Mala noticia fue
el calificativo que le dio el Gobierno a la derrota que sufrió
el oficialismo ayer en Diputados con la media sanción de la coparticipación
del impuesto al cheque y que vino a poner el primer gran obstáculo
al plan económico lanzado la semana pasada. El presidente Fernando
de la Rúa se enteró del traspié cuando volvía
del coloquio de IDEA en Mar del Plata, lo que lo puso de mal humor. Un
vocero interpretó la jugada como una poco sutil forma de presión
de los gobernadores en medio de la interminable negociación que
mantienen con el Ejecutivo y que seguramente el Senado no se animará
a sacar la ley. Por la noche, el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo,
sostuvo que la sanción era incompatible con el programa del
Gobierno para refinanciar la deuda pública y remarcó
que el Presidente siempre tiene el poder de veto.
De la Rúa había pensado que con la muestra de buena voluntad
demostrada al convocar el martes a dialogar al jefe del bloque de diputados
del PJ, Humberto Roggero, alcanzaría para quebrar la ofensiva opositora.
Igual no pueden decir que no estaban sobre aviso, porque a la salida del
encuentro Roggero confirmó que la bancada seguiría con lo
planeado: coparticiparían el impuesto al cheque, cuestionarían
la legalidad de los decretos del plan económico e intentarían
derogar los superpoderes de Domingo Cavallo.
La esperanza del Gobierno era que los tres gobernadores de provincias
grandes, supuestamente más amigos, ordenarían replegarse
a sus diputados. No sólo no sucedió, sino que ayer en la
Rosada se asombraban del repentino perfil ultraopositor que había
asumido el bonaerense Carlos Ruckauf. En la interpretación oficial,
eso era porque Ruckauf no quiere hacer el ajuste en la provincia,
por lo que está jugado a que se acelere una crisis generalizada.
Con todo, los gobernadores peronistas que ayer fueron al Congreso a acompañar
la jugada de su bloque fueron los de provincias chicas y que históricamente
adoptaron una postura opositora como el santacruceño Néstor
Kirchner y el puntano Adolfo Rodríguez Saá.
Esto afecta la responsabilidad de la política ante la gente,
sostuvo el vocero Juan Pablo Baylac. En la Rosada se esforzaban por explicar
que la sanción que habían impulsado ayer los gobernadores
los perjudicaba más que nadie a ellos mismos porque ahora queda
en el aire la promesa de los bancos de renegociar sus deudas al 7 por
ciento de interés. En realidad, todo el armado del canje de la
deuda descansa en el acuerdo con los gobernadores que el Ejecutivo pronostica
inminente todos los días, y cada día fracasa.
No obstante, hasta en la propias cercanías del Presidente aceptaban
que esta maniobra le venía dando sus resultados a los gobernadores:
la deuda que mantiene el Gobierno con las provincias que sería
cancelada totalmente en Lecop, ya sería pagada en un 70 por ciento
en efectivo.
Las noticias no podían ser más negras en la víspera
del viaje de De la Rúa a Nueva York en donde se entrevistará
con George W. Bush a la espera de un apoyo externo a su plan que ya evidencia
más de un flanco débil (ver aparte).
En cuanto se confirmó la entrevista, en la Rosada reconocían
la necesidad de que cerrar antes del viaje el acuerdo con los gobernadores.
En cambio, ayer, ante el nuevo panorama, no lo veían tan necesario.
Un poco porque como cada día auguraban que los gobernadores
firmarían hoy. Otro poco por su convencimiento que lo del Congreso
ayer fue sólo una demostración de poder de una tarde que
no llegará a mayores. Como prueba, decían que si de veras
hubieran querido aprobar la ley podrían haber aprobado un proyecto
similar que ya tenía media sanción del Senado y no votar
uno nuevo redactado en Diputados.
Por las dudas, el Gobierno insistirá en remarcar que si los gobernadores
persisten en la movida serán los principales perjudicados. En esa
línea se justifica la inusual salida de Colombo de anoche para
calificar a la jugada como incompatible con el programa del Gobierno
para refinanciar la deuda, reducir la tasa de interés y postergar
los vencimientos. También recordó que justamente el
impuesto al cheque garantiza la operación de canje de la
deuda con la cual las provincias se verán beneficiadas. Y,
por si las moscas, aclaró que el Presidente vetará la ley.
DE
LA RUA PARTE ESTA NOCHE PARA ESTADOS UNIDOS
Sin el regalo para George W.
