Por David Cufré
A medida que pasan los días, Domingo Cavallo va poniendo en palabras lo que todos sabían, pero el Gobierno �y él en primer lugar� no se animaban a admitir: que la deuda, en las condiciones pactadas, es impagable. Primero sostuvo que el Estado no puede aceptar tasas de interés superiores al 7 por ciento, y lanzó el canje de deuda. Ayer reveló otro dato clave: los vencimientos de capital de los nuevos bonos se postergarán tres años. Eso significa un virtual reconocimiento de que no tiene forma de cumplir con los acreedores. Esa moratoria en el pago del capital de la deuda es una instancia que es la primera vez que se alcanza en este ciclo de endeudamiento iniciado hace dos décadas. El ministro de Economía dijo que la reestructuración de la deuda es el único plan posible �para cambiar de rumbo, para no estrellarnos�. No fue una mención casual, intercalada en un discurso farragoso, sino el eje de su exposición ante cientos de empresarios y banqueros que colmaron el salón auditorio del Banco Nación.
La secuencia de argumentos que presentó Cavallo para respaldar la decisión del canje de deuda fue la siguiente:
�El nivel actual de riesgo país lo único que refleja es el avance de la Argentina hacia la cesación de pagos. No podemos pagar estas tasas.�
�Cualquier persona sensata sabe que Argentina no puede crecer si tiene que pagar intereses sobre su deuda que van del 11 al 25 por ciento, y en el caso de algunas provincias, a más del 30 por ciento anual.�
�Sólo con crecimiento se pueden pagar los intereses, en cualquier país del mundo.�
�No se puede llegar al déficit cero sin una fuerte reducción de los costos de la deuda.�
�Los nuevos títulos estarán garantizados por la recaudación impositiva. Será un compromiso establecido en contratos. Pero lo haremos para pagar intereses pagables, no para pagar intereses imposibles de pagar.�
Es cierto que Cavallo suele tener violentos cambios de opinión, y que lo que un día afirma al otro lo niega, pero ayer fue demasiado lejos como para que le quede la chance de arrepentirse. El mediterráneo está lanzado, jugando su suerte a la reprogramación de la deuda. Según dijo, hoy se darán a conocer las condiciones de la operación. Pero anticipó algunos puntos. En primer lugar, que el canje estará dividido en dos etapas. La inicial consistirá en el trueque de títulos a nivel local, con la participación de bancos, AFJP, aseguradoras, fondos comunes de inversión y pequeños ahorristas. Eso ocurrirá en el corto plazo, antes de fin de mes. Una vez probado el éxito de la operación, confía Cavallo, se avanzará con la reestructuración internacional, �dentro de dos, tres o cuatro meses�, estimó.
El segundo dato que adelantó el ministro fue que �los vencimientos de capital de los próximos diez años se trasladarán tres años hacia adelante�. No sería poco logro si los acreedores aceptaran esa condición. El gobierno de Fernando de la Rúa y el que lo suceda tendrían por un buen tiempo el camino despejado para intentar recomponer la economía, sin la presión de tener que cubrir vencimientos de capital. La gran pregunta sigue siendo por qué los acreedores lo aceptarían. Y Cavallo adelantó qué ocurrirá si no lo hacen, al afirmar que la Argentina no podrá crecer y, por tanto, pagar la deuda. En otra palabras, el canje es el plan para �no estrellarnos�.
El último jueves, cuando se dieron a conocer los anuncios, los banqueros faltaron a la presentación del ministro en el Banco Nación. A través de su ausencia hicieron notar su opinión sobre el canje. Sin embargo, ayer hubo varios hombres de las finanzas escuchando a Cavallo. Estuvieron ejecutivos de los bancos de inversión, como el JP Morgan que mide el riesgo país, y de la banca minorista. El Gobierno todavía deberá gastar bastante energía para convencer a los tenedores de títulos locales que se sumen al canje, pero la tajante oposición inicial de los banqueros parece haberse diluido.�Yo me voy a sumar y creo que la mayoría de mis colegas también lo harán�, declaró José Rhom, una de las autoridades del Banco General de Negocios. Claro que este banco es socio del First Boston Credit Suisse, el banco de David Mulford, amigo de Cavallo que hizo un negocio inmejorable con el megacanje.
