Por Laura Vales
Raúl Tato
Romero Feris y el radical Ricardo Colombi llegaron al día del ballottage
que definirá cuál de los dos será el nuevo gobernador
de Corrientes, prácticamente empatados en intención de voto.
Los encuestadores anticipan que hoy habrá una pelea muy pareja,
cuerpo a cuerpo, entre los dos candidatos. Y en las calles de la capital
provincial los correntinos ya discuten cómo será el día
después. La gran pregunta es qué va pasar si Romero Feris,
preso desde hace dos años y condenado hace cinco días, gana
la elección.
La situación mantiene en estado de debate a la provincia. En los
zaguanes, arriba de los taxis, en decenas de radios FM, todo el mundo
hace saber su opinión, toma postura y explica sus motivos con algo
que se parece bastante a la pasión. La cuestión tiene el
condimento de que el propio Romero Feris interviene en el tema desde su
celda vip en el escuadrón de la Gendarmería Nacional, de
donde no puede salir pero sí hablar por teléfono. Si
gano, voy a usar mis fueros, anticipó ayer. Nadie me
va a impedir que asuma la gobernación.
Desde el 14 de octubre, Corrientes quedó dividida en dos, aunque
cada mitad se sigue definiendo en relación a Tato: Aquí
se está con él o contra él, resume Fernando
Costa, votante de a pie.
En la última semana de campaña hubo una escalada de amenazas
telefónicas y algunos incidentes. Una marcha del Frente de Todos
fue apedreada por una decena de tatistas, pero no tuvo mayores consecuencias
que el susto. La guerra electoral se está librando en los barrios
de las afueras, donde los punteros reparten bolsones de alimentos y promesas
de puestos de trabajo.
Y en las paredes. Donde antes decía Volvé Tato
con letras de aerosol negro, ahora se lee DeVolvé Tato.
Al candidato radical, en cambio, le toca sufrir por asociación
con el gobierno nacional. ¿Sabe lo que va a hacer Colombi
si llega a la gobernación? preguntan los volantes que se
reparten por estos días. Y del otro lado del papel se responde:
Nada. ¿Qué esperaba?.
Los comicios de hoy pondrán fin a dos años de intervención
federal, en vigor desde diciembre de 1999. El Frente para la Unidad de
Romero Feris representa a una alianza del Partido Nuevo con el menemismo.
El Frente de Todos, con la fórmula Colombi-Eduardo Galantini (PJ),
una inédita suma de radicales, liberales, justicialistas y cavallistas.
¿Cómo van a votar los correntinos? El último estudio
de la consultora Ibope, vinculada a la intervención, marca una
intención de voto del 44 por ciento para Colombi y 40,6 para Romero
Feris, en base a mil casos relevados en toda la provincia. La situación
se puede definir como un empate técnico, con una leve ventaja para
Colombi, definió el titular de Ibope, Enrique Zuleta Puceiro.
Se espera que haya una cantidad mayor de votos en blanco e impugnados
que en la primera vuelta, una característica de todos los ballottages,
en los que siempre queda un sector de electorado que no se siente representado
por ninguna de las dos opciones en juego.
Al parecer, la reciente condena contra Tato no tuvo demasiado incidencia
en los votantes. Un dato llamativo es que el 91 por ciento de los encuestados
dijo conocer el fallo, pero la mayoría de la gente (el 53 por ciento)
no esperaba que tras la condena se le impidiera competir. Cuatro de cada
diez consultados, además, no hubieran considerado justo que no
le permitieran ser candidato por el hecho de haber sido encontrado culpable.
Tato fue sentenciado el miércoles a tres años
y seis meses de prisión efectiva por abuso de autoridad en la construcción
de un corsódromo. El tribunal oral le fijó además
una inhabilitación de siete años para ejercer cargos públicos,
pero la justicia electoral consideró que como no se está
ante una sentencia firme, sigue habilitado. En septiembre, la Corte Suprema
había avalado su candidatura en atención a que el Pacto
de SanJosé de Costa Rica reconoce los derechos electorales de los
detenidos sin condena.
La gente fue
defraudada
Gerardo Marturet fue uno de los miles de correntinos que en el
99 salieron a las plazas con un reclamo que comenzó
por un atraso salarial y terminó en un cuestionamiento profundo
hacia el modelo político del caudillismo. Secretario general
de los docentes de SUTECO, considera que la intervención
apostó a desanimar la participación política.
