Por Eduardo Videla
Ante la falta de evidencias que permitan avanzar en la investigación del crimen de Miguel Lecuna �el esposo de al animadora Georgina Barbarrosa�, el debate se volcó hacia la necesidad de imponer mayores controles al servicio de taxis. El jefe de la Policía Federal, Rubén Santos, propuso limitar la libre circulación de estos vehículos por las zonas céntricas de la ciudad de Buenos Aires, e implementar un régimen de paradas, como medida para incrementar la seguridad. La propuesta es analizada tanto por los empresarios del sector como por el gremio de los conductores de taxis, así como por el propio gobierno porteño, que ayer decidió impulsar una norma para endurecer las sanciones a aquellos propietarios que alquilan su vehículo a choferes no habilitados como tales.
Lo único que quedó claro en los tres días que pasaron desde el salvaje crimen de Lecuba, es la ingenuidad con que las autoridades hacen cumplir las normas de control de taxis. Aunque la ordenanza vigente prohíbe el alquiler de taxis, el propio director de Educación Vial del gobierno porteño, Néstor Bilancieri, admitió que esa práctica �forma parte de los usos y costumbres del sector�.
Las normas exigen que todos los choferes deben estar inscriptos en un Registro Unico de Taximetreros (Rutax). Según reveló Bilancieri a Página/12, en lo que va del año se realizaron 54.000 controles de taxis en la vía pública, en los cuales se detectaron 447 casos de choferes no habilitados, es decir, que no estaban en ese registro. Ninguno de los propietarios fue sancionado por alquilar su auto a un chofer no autorizado.
El tema cobra importancia pues se supone que el conductor del taxi en el que fue atacado Lecuna era cómplice de sus agresores. Como los delincuentes que actúan de esta forma suelen alquilar los vehículos para cometer delitos, se decidió poner el acento en el castigo de esta modalidad. Por eso, el jefe del gobierno porteño, Aníbal Ibarra, decidió ayer enviar a la Legislatura un proyecto para precisar y endurecer las penas para el propietario que entregue uno de sus vehículos a personas que no estén registradas en el Rutax: según la propuesta, el incumplimiento de la norma tendrá como consecuencia la pérdida de la licencia y, hasta tanto el juez aplique la sanción, se procederá al inmediato secuestro del taxi y la suspensión de la licencia. Actualmente, los vehículos continúan circulando mientras se sustancia el proceso.
La decisión se adoptó tras una reunión que mantuvo Ibarra con sus secretarios de Seguridad y Justicia, Facundo Suárez Lastra, el de Obras y Servicios Públicos, Abel Fatala �bajo cuya órbita está el control de los taxis� y el propio Bilancieri. Fue una respuesta al reclamo público que el jefe de la Policía Federal, Rubén Santos, hizo al gobierno porteño para intensificar el control de los taxis en la ciudad.
Según dijo Suárez Lastra a Página/12, la demanda de Santos �sorprendió� a las autoridades porteñas: �La propia policía, en las reuniones periódicas que tenemos, nos había informado que en los últimos tiempos había bajado mucho la modalidad de robos en los taxis, especialmente a partir de la detención de miembros de tres organizaciones�. Por lo pronto, el gobierno respondió ayer a la demanda de Santos con un pedido a la Federal para realizar un �mayor control y mayor cantidad de procedimientos en la circulación� de coches de alquiler, según expresó a través de un comunicado.
El justicialista Julio Vitobello, titular de la Comisión de Tránsito de la Legislatura porteña, consideró que la demanda de Santos apunta a �eludir la responsabilidad policial en este tema�. En la Legislatura también ingresó un proyecto del vicepresidente del cuerpo, Jorge Enríquez (UCR), que propone que el alquiler de un taxi a personas no habilitadas a se eleve a la categoría de contravención, sancionable con el quite de licencia y un arresto de hasta 30 días. Con su propuesta de restringir la circulación de taxis y establecer un sistema de paradas en los puntos más transitados de la ciudad, como el micro y el macrocentro, Santos consiguió sacar el tema de su propio terreno, el de la seguridad pública. La idea no fue rechazada de plano por los taxistas �como se suponía� sino que fue aceptada tanto por los representantes de las cámaras del sector como por el titular del Sindicato de Peones de Taxis, Jorge Viviani, que se reunieron ayer por la tarde con el jefe policial. �La vamos a analizar, es una idea interesante que se podría aplicar en algunos puntos de la ciudad, como el microcentro�, dijo Viviani a este diario.
El titular del sindicato cargo contra el Gobierno de la Ciudad, cuyo comportamiento en materia de control de taxis calificó de �totalmente autista�, y propuso que el control lo realice exclusivamente la Policía Federal. En la actualidad, los controles están a cargo de personal de SACTA �una empresa privada encargada de otorgar las licencias de taxis� y por efectivos de la policía. En la ciudad hay en total 38.700 taxis, una cantidad que �coinciden todos� es exagerada respecto del nivel de la demanda y del tamaño de la ciudad.
