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“Me hubiese gustado muchísimo que
fuera Menem, pero así estamos”

Recién llegado de Cuba para el partido-homenaje del sábado, dijo que Cavallo �está puesto por los americanos�. Quiénes jugarán.

Maradona, anoche, con
Carlos Menem y Cecilia Bolocco.
Vistió turbante negro y se arreman-gó como los talibanes.

Remera negra, saco celeste, anteojos violáceos, tres collares de plata y aros en sus dos orejas, con barba candado y el resto de su cara afeitada al ras, cansado y algo disfónico, Diego Maradona llegó ayer a la Argentina y prometió jugar completo el partido del sábado organizado en su homenaje. “Me hubiese gustado muchísimo que fuera Menem, pero así estamos, ¿no?”, dijo. “Me parece jodido, hasta una falta de respeto que esté preso Menem y alguien como Cavallo siga caminando por la calle cuando tendría que estar en la cárcel de Caseros. De esta manera seguimos siendo un desastre. Menem preso y Cavallo puesto por los americanos. Intentemos ser más serios.”
Maradona, de 41 años, vino desde Cuba para jugar en Boca con la camiseta número diez junto a los integrantes de la selección argentina ya clasificada para el Mundial de Corea del Sur y Japón-2002. Enfrentará a un equipo en el que, dijo, figurarán Enzo Francescoli (ya retirado), Alvaro Recoba (Inter, Italia), Fabián Carini (Juventus, Italia), Romario (Vasco da Gama) y Oscar Córdoba, Jorge Bermúdez, Mauricio Serna, Juan Pablo Angel, René Higuita y Carlos Valderrama. También participarían el búlgaro Hristo Stoichkov, el italiano Ciro Ferrara, el francés Eric Cantoná, el croata Davor Suker, el mexicano Luis Hernández y los argentinos Jorge Valdano, Juan Román Riquelme, Claudio Caniggia, Andrés D’Alessandro, Pedro Troglio, Guillermo y Gustavo Barros Schelotto y Leonardo Rodríguez.
“Lo del sábado será algo maravilloso. Yo les pido a los periodistas que por un ratito se olviden de mi rodilla, de mi panza y de mi cabeza y que me dejen disfrutar a mí, a mis gordas (por sus dos hijas) y a todos los maradonianos”, dijo en una rueda de prensa.
“El país está muy mal, pero nosotros no definimos votos y sólo podemos darle a la gente una alegría corta y relativa, ya que los demás días los tienen que resolver ellos y ahí viene el problema”, se lamentó. En otro tramo, consultado por Racing, dijo que le gustaría que saliera campeón este año. “Sería hasta justo”, opinó.
Preguntado por las Malvinas, contestó: “Creo que todos los argentinos queremos conocer las islas en donde se produjo aquella carnicería, para poder pensar como lo hicieron los pibes a quienes mandaron a morir unos comemierdas”, señaló en alusión a los soldados que fallecieron durante el conflicto bélico de 74 días de 1982 y usando una expresión cubana para condenar a los generales que ordenaron el desembarco.
De a ratos verborrágico, de a ratos parco, Maradona aceptó que una chica se sacara con él una foto para un show de Canal 13 y le susurró: “Ahora, sacate la pilcha”.
A una pregunta sobre si en Villa Fiorito se imaginaba que saldría campeón del mundo respondió: “Sí, claro. Si teníamos Internet, video games, computación...”. Y luego, en serio: “Disculpame por la respuesta, pero no, no me imaginaba”.
Sobre quién fue el mejor jugador del mundo dijo que “a Pelé hay que respetarlo, pero la gente dijo que yo soy el más grande”.
La llegada de Maradona provocará otros cambios. Como la Asociación del Fútbol Argentina ordenó retirar la camiseta número diez como homenaje definitivo a Maradona, el actual diez Ariel Ortega dijo que le encantaría que la suya llevara, entonces, el número uno.
“Guardo una felicidad muy grande porque vestir la camiseta número diez del seleccionado es algo muy especial. He sido un privilegiado vestirla. Siempre pensé que la usó Diego y eso me puso siempre feliz”, añadió Ortega. Dijo que había hablado muy poco del tema con el arquero Germán Burgos, quien juega siempre con la casaca número uno, pero “no me dijo que no”.

 

Passarella quiere a Riquelme

Daniel Passarella cumplió su anhelado sueño: dirigirá en Italia. Será el entrenador del Parma, en el que juegan Matías Almeyda y Roberto Sensini y que no está cumpliendo una buena campaña en la Liga Italiana. Para “sacar al equipo de la difícil situación en la que está”, el objetivo que anunció antes de abordar el avión que lo llevó a Italia, Passarella intentará que el club termine de comprar el pase de Ariel Ortega, del cual posee el 50 por ciento, y concrete una operación que puede ser un batacazo: la compra de Juan Román Riquelme.

 

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