacio en la mesa
chica del gobierno. Tanto, que algunos han comenzado a alentar su candidatura.
Desde luego, antes deberá triunfar en la interna de la UCR bonaerense,
controlada desde hace una década por el trío integrado por
Federico Storani, Leopoldo Moreau y Juan Manuel Casella. En junio, cuando
se celebraron las últimas internas, la oposición encarnada
por Melchor Posse, Enrique El Japonés García
y Ricardo Alfonsín sorprendió al obtener el 46 por ciento
de los votos, contra el 54 para el oficialismo.
Aunque formalmente se mantuvo neutral, las simpatías de De la Rúa
estaban con la lista opositora. Sin embargo, el Presidente no jugó
a fondo. Si hubiera echado a todos los funcionarios de Fredi y Moreau,
si hubiera ayudado en serio, la lista de Posse podría haber ganado,
se lamenta un integrante del Grupo Sushi. Pero la próxima
vez vamos a dar pelea con todo y vamos a ganar, promete.
En caso de que logren derrotar al trío de Storani, Moreau y Casella,
el proyecto es candidatear al vocero oficial. Juan Pedro Tunessi, un diputado
de Bahía Blanca amigo de Baylac, es uno de los impulsores de la
postulación. Consultado por este diario, Baylac dijo que no
es momento de candidaturas. Pero agregó: No se trata
de una decisión personal sino de conjunto. Sería un gran
honor.
Con las postulaciones de Lombardi y Baylac, el entorno delarruista pretende
apuntalar la candidatura del Presidente para 2003. Ahora, entusiasmados
con la recepción del nuevo paquete económico, el círculo
más cercano a De la Rúa habla con menos pruritos del proyecto
para las próximas elecciones. El viernes por la noche, la primera
plana del Gobierno festejó en Olivos. Fue un encuentro informal
del que participaron varios ministros: Bullrich, Delich, Adalberto Rodríguez
Giavarini. Estaba el titular de Diputados, Rafael Pascual y Colombo, que
llegó con su hijo. De la Rúa aprovechó para presentar
a Jacob Frenkel, nuevo asesor estrella de Domingo Cavallo.
Ante una consulta de Página/12, un integrante del entorno presidencial
dijo que, si las nuevas medidas funcionan, el insólito proyecto
para 2003 es viable. Si el nuevo plan económico da resultado,
si la economía comienza a recuperarse, esto tiene sentido,
explicó.
Aunque usted no lo crea.
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