También que se siente esperanzado de que estas elecciones
signifiquen un quiebre en la historia de Corrientes.
¿Cuál es la expectativa de los que estuvieron
en la plaza?
La posibilidad de que la política se empiece a practicar
de otra manera.
¿En esta campaña se vieron diferencias con respecto,
por ejemplo, al reparto de comida y planes de trabajo?
No; se sigue repartiendo desde todos lados, en eso no notamos
un gran cambio. Se repartieron chapas de cartón, comida,
lo de siempre.
¿Por qué cree que Romero Feris consigue una
adhesión tan alta?
Es un tema complicado; creo que parte de lo que sucede es
que hay gente que tenía grandes expectativas con la intervención
y hoy se siente defraudada. La plaza tuvo un costado anárquico,
desordenado, falto de una conducción centralizada, pero a
la vez representó un salto para mucha gente que por primera
vez se atrevió a desobedecer a un modo muy feudal de vincularse
con el poder. Gente que había pasado años bajando
la cabeza, pensando que la única salida era rezarle a la
virgencita de Itatí o al gauchito Gil y que descubrió
que su opinión valía.
¿Ese impulso se perdió?
Al menos fue muy desaprovechado. Yo creo que la intervención
se equivocó gravemente en un punto, que consistió
en plantear que lo único que había pasado en el 99
fue que los chicos perdieron un año de clases. Ellos redujeron
un movimiento con un significado muy profundo a la pérdida
del año lectivo del 99, como si en los 300 años
anteriores en Corrientes no hubiera pasado nada. Y está el
problema de la falta de trabajo, porque en los últimos años
hubo despidos que fueron planteados como casos de ñoquis,
pero que no lo eran. El tema del trabajo, junto a la falta de espacios
de participación real fueron cuestiones claves en estos años.
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RICARDO COLOMBI.
Esto fue
botín de guerra
Por L. V.
Ricardo Colombi es la contracara de Romero Feris. Parco
frente a la verborragia de Tato, y de perfil bajo, el candidato
del Frente de Todos apuesta a mostrarse como un administrador eficiente,
más que como un político tradicional. En Corrientes
dicen de él que es una de esas personas con suerte. Y muestran
pruebas: en el 91 entró al Concejo Deliberante de su pueblo,
Mercedes, como parte de una bancada radical en minoría. Por
ese entonces el intendente no era elegido por el voto directo sino
por la mayoría del cuerpo legislativo. Una fuerte interna
entre sus pares liberales, autonomistas y peronistas lo convirtió
en el único candidato de consenso para ocupar la jefatura
comunal. Cuatro años más tarde Mercedes eligió
por primera vez intendente por el voto directo: Colombi se presentó
a la reelección y la ganó. En el 95 volvió
a proponerse y a ganar. Mercedes, dice él, es una de
los pocos municipios de la provincia sin deuda, y a eso la gente
lo valora.
¿Qué se juega en estas elecciones?
Lo que está en disputa es el modelo de provincia. Se
va a decidir si se quiere una Corrientes con valores, con honestidad,
donde se respete al ciudadano o si se continúa un modelo
de corrupción, basado en las dádivas y en el miedo.
Si es electo, va a gobernar sin mayoría en la Legislatura.
Sí, pero creo que es una cuestión superable.
En septiembre los principales partidos firmamos un acuerdo de gobernabilidad
previendo este escenario. Y la decisión es que se cumpla.
¿En qué consiste ese compromiso?
En impulsar la reforma de la Constitución, la reforma
política, la transformación de la Justicia para que
funcione de manera independiente. Otro de los problemas que tiene
la provincia es la policía está muy ligada a los partidos
políticos que manejaron el poder; el compromiso también
alcanza ese punto.
En una provincia con tan baja actividad económica,
¿cuántas personas dependen del Estado?
Hay casi cuarenta mil empleados estatales, lo que implica
que por lo menos doscientas mil personas dependen de un sueldo estatal,
pensando en familias con promedio de cinco integrantes.
¿Usted cree que puede cambiarse la cultura del clientelismo
político mientras no haya otras fuentes de trabajo para los
correntinos?
