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TERCERA EDICION DE LA FERIA DE GALERIAS
Córdoba: se va la tercera

Ayer a la noche cerró la muestra de galerías cordobesa. Detalles de una feria con voluntad de reunir arte y mercado.

La obra del artista cordobés Oscar Páez estuvo presente.
Lo más interesante: el espacio para salas �alternativas�.

 

Por Fabián Lebenglik
Desde Córdoba

La Feria de Galerías que fue inaugurada el miércoles pasado en el céntrico Jockey Club de esta ciudad cerró ayer a la noche su tercera edición, basada en el modelo organizativo �a escala� de Arte BA. Arte Córdoba 2001 tomó dos plantas del Jockey donde se distribuyeron galerías locales, salas de Buenos Aires y Tucumán, espacios institucionales, representaciones de revistas especializadas y tres espacios internacionales.
Las secciones �Alternativa Córdoba� y �Alternativa Buenos Aires� buscaron incluir espacios y artistas de circuitos más recientes.
El �Patio de esculturas� sirve como contrapeso simbólico de la mayoritaria exhibición de pinturas que hay en la feria. La curadora, Nelly Perazzo, convocó a los escultores locales María Teresa Belloni, Susana Lescano, Claudio Gómez, Luis Gómez, Hernán Dompé, María Teresa Espinosa, Sara Galiasso y Juan Longhini.
La organización de una muestra de galerías fuera de Buenos Aires por parte de la Asociación Civil Arte Córdoba, en tan mal momento, indica una voluntad de generar y sostener la articulación entre las artes visuales y el mercado en el centro de la Argentina, lo cual forma parte de un lento desarrollo. Como sucedió con las primeras ediciones de Arte BA, la Feria de Córdoba necesita tiempo para encontrar una forma propia y hacerla habitual. 
Lo primero que los organizadores tuvieron en cuenta es llamar la atención del público sobre un edificio que forma parte del tradicional paisaje urbano. Para eso convocaron a Dolores Cáceres �un motor de la plástica cordobesa�, quien realizó un �maquillaje de neón� sobre la fachada del edificio, a través de la cual señala, destaca y colorea aspectos de la arquitectura con tubos fluorescentes.
El hall del Jockey Club, a izquierda y derecha de la escalinata central, se ofrece un homenaje al escultor cordobés Mario Rosso, cuyas tallas en madera, de gran calidad y sensualidad, evocan de manera personal y anacrónica las transformaciones de la figuración en la modernidad. Otro de los aspectos que queda para próximas ediciones es la de establecer un comité de selección que proponga pautas curatoriales de los stands para no abrumar a los visitantes. En este sentido es fundamental que cada galerista presente un proyecto en el que la línea estética y las obras seleccionadas resulte coherente. Así, cada espacio ofrecería una muestra y no como sucede en la mayor parte de los casos, un muestrario. Las dos galerías locales que mejor resolvieron esta cuestión fueron María José Granillo y Vía Margutta. La primera establece una articulación entre distintas técnicas y contrapuntos entre artistas argentinos �Luis Wells, Roque Fraticelli, Ernesto Berra, Hernán Dompé, etc.�, de Cuba -Ibrahim Miranda�, México �Rolando Siguenza� y España �Faustino Aizkorbe�. 
La segunda exhibe trabajos de Raúl Díaz, Anahí Roitman y José Utrera, que a partir de diferentes aproximaciones y técnicas pictóricas dialogan con las esculturas de Susana Lescano. También puede mencionarse la obra de Cecilia Luque en la galería local de Juan Canavesi. 
De las galerías porteñas, se destaca el envío de Ruth Benzacar �el más contemporáneo y cuestionador, con trabajos de Jorge Macchi, Martín Di Girolamo, Pablo Siquier, Graciela Hasper, Marcelo Pombo, Alfredo Prior y Karina El Azem, entre otros� así como la coherencia y calidad de la muestra de Van Eyck, centrada en las esculturas de Ricardo Longhini, los cuadros de Oscar Páez y obras de Miguel Ocampo, Juan Doffo y otros.También es coherente el envío de Praxis, en donde se destaca la obra de Mateo Argüello Pitt.
Entre las galerías internacionales sobresale Azul, de Felipe Covarrubias, que incluye obras de José Franco, Oscar Suárez, Lucas di Pascuale y Fernando Sandoval.
La sección Alternativa Buenos Aires, curada por Laura Batkis, forma parte de lo más interesante de la feria. Aunque allí se mezclan espacios vocacionales con espacios profesionales (de mercado). 
Resulta evidente que la principal diferencia entre las salas �alternativas� de Florencia Braga Menéndez, Duplus, Belleza y Felicidad, Espacio Arguibel, Sonoridad Amarilla, Juana de Arco y Quitapesares y galerías establecidas como Ruth Benzacar o la Fundación Klemm es la de establecer un nuevo circuito geográfico. Tal vez otra diferencia aparece en la dinámica de selección de artistas, pero no hay gran contraste estético, sino más bien una continuidad con aquellos espacios establecidos. Lo nuevo de estos espacios �en el medio porteño� es la gestión y la circulación. Pero en el contexto conservador de la Feria de Córdoba sobresalen como un estallido creativo y actual. Es el sector que mejor introduce al espectador en el cuestionamiento por los límites del arte. 
Se destacan el Espacio Arguibel, con pinturas y objetos de Beto de Volder y esculturas y objetos de Melina Scumburdis. Sonoridad Amarilla, con obras de Benito Laren. Quitapesares, con fotografías intervenidas de Silvia Gurfein. Braga Menéndez/Schuster, con trabajos de Andrés Sobrino, Chino Soria, Elsa Soibelman y otros. El espacio Juana de Arco también se destaca con objetos de Julia Masvernat, Andrea Cavagnaro y Leticia El Halli Obeid.
La sección �Alternativa Córdoba� �curada por Alberto Ligaluppi�, resulta algo retórica, con propuestas y conceptualizaciones que se formulan por escrito pero no se constatan en las obras. Sobresalen los trabajos �objetos de a mitad de camino entre camafeos y caparazones� de Tomás Alzogaray y la documentación que registra la obra extraña de Leticia El Alli Obeid, quien está presente también en �Alternativa Buenos Aires�.


