Por Horacio Cecchi
El fantasma de Miguel Bru volvió
a sobrevolar La Plata. Durante cuatro días, desde el 28 de octubre,
Gustavo Cuello, de 35 años, fue buscado por la Bonaerense. Formalmente,
una búsqueda de paradero. El quinto día, la búsqueda
cesó porque Cuello apareció. Muerto. Lo curioso del caso
es que lo hallaron en la cama de una casa de un desconocido, semidesnudo,
con un balazo en la cabeza y un arma calibre 22 sobre el pecho. La muerte
se produjo tres o cuatro días antes de que descubrieran el cuerpo.
La familia pudo determinar que el día de su desaparición,
el sábado 27, Cuello, sin antecedentes penales, estuvo demorado
en la comisaría 9ª por un incidente menor en la calle. La
9ª adquirió su fama porque allí estuvo detenido el
aún desaparecido estudiante platense Miguel Bru.
Gustavo Cuello vivía con su madre, Marta Mabel Alvarez, en el barrio
Monasterio, próximo al aeroparque platense. Estaba desocupado,
hacía changuitas cada tanto. No tenía antecedentes penales,
aunque sí problemas psiquiátricos y era drogadependiente,
según reconoció más tarde su madre.
El sábado 27 de octubre salió en bicicleta de su casa. Su
madre no supo más nada de él hasta el miércoles 1º
de noviembre, cuando su cuerpo fue hallado en una casita del barrio Parque
Sicardi, cercana al barrio Monasterio. ¿Qué fue lo que ocurrió
entre el momento de su desaparición y su hallazgo?
Poco antes de las 7 de la mañana del sábado, Cuello se encontraba
en la calle 6, entre 59 y 60. Según el parte del Comando de Patrullas,
fue descubierto pateando la garita de la sucursal de la AMIA, lo arrestaron
y lo trasladaron a la comisaría 9ª, donde fue asentado su
ingreso a las 7 de la mañana, según confirmó el fiscal
platense Antonio Raimundi tras el secuestro del libro de ingresos, realizado
el martes 6 de noviembre. En el mismo libro figura su retiro a las 10.40.
Pero ese día Cuello no regresó a su casa.
Al día siguiente, Marta Alvarez presentó un pedido de búsqueda
de paradero ante la seccional 8ª, con intervención de la fiscalía
de Raimundi. Durante cuatro días, la 8ª no logró detectarlo,
ni llegó a enterarse, según parece, de su ingreso a la 9ª.
El 1º de noviembre, el inquilino de una casita ubicada sobre un lote
de 10 metros por 40, sobre la calle 11, entre 663 y 664, pasó por
el lugar habitualmente desocupado. Dentro encontró al hombre que
nadie podía hallar. Estaba muerto, su cadáver en avanzado
estado de descomposición, sólo vestido con calzoncillos,
recostado sobre la cama. En su pecho descansaba un arma calibre 22, propiedad
del inquilino.
Según el informe preliminar de la Policía Científica
de la Bonaerense, en la autopsia se observó un traumatismo encefalocraneano
producido por el pasaje de un proyectil. Aún no se determinó
su calibre.
Cuello no tenía antecedentes penales, no había ninguna
denuncia en su contra, tenía estudios secundarios completos, no
había nada contra él -aseguró a Página/12
Pablo Peralta Calvo, abogado de la familia. Lo es más raro
de todo es que nadie se explica por qué apareció en esa
casa, de un desconocido.
Según el abogado, la ventana de la casa fue forzada desde fuera.
De haber ingresado por sus propios medios, Peralta Calvo no se explica
por qué Cuello dejó abandonada su bicicleta en un zanjón
próximo, pero fuera del terreno. También llamó la
atención que tuviera sus zapatillas completamente limpias, cuando
ese fin de semana había llovido torrencialmente y la zona estaba
cubierta de barro.