En diálogo con Página/12, consultores económicos, ex funcionarios y directivos de la banca pública coincidieron en pronosticar que habrá acuerdo con los banqueros, por lo que Cavallo cumpliría con la primera de las fases que se fijó para la reestructuración. Pero el aparente cambio de postura de los operadores financieros tiene varias explicaciones:
Mejores garantías. Los bancos comienzan a aceptar que es mejor cobrar una tasa de interés menor a no cobrar nada. De la Rúa ya decretó que los nuevos bonos estarán garantizados con la recaudación impositiva.
Mejorar la calidad de los activos.
En este momento los bancos tienen en sus carteras bonos devaluados, que cotizan en el mercado al 50 por ciento de su valor nominal. Cavallo les ofrece que entreguen esos títulos, a cambio de un préstamo al 7 por ciento anual que podrán contabilizar al 100 por ciento. Eso les dará un incremento de capital que no estará alcanzado por el impuesto a las Ganancias.
Potenciales nuevos clientes.
Los bancos estiman que se emitirán más de un millón de tarjetas de débito, gracias a las diferentes formas en que el Gobierno estimula su utilización. Es la posibilidad de concretar un buen negocio.
Asistencia directa. Cavallo afirmó que �el Banco Central va a utilizar todos los mecanismos� a su alcance para asistir financieramente a los bancos, en momentos en que la crisis también los golpea por la salida de depósitos.
Doble oportunidad. Los tenedores de bonos que se sumen al primer canje tendrán la oportunidad de acceder a las condiciones de la reestructuración internacional, en caso de que éstas resulten mejores.
La meta es U$S 60 mil millones
El Ministerio de Economía dará a conocer hoy las condiciones del canje de deuda local, pero el viceministro, Daniel Marx, anticipó algunos datos. El más relevante es que la reestructuración de la deuda a nivel global ascenderá a 60 mil millones de dólares. En este momento circulan por el mundo títulos argentinos por algo más de 90 mil millones, pero muchos de ellos tienen garantías especiales y por lo tanto quedarán al margen de la operación. El resto de la deuda pública, que en total ronda los 135 mil millones, es con organismos internacionales como el FMI y otros acreedores institucionales.
El secretario de Finanzas precisó ayer que el canje local estará concluido �antes de fin de mes�, pronóstico que evidencia la certeza de los funcionarios de Hacienda en que los bancos, AFJP y otros tenedores locales de deuda se sumarán a la operación. Por otra parte, Marx indicó que �quedan excluidas de este canje y también del global las Letras del Tesoro (Letes)�, porque �son emitidas contra certificados de crédito fiscal� y porque son consideradas instrumentos útiles para las operaciones financieras.
También quedan fuera de la propuesta los bonos Par y Discount (tienen garantías especiales), el Bono 2002 del Gobierno nacional, Letras Externas de la Argentina, certificados de crédito fiscal, y Bonos Globales de la Argentina cero cupón (garantizados por el Banco Mundial).
Marx señaló que estos títulos serán tomados a la par en el curso de este mes. Por último, sostuvo que este trueque �no sentará precedentes para la operación global� y que la Argentina está cumpliendo �con todos los contratos existentes�, en un intento de que no le cuelguen el cartelito de default. |
Feletti y Olivera
Dos titulares de bancos oficiales salieron a respaldar el nuevo paquete de Cavallo. El presidente del Banco Ciudad, Roberto Feletti, opinó ayer que las medidas económicas apuntan a reducir un nivel de riesgo país exageradamente alto para la Argentina, mientras el titular del Banco Nación, Enrique Olivera, destacó que se fortaleció la confianza de los ahorristas. �Yo tengo un moderado optimismo. Las medidas tocan temas muy importantes: trabajar con un nivel de tasa de interés por la deuda pública�, dijo Feletti. Por su parte, Olivera dijo que tras las medidas económicas �los inversores pequeños y medianos continúan sus depósitos con absoluta confianza, y estas medidas robustecen la confianza del pequeño y mediano inversor�. |
TENSAS NEGOCIACIONES CON LAS AFJP POR EL NIVEL DE LAS COMISIONES
Avanzar sobre los fondos capitalizados
A poco de haber presentado el nuevo plan social, la ministra Patricia Bullrich debió abocarse a negociar con las administradoras de fondo de pensión una fórmula para impedir que las comisiones que éstas cobran licuen íntegramente el aporte a las cuentas de capitalización. Mañana, la ministra de Seguridad Social presentaría a las AFJP opciones para solucionar el problema que generó la dispuesta reducción de aportes, menú que por ahora se estudia sólo en el ámbito oficial.