Fernando de la Rúa partirá
hoy a Nueva York, donde hablará ante la asamblea de la ONU y se
reunirá con George W. Bush. La idea era llegar con el panorama
local ordenado, pero a este gobierno las cosas no siempre le salen como
le gustaría. Al final, todo indica que De la Rúa llegará
sin el acuerdo con los gobernadores firmado y con una mala noticia imprevista:
la votación de ayer en Diputados, que aprobó la coparticipación
del impuesto al cheque.
Hoy, a las 23.30, De la Rúa partirá en el Tango 01. Llegará
a Nueva York la mañana siguiente, se alojará en el Plaza
y cumplirá una serie de actividades: disertará en un almuerzo
organizado por la entidad de negocios The Americas Society, se reunirá
con autoridades de entidades judías de Nueva York, y después
con ejecutivos argentinos de Wall Street.
El sábado, a las nueve, la ONU iniciará su Asamblea con
un discurso de Bush, un día antes de que se cumplan dos meses de
los atentados a las Torres Gemelas y al Pentágono. Después
de seis oradores hablará De la Rúa, que ayer por la mañana
terminó de definir el contenido de su discurso junto al canciller
Adalberto Rodríguez Giavarini: condena al terrorismo, reivindicación
de la soberanía argentina en Malvinas, apoyo a las resoluciones
antiterrorismo adoptadas por la ONU y una sola queja: por los subsidios
que aplican las potencias, especialmente las europeas, a algunas materias
primas.
Pero la expectativa del Gobierno está centrada en la entrevista
de 30 minutos con Bush, que se realizará el domingo en el Hotel
Waldorf Astoria. Una fuente de la Cancillería aseguraba que Domingo
Cavallo que ayer voló a Nueva York junto a Daniel Marx
también participará del encuentro. Sin embargo, los voceros
de Presidencia negaron la información y añadieron que es
absolutamente imposible, ya que estaba planificado como un
encuentro entre presidentes.
En cualquier caso, la intención del Gobierno era presentarse ante
Bush con el panorama económico y político local medianamente
ordenado: el objetivo era conseguir un gesto de respaldo explícito
y aprovechar la influencia de los Estados Unidos en los organismos internacionales,
con los que el Gobierno busca negociar una garantía para el canje
de deuda internacional. Sin embargo, las cosas se complicaron y, al final,
lo más probable es que De la Rúa se presente con el acuerdo
con los gobernadores todavía pendiente y el golpe del Congreso
de regalo.
PATRICIA
BULLRICH RELATO EL PLAN ANTE JAMES WALSH
No apartarse nada del déficit cero
Para que funcione el canje
de deuda, no nos tenemos que apartar un ápice del déficit
cero. Las medidas están enhebradas y no se puede elegir una y dejar
la otra. Por eso pedimos un gran apoyo de todos: los empresarios, los
banqueros y los trabajadores del país, necesitamos que todos pierdan
un poco para que gane la Argentina, dijo Patricia Bullrich en el
almuerzo mensual que organiza la Cámara de Comercio de los Estados
Unidos en la Argentina para sondear la gestión del gobierno. Además
de detallar las medidas, la ministra defendió a rajatabla la Convertibilidad:
Es una institución que está arraigada en la vida cotidiana
de los argentinos y va a continuar, sostuvo.
El almuerzo fue en el Hotel Alvear. La ministra llegó un poco tarde,
pero compensó su retraso saludando a los invitados mesa por mesa.
Recientemente ascendida pasó de Trabajo a Seguridad Social,
donde no sólo maneja un presupuesto mucho mayor, sino que tendrá
que enfrentar el desafío de reestructurar la ayuda social en un
país cuyo próximo índice de desocupación se
supone arañará el veinte por ciento trató de
convencer a los presentes de que la Argentina está atravesando
un momento clave y estratégico que todos tienen que
apoyar. La escuchaban el embajador de Estados Unidos, James Walsh, y representantes
de Coca Cola, Movicom, General Motors, Bank of America y otras empresas
americanas que invierten en el país y están interesadas
en conocer detalles sobre la coyuntura y los planes del gobierno. A continuación,
las principales definiciones de Bullrich:
La Convertibilidad es
una institución que no es sólo económica, sino que
pasó a formar parte de la vida cotidiana de los Argentinos porque
está arraigada. La Argentina no es competitiva por culpa del uno
a uno. El problema de la Argentina es la productividad, las inversiones
y la tecnología.
Si el déficit
es cero, el canje de deuda va a salir bien. Si el déficit no es
cero, el canje va a ser una explosión. Por eso estamos negociando
con los gobernadores. Por eso les pedimos apoyo a todos.
Que la Argentina sea
un país normal sería un gran avance. En un país normal,
en las tapas de los diarios se discuten los problemas cotidianos de la
gente. No podemos todos los días estar leyendo cómo la Argentina
cae cada vez más en picada a los ojos del mundo.
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