Truchos e impunes
Los tres taxis que semanas atrás fueron sorprendidos con un mecanismo que adulteraba el reloj para cobrar de más a los pasajeros están nuevamente en circulación. La revelación la hizo el director de Educación Vial del gobierno porteño, Néstor Bilancieri, al reclamar un mayor rigor en las normas que penalizan las irregularidades en el sector.
�En el acta que se les hizo a esos vehículos no calificó el hecho como adulteración del reloj sino que se puso que no reunía los requisitos para su habilitación, por lo cual, una vez corregidas las fallas, los vehículos volvieron a circular�, cuestionó el funcionario. |
Los choferes se oponen
La idea tuvo un eco dispar entre los gremialistas y los funcionarios del gobierno porteño. Pero taxistas y pasajeros fueron contundentes en su oposición. Página/12 salió a la calle para escuchar la opinión de los involucrados respecto a la propuesta de Rubén Santos de establecer paradas obligatorias donde los taxis aguarden a sus ocasionales pasajeros. Estos son algunos de los testimonios:
Alberto, 52 años, chofer: �La medida es poco práctica, la gente le escapa a las paradas de taxi. Los coches parados le generan desconfianza. Si la policía quiere seguridad, que haga obligatorio el radio-taxi. Además, se controla mal: la policía en vez de estar en Villa Soldati o en Lugano, controla en Barrio Norte�.
Daniel Galimianes, 39, chofer: �Las paradas fomentan la mafia. No todos tenemos la posibilidad de parar. Si querés levantar un pasajero en una parada ajena, los taxistas que suelen parar ahí te echan, y, para colmo, están arreglados con la policía�.
Mauro, 59 años, taxista: �No estoy de acuerdo, nos perjudicaría económicamente: la gente no caminaría hasta las paradas y habría menos viajes. Somos tantos que tendría que haber una parada en cada esquina. La policía tiene que ir a las terminales, ahí se roba�.
Silvia López Merlino, 39, pasajera: �Sería poco práctico. Uno sale apurado y quiere tomar un taxi en seguida. Además, la gente desconfía de ciertas paradas, como las de las terminales y las de los bancos. Yo sólo tomo radio-taxis, que son bastante seguros�.
Claudio, 37 años, taxista: �Es una locura, nos sacaría clientes. La gente tiene su idiosincrasia: el temor por la seguridad dura una semana y después todos se olvidan. Lo mismo pasa con las medidas. Cuando se puso de moda matar taxistas, la policía controló durante diez días y listo�.
Oscar Berro, 58, pasajero: �No va a cambiar nada. Si no hay voluntad de controlar, aunque pongan un policía por taxi va a seguir habiendo inseguridad. Cada vez que veo a un policía en la calle, está totalmente desentendido del tránsito�. |
La policía está aún sin pistas
�La verdad es que ésta no es una modalidad delictiva común para la zona.� La frase, admitiendo que el crimen de Miguel Angel Lecuna, asesinado en un taxi sobre la calle Gorriti, de Palermo, es excepcional por sus características, fue dicha anoche por una alta fuente policial a este diario. �Hubo una época que fue furor el robo a pasajeros de taxis, cierto, pero tras esa oleada se pusieron en práctica operativos de prevención y tareas de inteligencia que terminaron con por lo menos cinco bandas armadas especialmente para cometer este tipo de robos�, aseguró un vocero. Y agregó: �Que el caso tenga mucha publicidad porque la víctima era la pareja de una persona famosa no significa que estemos en el medio de una epidemia�.
Los hombres que siguen de cerca el caso aseguran, siempre off the record, una y otra vez, que �el Vasco� Lecuna murió porque se resistió a un intento de asalto. La hipótesis a la que se aferran excluiría por ahora que el esposo de la actriz Georgina Barbarossa tenía alguna deuda, alguna enemistad personal o profesional tras la que pudiera buscarse una nueva línea de investigación. �No hay nada de eso�, le dijo tajantemente anoche una fuente confiable de la Federal a
Página/12. Claro que se vuelven difíciles las explicaciones en torno al motivo por el que el cuerpo herido de Lecuna cayó al cemento de Gorriti llevando encima su lujoso reloj y su billetera con todo su contenido intacto.
Convencidos al mismo tiempo de que se trató de un intento de robo seguido de homicidio y de que el que se cometió contra Lecuna �no es un delito común en la zona�, los pesquisas seguían ayer embarcados en la tarea de encontrar al ya famoso hombre del identikit divulgado el domingo. Claro que, al parecer los tiempos de la investigación no serían demasiado rápidos. �Hay una tarea en marcha sobre las mandatarias de taxis, pero las novedades importantes serán recién en una semana�, arriesgó una fuente policial. �Están trabajando varias divisiones, desde Sustracción de Automotores a Homicidios�, dijo. |
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