Hoy las AFJP cobran por sus servicios una comisión equivalente al 3,4 por ciento del salario, deducida del aporte personal. Según las nuevas medidas, éste será reducido de 11 al 5 por ciento, con lo cual el trabajador adscripto al sistema de capitalización sólo podría capitalizar en su cuenta un magro 1,5 por ciento sobre su sueldo.
Bullrich analizó el tema con el superintendente de AFJP y el secretario de Seguridad Social, quienes tienen ahora la responsabilidad de perfeccionar una fórmula en cuyo diseño no participaron: la iniciativa de reducir los aportes personales para estimular el consumo es una idea exclusiva del ministerio de Economía.
Hasta ayer el gobierno aún no había encontrado una alternativa que pudiera seducir a las AFJP y, al mismo tiempo, fuese legalmente admisible. En esta búsqueda consideraba como la variante políticamente más factible la de cambiar la base de cálculo y no la envergadura de la comisión. En otros términos: ésta se calcularía sobre los fondos capitalizados en cada cuenta y no sobre el salario.
Pero tanto este camino como el de reducir las comisiones fijas entrañarían una serie de cambios legales que, en algún caso, hasta podrían demandar un decreto de necesidad y urgencia. Estos escollos son para Seguridad Social de talla similar al de tener que convencer a las AFJP para que admitan un cambio en las reglas de juego, en particular si éste no las favorece.
Resolver de modo exitoso esta negociación resulta imprescindible. Por un lado, hay una gran presión de las administradoras no sólo para resguardar su rentabilidad sino para que el gobierno las preserve de posibles demandas de sus afiliados por cualquier cambio en las condiciones. Pero además, las AFJP también son protagonistas absolutas de la primer etapa del canje de deuda, punto neurálgico del nuevo plan económico.
Otro punto gris es el real alcance de aquella reducción de aportes. Si bien el decreto que lo dispone involucra también al régimen de reparto, el vocero presidencial, Juan Pablo Baylac, aseguró que en cualquier momento se divulgaría una norma acotando su alcance al de capitalización. Pero hasta anoche no había ocurrido nada de eso.
�FINANCIAL TIMES� PONE DUDAS AL CANJE
¿Qué harán los inversores?
El plan canje de deuda impulsado por Argentina necesita del apoyo internacional, aunque éste posiblemente no se concrete hasta que el gobierno nacional llegue a un acuerdo con los gobernadores provinciales sobre la coparticipación de impuestos, señaló ayer el diario británico
Financial Times.
El prestigioso medio sajón aseguró que la posibilidad de una cesación de pagos de parte de la Argentina sobrevoló los mercados y que esa situación tuvo mayores fundamentos cuando De la Rúa �anunció una propuesta para reducir el pago de intereses en por lo menos el 40 por ciento�.
El FT recordó que Argentina entró en su cuarto año de recesión y que �incluso Domingo Cavallo, elogiado por su éxito en el control de la hiperinflación hace una década, no ha logrado un cambio en la situación�. La economía, según el diario, sigue contrayéndose y para llegar al déficit cero, las autoridades han seguido cortando los gastos, �enviando al país peligrosamente más abajo en la espiral de la caída económica�.
El FT sostuvo que los detalles del canje aún no se conocen pero que se basa en la idea de cambiar los bonos que �rinden un promedio superior al 25 por ciento anual, por una nueva emisión que pagará el 7. Para la nueva deuda se ofrecerá a los inversores garantías, basadas en ingresos impositivos futuros�. El diario se preguntó: �¿como reaccionarán los inversionistas?� y dice que la Argentina insiste en que el plan es voluntario, �pero probablemente pocos estarán dispuestos a aceptar un rendimiento mucho más bajo sólo sobre la base de que los pagos serán garantizados por los ingresos impositivos futuros�.
OPINION
El simulador
Por Alfredo Zaiat
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