Por
Virginia Quirke
Desde Jerusalén
Un tirador palestino desparramó rondas de fuego de bala contra
un ómnibus israelí ayer, matando a dos de sus pasajeros
e hiriendo a unos 45 antes de ser abatido por israelíes armados.
El asalto subrayó la vulnerabilidad de Israel a los ataques palestinos
pese a su poder militar. De acuerdo con testigos presenciales, un solitario
tirador se había apostado en la calle disparando un rifle automático
contra el ómnibus repleto de pasajeros, que se precipitaron a abandonar
el vehículo mientras la gente se bajaba de los automóviles
y huía de la escena. Uno de los pasajeros contó que estábamos
viajando a Jerusalén en el ómnibus número 25. De
repente nos disparan. Vemos al terrorista disparándonos. Seguía
disparando. No paraba. Otros dos hombres fueron vistos huyendo de
la escena, aunque no era claro si habían estado involucrados en
el atentado.
El movimiento radicalizado Ji-had Islámica asumió la responsabilidad
por el ataque, identificando al tirador como Hatem Yaein al-Shuweiki,
de la ciudad cisjordana de Hebrón. El brazo militar de Jihad
Islámica reivindica su responsabilidad por este heroico martirio,
dijo un comunicado faxeado a la agencia Reuters en Beirut. La Autoridad
Palestina, por su parte, condenó el tiroteo en los términos
más enérgicos y dijo haber ordenado a sus fuerzas
de seguridad el arresto de los responsables, para agregar que esto
sólo dará excusas a Israel para seguir atacándonos.
Los disparos vinieron horas después de que el gobierno israelí
dijera que retiraría sus tropas de la localidad cisjordana de Kalkilia,
una de las cinco aldeas palestinas que ocupó después del
asesinato del ministro de Turismo Rehavam Zeevi el mes pasado. Ayer por
la mañana, el Ejército israelí demolió tres
fábricas palestinas sospechadas de producir proyectiles de mortero
en la Franja de Gaza. El atentado de ayer alentó especulaciones
de que el gobierno podría suspender su anunciada retirada de Kalkilia,
pero el ministro de Defensa Benjamin Ben Eliezer afirmó que los
planes seguían en firme y no serían alterados. El canciller
Shimon Peres declaró por su parte que no hay duda que haremos
todo lo posible para responder a estos terroristas, pero también
dijo que pensaba que el retiro de Kalkilia seguía en pie.
El ataque al ómnibus también ocurrió un día
después de que el primer ministro israelí Ariel Sharon cancelara
una visita a Estados Unidos para reunirse con el presidente George W.
Bush y discutir los esfuerzos para reactivar las conversaciones de paz.
Esta es la razón por la cual Sharon se ve forzado a cancelar
su visita a EE.UU. dijo el jefe de la oficina de prensa del gobierno,
Daniel Seaman. La seguridad aquí debe ser garantizada o por
(el líder palestino Yasser) Arafat o por Israel, y Arafat no está
haciendo nada en el terreno para controlar el terrorismo. Se esperaba
que Sharon se reuniera con el presidente Bush el 11 de noviembre, durante
el debate anual de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva
York. También se esperaba que se reuniera con el primer ministro
británico Tony Blair en una escala en el Reino Unido mientras se
hallaba en camino a Estados Unidos, pero los asesores de Sharon dijeron
que la situación de seguridad en Israel significaba que el primer
ministro no podía viajar. No se acordaron nuevas citas.
Algunos analistas en Israel dicen que Sharon canceló su gira transatlántica
porque ésta se habría convertido en una plataforma de relanzamiento
de algún tipo de conversaciones de paz israelo-palestinas. La administración
estadounidense se preocupa por la posibilidad de que los avances de Israel
en las cinco aldeas gobernadas por los palestinos pueda poner en peligro
el respaldo árabe y musulmán a la campaña contra
Osama bin Laden.
El ataque de ayer no fue el primero en que tiradores palestinos han provocado
pánico en el hipertransitado cruce de French Hill en el norte de
Jerusalén. El 22 de febrero, un israelí fue herido de un
disparo por unpalestino en el lugar, y el 27 de marzo un hombre bomba
de Hamas se hizo estallar en la misma esquina, hiriendo a 30 personas.
Mickey Levy, jefe de policía de Jerusalén, dijo que el atacante
de ayer había disparado unas 30 balas antes de ser muerto. Este
cruce está vigilado por la policía de Jerusalén las
24 horas del día, dijo Levy. Dos policías fronterizos
que se encontraban en sus puestos de control convergieron sobre el atacante
y uno de ellos lo mató. Un soldado y un civil armado también
participaron de la empresa.
Avi Shavul, de 18 años, estaba esperando el ómnibus que
lo llevaría a casa cuando comenzó el tiroteo. Oí
disparos y me refugié detrás del puesto de espera del ómnibus
comentó. Hubo un silencio de unos pocos segundos, más
disparos y entonces todo el mundo entró en pánico.
Liat Shalom, de 15 años, estaba esperando por su ómnibus
cuando escuchó un fuerte ruido como de chisporroteo.
Vi vidrio volando en todas direcciones dijo la chica.
Supe de entrada qué era: eran los árabes tratando de matarnos
de vuelta.
* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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