Antonio Aguirre, el último
de los tres mosqueteros que se enorgullecían de sus
contactos con el menemismo, se presentó ayer ante la Justicia y
quedó detenido en la alcaldia de los tribunales de Comodoro Py,
luego de ser indagado por el juez Jorge Urso en el marco de la causa por
la venta ilegal de armas a Croacia y a Ecuador. Ante el magistrado, el
empresario negó haberse relacionado con Carlos Menem y desmintió
que hubiera hecho negocios con Fabricaciones Militares (FM). Aguirre espera
correr con la misma suerte que los otros dos mosqueteros,
Angel Papito Ramini y Alberto Rossi, a quienes Urso les dictó
la falta de mérito, por lo que están en libertad.
Este trío saltó a la fama cuando una cámara oculta
de Telenoche investiga los mostró jactándose
de sus presuntos vínculos con Menem y con su entorno. El más
histriónico era Ramini, que le preguntaba al periodista encubierto
si sabía quién había participado de la venta de armas
y del negocio de las exportaciones fraudulentas con oro sin ser detectado
por la Justicia. Papito, contestaba el empresario, señalándose
a sí mismo.
En cuanto a Aguirre decía: Monzer Al Kassar es amigo mío.
En su declaración judicial confesó que conoce al traficante
de armas sirio, pero aseguró no haber tenido ningún vínculo
comercial con él.
Aguirre se entregó ayer por la mañana en Comodoro Py, luego
de permanecer prófugo durante casi un mes. Contestó unas
diez preguntas en su declaración, en donde admitió ser socio
de Rossi, pero no de Ramini. Por otro lado, rechazó haber tenido
contactos con los principales imputados en el negociado de las armas:
Menem, Emir Yoma y Martín Balza, y negó haber tenido relaciones
comerciales con FM y con su ex titular, Luis Sarlenga.
Mi defendido no tiene nada que ver con el tema de las armas, y nada
que ver con Ramini. No conoce a nadie de los involucrados por el tema
del contrabando, dijo su abogado, Víctor Stinfale. El letrado
le pidió a Urso que resuelva la situación de Aguirre cuanto
antes, aunque el magistrado todavía está dentro de los plazos
legales para decidir.
La estrategia de la defensa de Aguirre, de la que también forma
parte Roberto Polito, es equiparar el status de su cliente con el de Rossi,
que se entregó a la Justicia el 25 de octubre pasado y, tras cuatro
horas de declaración, quedó en libertad por falta de mérito.
En realidad, tiene todavía menos que ver con el caso de las
armas que Rossi. Por eso mismo, Aguirre se mostró tranquilo ante
el juez, agregó Stinfale.
El primero de los mosqueteros en caer fue Ramini quien, tras
pasar dos semanas en prisión, recuperó su libertad el primero
de este mes. Como argumento para tratar de zafar de su propios dichos
en la cámara oculta, Papito dijo que se había
adjudicado una amistad con Menem y su participación en los escándalos
más resonantes ocurridos durante su gobierno para impresionar
a un supuesto cliente, que resultó ser el periodista encubierto
del programa de TV.
|