Se pueden cambiar algunas cosas. Cuando hablamos de una reforma
política pensamos sobre todo en convertir a la Legislatura
en unicameral y en crear mayores mecanismos de participación
y control. Acá el Estado fue considerado como un botín
de guerra para el partido gobernante, donde se podían nombrar
ñoquis al por mayor; eso es lo que no puede volver.
¿Reforma del Estado implica nuevos despidos?
No, no en esta situación. Pero sí en eliminar
lo que son cargos políticos.
¿Que opina del nuevo paquete económico?
A nosotros nos beneficia, porque vamos a poder refinanciar
nuestra deuda a una tasa menor que la tenemos ahora. La deuda es
el problema más serio que tiene Corrientes. Se deben mil
trescientos millones de pesos y se están pagando intereses
mensuales por 23 millones.
¿Y cuál es la recaudación propia de la
provincia?
Es muy baja, de menos de siete millones.
O sea que sin la coparticipación, Corrientes no podría
funcionar.
Sin los fondos que envía la Nación, acá
se para todo.
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TATO ROMERO FERIS.
Nadie
lo va a detener
Por L. V.
Tato Romero Feris se siente a un paso de alcanzar
un doble triunfo: la gobernación y la libertad. Desde su
celda vip en el escuadrón de Gendarmería, donde hizo
acondicionar dos habitaciones y montó un despacho para recibir
visitas, el candidato dice que nadie le va a impedir
que asuma en caso de ser electo.
Sin embargo, no parece que su situación legal le permita
recuperar la libertad antes de diciembre.
Si gano, una vez que tenga el diploma de gobernador, van a
estar dadas las condiciones para recuperar la libertad, porque se
inicia la inmunidad.
Es decir que usaría los fueros.
Nadie va a impedir que me haga cargo de la gobernación.
Ese es el próximo paso.
¿No tiene todavía 14 causas judiciales abiertas.
Quedan varias, sí, pero ¿qué quiere que
haga si me abrieron como 60 procesos? Volaba una mosca y era mi
culpa. Es más, yo creo que en estas condiciones tienen que
darme rápidamente la libertad. Fíjese que no pudieron
demostrar que me haya quedado con dinero del Estado; si no hubo
peculado, mal pueden acusarme de enriquecimiento ilícito
y de asociación ilícita.
¿Y si pierde?
Seguiré haciendo política, pero perder no está
dentro mis hipótesis.
¿Por cuánto espera ganar, entonces?
Acá se puede ganar por un voto, porque como es segunda
vuelta con eso basta, pero yo tengo razones para esperar un triunfo,
porque en la Capital vamos a volver a hacer una elección
fuerte y en el interior, donde sacamos menos votos, vamos a achicar
la diferencia.
Usted no se considera responsable por la crisis que llevó
a la intervención.
No, no es mi responsabilidad, de ninguna manera. Yo fui gobernador
hasta el 97 y Braillard Poccar fue gobernador del 97
a ese momento del 99.
Pero las crisis no se generan en dos años.
No es así; la crisis en Corrientes fue una crisis política.
Corrientes como todas las provincias del país tenía
su deuda. Nosotros planteamos la refinanciación, pero no
nos dieron la refinanciación y se fue ahogando a la provincia,
que no pudo pagar los sueldos. Con ese argumento voltearon el gobierno.
La no refinanciación de la deuda fue el mecanismo para ahogarnos.
La provincia venía muy bien, venía muy fuerte.
Revisando el archivo, encontré un reportaje de hace
un año y medio en el que usted dice que la culpa de estar
en prisión la tiene su hermano Pocho. ¿Sigue pensando
lo mismo?
Bueno, ése fue el origen de todo este proceso, si hasta
fabricaron expedientes para acusarnos. Pero en estos momentos he
recuperado mi relación familiar con el senador Romero Feris.
Estamos conversando, hablando de nuevo como hermanos.
¿Entonces?
A las cosas que pasaron prefiero enterrarlas, olvidarlas.
Quiero reiniciar una nueva etapa.
¿Habló con Menem en estos días?
Sí, hemos estado hablando, siempre hablamos. Nos une
un afecto de ida y vuelta. Yo lo respeto mucho en lo político.
¿Y apuesta a que vuelva al poder?
Tengo esperanzas de que vuelva al gobierno. En lo que pueda
ayudar para que así sea yo voy a ayudar, eso se lo aseguro.
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