DIBUJOS Y PINTURAS DE LUIS POLLINI EN RECOLETA
El fin y los medios de un dibujante

Por F.L.
En el Centro Recoleta se presenta una muestra antológica de homenaje a Luis Pollini (1940-1997), organizada por el Banco Ciudad y curada por Ana van Raap. El �Poyo�, nacido y formado en Uruguay, se vino a comienzos de los años setenta a la Argentina, donde ganó premios como dibujante y grabador en los Salones Nacionales de 1978 y 1980.
Trabajó como ilustrador en varias editoriales, revistas y diarios. Buena parte de su trabajo �que evidencia la gran cultura visual adquirida en el ambiente de la refinada escena uruguaya� la desarrolló en Página/12. La muestra incluye los originales y las contratapas de Pollini en este diario, cuando el �Poyo� les ponía imágenes a los textos de Enrique Medina, Antonio Dal Masetto, Osvaldo Soriano, Juan Gelman o Eduardo Galeano, entre otros. La exposición revisa los núcleos temáticos de Pollini: el erotismo, el tango, la política, la literatura y los escritores, todos tratados con gran economía de recursos y una conmovedora carga poética. En este sentido se destaca el dibujo de gran formato en el que Juan Carlos Onetti flota en el aire como si siguiera eternamente recostado en su cama.
Las pinturas son autorreferenciales: autorretratos del artista, en su taller, con la compañía inseparable de su perro. (En el Centro Cultural Recoleta, Junín 1930, hasta el 11 de noviembre.)

 

 

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