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 El agua de las inundaciones en la provincia de Buenos Aires llegará hoy a la Plaza de Mayo. Con más de 3500 evacuados, 4 millones de hectáreas anegadas y lluvias que persisten en la zona central del país, los productores nucleados en la Federación Económica Bonaerense convocaron a una caravana hasta la Casa Rosada para reclamarle soluciones a la Nación. Los distritos más afectados son los de General Villegas, Rivadavia, Adolfo Alsina, Monte, General Paz y Chascomús. La inundación se está acercando peligrosamente a las zonas urbanas y esto llevó a que algunos municipios tomaran la decisión de "cortar" el trazado de varias rutas para abrir canales por donde pueda drenar el agua. Pero también se produjeron decisiones inconsultas de vecinos desesperados, como en Rivadavia, que podrían derivar en serios conflictos entre los distritos afectados.
Anticipándose a la marcha de protesta, el Gobierno nacional anunció que en enero comenzarán las obras tendientes a mejorar la situación en la cuenca del río Salado, de La Picasa hacia el sur, como parte de los trabajos tendientes a mejorar la infraestructura hídrica en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y La Pampa. Los anuncios fueron hechos por el secretario de Obras Públicas, Aníbal Tothamel, luego de una reunión del Gabinete de Emergencia para las Inundaciones.
El secretario de Provincias, René Bonetto, anticipó que el Fondo Hídrico, que servirá para financiar las obras, contará con un aporte de 300 millones de pesos anuales. Bonetto confirmó la prórroga de los vencimientos para los productores afectados, muchos de los cuales hoy igual marcharán hacia la Casa de Gobierno. Hasta ayer, el Ministerio de Desarrollo Social había distribuido 144 mil kilos de suministros entre 60.500 afectados en las cuatro provincias.
La Dirección de Defensa Civil bonaerense confirmó anoche que los evacuados suman 1073, mientras que en forma extraoficial se estimó que unas 2700 personas abandonaron sus hogares por sus propios medios ante el avance permanente de las aguas. En General Villegas permanecían aisladas las localidades de Banderaló, Elordi y Villa Sauce.
La Dirección de Hidráulica dispuso el "corte" de la Ruta Provincial 33, en General Villegas, para abrir un canal y permitir que las aguas corran hacia zonas menos anegadas. Algo similar se decidió en territorio del partido de Carlos Tejedor, donde se harán dos túneles que perforarán el trazado de la Ruta Nacional 226, a la altura de las vías del ex ferrocarril Sarmiento. En Tejedor, como en otras localidades bonaerenses, el agua ya está muy cerca de las zonas urbanas. En Rivadavia, en el noroeste bonaerense, un grupo de pobladores resolvió abrir las compuertas de un canal que atraviesa el distrito, a pesar de la oposición del director de Hidráulica bonaerense, Angel Maidana. El intendente de Rivadavia, Sergio Buil, admitió que la medida podría provocar el desborde del canal y anegar las localidades de Fortín Olavarría, Sundbland y Roosevelt, en Trenque Lauquen.
Con motosierras y picos, centenares de vecinos destruyeron el tapón que obstruía el canal. Según el director de Hidráulica, la medida era innecesaria, ya que el canal podía todavía retener una crecida de 1,20 metro. Ahora el agua se dirige hacia una zona conocida como Bajo Vidaña, que tiene "muy poca salida", explicó Maidana. Por la noche, el intendente Buil acompañó a los vecinos y se quejó del gobierno de Carlos Ruckauf: "Nos dejó abandonados", aseguró. Buil sostuvo que el gobierno provincial "no está a la altura del drama que vive la gente".
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