Por Eduardo Videla
La Legislatura porteña
estudia un proyecto para restringir la circulación de taxis en
el micro y macrocentro como reclamó el jefe de la Policía
Federal, Rubén Santos pero la iniciativa no será tratada
por el momento porque el Ejecutivo no está de acuerdo con su implementación,
según coincidieron fuentes legislativas y del gobierno porteño.
Lo que sí se tratará mañana es el proyecto oficial
para sancionar con quitarle definitivamente la licencia al propietario
que ceda su vehículo a un chofer que no esté habilitado.
El debate sobre las normas que regulan la actividad de los taxis fue una
derivación del crimen de Miguel Lecuna. El marido de Georgina Barbarossa,
fue apuñalado por desconocidos cuando iba a bordo de un taxi y
una de las sospechas más fuertes apunta hacia la complicidad del
chofer con los agresores.
El diputado Fernando Caeiro (UCR-Alianza) recogió el guante lanzado
el lunes por el comisario Santos, y reflotó su proyecto para prohibir
el ascenso de pasajeros en los automóviles con taxímetro
en el área delimitada por las avenidas Leandro N. Alem, Paseo Colón,
Belgrano, Jujuy, Pueyrredón y del Libertador y establecer, en esa
misma zona, un sistema de paradas fijas, con hasta cinco vehículos
por cuadra.
La propuesta apunta a mejorar el tránsito, evitando la circulación
a marcha lenta de los taxis, y fundamentalmente, impedir que los delincuentes
que utilizan taxis anden a la pesca de una víctima, explicó
Caeiro a Página/12. El sistema de paradas, agregó, también
impediría la utilización de autos de apoyo, modalidad que
suelen adoptar los ladrones que utilizan este tipo de vehículos.
El proyecto, sin embargo, no será tratado por el momento en el
recinto porque el Ejecutivo se opone a este mecanismo. Es vox populi
que en la mayoría de las paradas los lugares se pagan. Por eso,
no se puede generalizar el sistema hasta que no se emprolije su funcionamiento,
dijo a este diario el director de Educación Vial porteño,
Néstor Bilancieri, quien justamente es el encargado de controlar
el funcionamiento de los taxis en la ciudad.
Según fuentes oficiales, el sistema de paradas podría absorber
unos 8 mil taxis en el área del macrocentro, por la cual circulan
en la actualidad unos 20 mil vehículos de esas características
por día. ¿Qué se haría con el resto de los
vehículos? La pregunta, hasta ahora, no encuentra respuesta por
parte de los funcionarios.
Para Bilancieri, las paradas son resistidas por los taxistas. Sin embargo,
en la reunión que mantuvieron el lunes con el jefe de Policía,
representantes de las cámaras empresarias y del sindicato de peones,
aceptaron discutir la implementación de la medida, en un programa
piloto, en el área del microcentro.
El proyecto de Caeiro fue presentado en junio último, y en agosto,
el mismo legislador ingresó otra iniciativa por la cual impulsa
la colocación de cámaras filmadoras en las paradas de taxis
de las estaciones terminales de ferrocarriles. También se sumó
a la idea de las paradas el diputado Raúl Puy, de ARI, con el agregado
de dotar a esas paradas de teléfono e iluminación.
En cuanto al endurecimiento de los controles, el Poder Ejecutivo envió
anoche un proyecto por el cual se considera como infracción
gravísima la prestación del servicio mediante un conductor
no habilitado. En ese caso, propone el proyecto, se secuestrarán
de inmediato el vehículo y la documentación, y la
sanción a aplicar será la caducidad de la licencia, pudiendo
disponerse la inhabilitación del responsable de la licencia por
el término de cinco años. La propuesta apunta a reprimir
a quienes alquilan su vehículo a conductores que no figuran en
el Registro Unico de Taximetreros (Rutax). Ahora solo son penalizados
los choferes, mientras que los propietarios solo reciben sanciones leves.
La iniciativa fue redactada a partir de una similar, del mismo Caeiro.
También se discutirá mañana un proyecto del vicepresidente
del cuerpo, Jorge Enríquez, que propone sancionar con penas de
arresto a quien alquile licencias o taxis a personas no autorizadas. Para
eso, impulsa incorporar esa figura, actualmente considerada como una falta,
en el Código Contravencional de la ciudad.
En la Ciudad de Buenos Aires circulan 38.700 taxis. La cifra es considerada
excesiva por las autoridades y hasta por los propios involucrados. Para
reducir ese número, el gobierno ya piensa en una solución:
Hay que buscar una forma, por ejemplo, que el Estado compre 2000
licencias anuales, sugirió Bilancieri.
ES
EL DE UN HOMBRE DETENIDO EN MARCOS PAZ
Una cara parecida al identikit
La foto de un hombre que purga
una condena en el Complejo Penitenciario de Marcos Paz, dependiente del
Servicio Penitenciario Federal, sorprendentemente parecido al supuesto
chofer del taxi en el que asesinaron a Miguel Lecuna, generó anoche
desconcierto en los investigadores y una serie de hipótesis en
el horario central de los noticieros porteños, que incluían
la posibilidad de que el hombre hubiera salido del penal para cometer
el delito. Sin embargo la versión parecía debilitarse hacia
la noche, cuando quedó claro que quien hizo circular la foto del
preso fue su madre, preocupada porque al parecerse al buscado, su hijo
podría sufrir alguna agresión gratuita.
En el medio de una investigación empantanada en el único
dato del identikit del presunto conductor del Renault 19, la aparición
de la noticia primero hizo sobrevolar el fantasma de las salidas de presos
para robar que suscitó una purga en el Servicio Penitenciario en
marzo del 2001. Al parecer resulta de tal manera verosímil que
un detenido pueda salir a delinquir para luego regresar a prisión,
que la madre del detenido sería la persona que llamó y envió
la foto de su hijo al canal Crónica. El interno parecido
es Sergio Luque, está preso desde el 24 de abril, a disposición
del Juzgado de Instrucción 25, y desde Ezeiza fue trasladado el
28 de agosto al CP2 de Marcos Paz, le dijo a este diario anoche
el subsecretario de Política Penitenciaria, Alvaro Ruiz Moreno.
En este contexto, ayer sonaron fuerte las declaraciones del secretario
general de la Asociación de Taxistas de la Capital Federal, Luis
Fernández, quien descree de la versión del robo. Creemos
que hay fuertes indicios de que estamos ante un ajuste de cuentas o un
asesinato por encargo, dijo. Afectados por la crisis y ahora por
la paranoia generada tras el asesinato, los taxistas de ese sindicato
decidieron romper el silencio. Por respeto no hablamos antes le
dijo a Página/12. Pero a estas alturas ya es imposible seguir
sosteniendo lo que intentan hacer creer. Llevamos mucho en la calle y
no hay nada en este homicidio que se parezca al modus operandi de los
robos que sobre los taxis se han hecho en los últimos años.
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