Por José
Natanson
El Gobierno analiza una campaña
publicitaria para apuntalar el paquete de medidas anunciado el jueves
pasado. Aunque hasta el momento no hay nada definido, el secretario general
de la Presidencia, Nicolás Gallo, tiene una certeza: continuar
con el tono nacionalista que le imprimió a la propaganda oficial
desde que le arrebató el control al Grupo Sushi.
Cada vez que se anuncia un plan y este Gobierno ya lleva varios
intentos se plantea la misma cuestión: cómo apuntalar
mediáticamente el conjunto de iniciativas. En los lejanos tiempos
del blindaje, el equipo de comunicación, en ese entonces liderado
por Antonio de la Rúa y Darío Lopérfido, montó
una ambiciosa campaña publicitaria: el reaseguro financiero fue
presentado como una nueva etapa para la gestión a través
de unos anuncios con el logo Blindaje 2001 en letras plateadas.
Hubo también un spot televisivo: De la Rúa paseaba sonriente
por los soleados jardines de Olivos y, después de describir las
ventajas de la operación, cerraba con una frase: ¡Qué
lindo es dar buenas noticias!.
Un tiempo después, De la Rúa le quitó el manejo de
la comunicación al Grupo Sushi y se la cedió a Gallo, cuya
relación con los jóvenes amigos de Antonio nunca fue buena.
El funcionario designó a Juan Pablo Baylac (el primer vocero que
dejó conforme al Presidente) y asumió el control total.
Hubo varios spots televisivos: uno que mostraba a un grupo de argentinos
compitiendo en una cinchada, que al final se ponían a tirar para
el mismo lado; otro similar pero con una pulseada; uno con dos máquinas
registradoras que hablan sobre los impuestos. Básicamente, eran
una apelación a que los argentinos se jueguen por el país,
en una vuelta de tinte nacionalista que alejó la imagen del Gobierno
de la estética moderna impuesta por el Grupo Sushi.
La semana pasada, luego del anuncio, Gallo comenzó a analizar una
serie de propuestas para apuntalar el paquete. Aún no hay nada
cerrado, pero la idea es continuar con la línea inaugurada por
el aviso de la cinchada.
Pero no todos están convencidos de la conveniencia de lanzar una
campaña global. Puede crear falsas expectativas, que se pinchan
muy pronto. Hay que publicitar los aspectos prácticos y concretos
del plan, como hizo De la Rúa en la presentación: cómo
se beneficia los asalariados, a qué se aplica la rebaja del IVA,
a quién alcanza el nuevo plan social, aseguraba ayer un ministro.
Que no pase lo del blindaje, que lo vendimos como la panacea universal
y al final fue contraproducente, redondeó un secretario de
Estado cercano al Presidente.
La idea, entonces, sería difundir sólo algunos aspectos.
Por ejemplo, el nuevo Seguro Integral de Protección de la Familia.
Como una de las claves es el reempadronamiento, el Ministerio de Seguridad
Social planea lanzar una masiva campaña de difusión en los
medios, cuestión de lograr una autoinscripción masiva que
depure los registros y evite los manejos clientelares.
En cualquier caso, la intención es lanzar sí o sí
una campaña para potenciar los efectos del paquete. Retomamos
la iniciativa, no se generaron resistencias importantes y la recepción
en general fue buena. Eso es algo que tenemos que aprovechar, evaluaba
un funcionario con despacho en la Rosada. Sus declaraciones sintonizan
con el aire de batalla ganada que invadió al Gobierno luego de
los anuncios, que quedó claro el viernes pasado, en el festejo
nocturno en Olivos. Hubo brindis, felicitaciones y un clima de cauta euforia.
Che, ahora sí que sos Carlos Marx, le dijo Patricia
Bullrich a Daniel Marx, en un chiste involuntario: el secretario de Hacienda
era uno de los funcionarios menos convencidos con el nuevo paquete.
MESTRE
APLAUDIDO POR EL RESULTADO EN CORRIENTES
Soy torazo en rodeo ajeno
El ministro del Interior, Ramón
Mestre, era cuestionado por muchos funcionarios, que le achacaban rigidez
política, desmanejos en la cuestión de la inseguridad y
cierta torpeza mediática. Ayer, por primera vez en mucho tiempo,
el cordobés se dio el gusto: apenas comenzó la reunión
de Gabinete, Fernando de la Rúa pidió un aplauso del resto
de los ministros, que lo felicitaron por el triunfo de Ricardo Colombi
en Corrientes. Nunca lo vi tan contento, describió
después un funcionario.
No fue el único tema del encuentro. El ministro de Economía,
Domingo Cavallo, trazó un panorama alentador por la recepción
del nuevo paquete. Enumeró los apoyos de sectores políticos
y sociales, de los grupos empresarios, y agregó que el acuerdo
con los bancos estaba más cerca. En el encuentro, De la Rúa
dio instrucciones a Cavallo para que, en caso de que se solicite, funcionarios
de Economía asistan al Congreso a explicar los alcances de las
medidas.
A continuación, la ministra de Seguridad Social, Patricia Bullrich,
y el de Trabajo, José Dumón, explicaron detalles del megaplan
social que pondrá en marcha el Gobierno. Luego de una semana de
tironeos, los funcionarios se han puesto de acuerdo en la distribución
de las partidas.
Otro de los temas claves, el acuerdo con los gobernadores, quedó
en manos del jefe de Gabinete, Chrystian Colombo. Aunque dijo que hubo
avances, el funcionario admitió que aún no hay nada cerrado.
Por eso, después Baylac informó que sería recomendable
que el pacto esté firmado antes del domingo, cuando De la Rúa
se entreviste en Nueva York con George W. Bush, aunque agregó que
no es indispensable.
Concluida la reunión, Baylac dio su habitual conferencia de prensa.
Esta vez, en el tono de optimismo que utilizan los funcionarios desde
el anuncio del paquete. El programa comienza a ser comprendido entre
los diferentes sectores. Es una propuesta que actúa en forma simultánea
para revertir los principales obstáculos que impiden recuperar
el sendero del crecimiento económico, se entusiasmó
Baylac.
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