Cuando fue descubierto el cuerpo, Marta Alvarez presentó una denuncia
ante la Justicia. El fiscal Raimundi modificó la calificación
por la de averiguación causales de muerte.
La familia quiere determinar si realmente se suicidó señaló
Peralta Calvo, según da a entender la médica policial
que perició por primera vez el cuerpo. No quieren que este sea
otro caso Bru. Ayer, Raimundi citó a declarar al inquilino
de la casa, y a un vecino que colaboró con él dando aviso
a la policía. También convocó a una vecina que halló
la bicicleta volcada en un zanjón. Una segunda autopsia ampliatoria,
que se realizaba ayer a pedido del fiscal, determinará si el cuerpo
de Cuello presentaba otro tipo de traumatismos.
SIGUE
EL DUELO RIVADAVIA VS. TRENQUE LAUQUEN
Pueblos contra la corriente
Como colofón de las inundaciones,
sigue en pie la Guerra del Agua entre los municipios de Rivadavia y Trenque
Lauquen. Tres mil pobladores de esta última comuna reclamaron ayer
frente a la intendencia local que se reconstruyeran las compuertas abiertas
por pobladores de la primera, el lunes pasado. Técnicos de la Dirección
Provincial de Hidráulica habían intentado reparar las paredes
pero otra protesta, esa vez en Rivadavia, impidió la prosecución
de la obra. Ayer, el gobierno bonaerense comunicó al intendente
de esa localidad, Sergio Buil, que debía cerrar el canal por orden
judicial, decisión que el jefe comunal rechazó anticipando
que también recurriría a la justicia. Entretanto, la Ruta
7 fue cortada por la crecida a la entrada de Junín.
La pueblada de Trenque Lauquen tuvo lugar pasado el mediodía. Tres
mil pobladores se concentraron frente a la intendencia para reclamar que
se cierre el canal abierto por sus vecinos de Rivadavia. El intendente
interino, Juan Carlos Font, salió a dialogar con los enardecidos
vecinos y se comprometió a proseguir las obras. Exigieron
que la Dirección de Hidráulica complete los trabajos iniciados
y esa es nuestra decisión política. El martes, Font
hizo una presentación judicial para dar fuerza legal al reclamo.
El canal abierto el lunes pasado intenta drenar las aguas hacia la zona
de Vidaña, pero inunda los campos vecinos de Trenque Lauquen.
Desde Rivadavia, el caso fue minimizado, pese a que la gobernación
informó que por orden judicial debía reparar la compuerta
abierta. Mientras el secretario de Hacienda local, Miguel Mayor, restaba
importancia a la presentación judicial de Font, el intendente Sergio
Buil negó que existiera la Guerra del Agua y responsabilizó
a los medios periodísticos de Trenque Lauquen. Por las dudas, Buil
quien participó de una reunión junto a otros seis
intendentes con el ministro de Desarrollo Social, Daniel Sartor,
rechazó la comunicación de la gobernación e hizo
una contrapresentación judicial para que se mantuviera abierto
el canal.
Tras la reunión, Sartor anunció un plan de ayuda a los inundados
y una partida de 250 mil pesos para atender necesidades concretas. Entretanto,
la Gran Laguna que ocupa todo el noroeste y centro de la provincia sigue
creciendo. Ayer el pueblo de San Francisco de Bellocq, de la jurisdicción
de Tres Arroyos, con 500 habitantes, quedó cercado por el desborde
de las lagunas que rodean la zona, tras la caída de 70 milímetros
entre el lunes y martes. En Junín la situación no es mejor:
la ruta 7 fue cortada en el ingreso de la ciudad, cuando el agua comenzaba
a desbordar un puente. Por su parte, el intendente de Pehuajó,
César Peña, intimó por carta documento al gobernador
Carlos Ruckauf para que controle el manejo de las aguas, en
alusión directa a la apertura de compuertas en los distritos vecinos
de Carlos Tejedor, General Villegas y Rivadavia.
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