Por Diego Fischerman
Martha Argerich está
en Buenos Aires. Junto a algunos de los músicos con los que protagonizará
el maratónico festival que lleva su nombre y que comenzará
este sábado, la pianista se enfrentó a una de las cosas
que más teme y menos le gusta: hablar con desconocidos. Son
muchas las cosas a las que les tengo miedo, contestó a una
de las preguntas. Y cuando se le inquirió acerca del miedo
a Mozart del que ella había hablado en alguna entrevista
anterior, aclaró: No puedo contestar a eso ahora, sin conocer
a quien me pregunta. ¿Cómo puedo referirme a algo íntimo
a esta distancia y sin saber con quién estoy hablando?.
Después de una brevísima presentación, Martha Argerich
habló acerca del festival y, sobre todo, de su expectativa de que
sea agradable, divertido, que acerque gente a la música,
que destruya un poco el elitismo; me gustaría que viniera muchísima
gente que nunca ha ido a un concierto. Y que disfrute muchísimo,
por supuesto. El esquema del festival, que se realizará en
el Teatro Colón, está armado sobre la base de conciertos
de cámara y sinfónicos, clases magistrales e, incluso, un
megaevento que constará de cuatro conciertos seguidos, desde las
14 hasta las 20.30 del jueves 15, precedido por un recital, a las 12 y
en el Salón Dorado del teatro, a cargo de los alumnos participantes
de las clases.
Organizado por la Fundación del Colón, Juan Manuel Argerich
(hermano de la pianista), el músico y pedagogo Eduardo Hubert y
el Gobierno de la Ciudad, este festival responde a un modelo ya probado
en Bruselas (Bélgica), Pescara (Italia), Taipei (Taiwan) y Beppu
(Japón). Junto a Martha Argerich estarán la Orquesta Estable
del teatro, la Camerata Bariloche y varios solistas de primer nivel. Tratamos
de que entre los intérpretes, y también en el repertorio,
hubiera una presencia destacada de Sudamérica, aseguró
ella y, aunque el gran pianista brasileño Nelson Freire, anunciado
oportunamente, no será de la partida (por causa de una tendinitis
en una mano), la lista incluye a los argentinos Karin Lechner, Eduardo
Delgado y Eduardo Hubert, los cubanos Zenaida Manfugás (una
leyenda en Cuba, aunque ya no vive allí sino en Miami, comentó
Argerich) y Mauricio Vallina, la venezolana Gabriela Montero y el brasileño
Ricardo Castro (todos ellos pianistas) y dos violinistas: el israelí
Ivry Gitlis y el prodigioso Géza Hoszu-Legocky, nacido en Lausanne
(Suiza) hace 16 años.
Tal como sucede habitualmente en las conferencias de prensa, parte del
show tuvo que ver con las preguntas obvias, incomprensibles o improcedentes
y, por supuesto, con la descarada ingenuidad con que Argerich desairó
una y otra vez a los desatinados inquisidores. La primera fue toda una
lección. Ante la consabida requisitoria acerca de la opinión
de la artista sobre la situación cultural en la Argentina, ella
precisó: Es un poco complicado, acabo de llegar. Y,
ante la insistencia: Hay que estar un poco, por eso vine también,
para ver. ¿Y cómo se imagina la Argentina desde
la distancia?, no cejaba el periodista televisivo. Vamos a
ver, en este país siempre hay sorpresas. Eso es lo que me gusta,
fue su casi elegante manera de desembarazarse. Más allá
de aquellos que utilizaron sus preguntas para hablar de sí mismos,
de su admiración por la artista o, simplemente, para hacer enunciados
que no encerraban ninguna pregunta en absoluto, Martha Argerich se encargó
de puntualizar, entre otras cosas importantes, que no estoy en ninguna
etapa de inventario; más bien soy una estudiante perpetua
y que, entre otras obras que nunca tocó, quiere hacer el Cuarteto
para el Fin del Tiempo de Olivier Messian.
En cuanto al motivo de su presencia en Buenos Aires, detalló: La
idea de estos festivales, a diferencia de los tradicionales, como el de
Salzburgo, por ejemplo (aunque ahora sea un poco más democrático
que antes), es abrir el juego. Que haya mucha música y que mucha
gente se acerque a ella. El Festival Martha Argerich empezará
el sábado 10, a las 20.30, con la Orquesta Estable del Colón
dirigida por Roberto Tibiriçá y tres solistas: Zenaida Manfugás
en la Rhapsody in Blue de Gershwin (la orquesta hará también
la Suite de Porgy & Bess), Hoszu-Legocky en los Aires Gitanos Op.
20 de Pablo de Sarasate y Argerich en el Concierto en Sol de Ravel. El
domingo a las 21.30, Karin Lechner interpretará el Concierto K
415 de Mozart junto a solistas de la Camerata Bariloche, Argerich tocará
el Quinteto Op. 44 de Schumann con los violinistas Fernando Hasaj y Pablo
Saraví, Marcela Magin en viola y el cellista Víctor Aepli,
la Camerata hará la Pampeana Nº 1 Op. 16 de Ginastera y el
Concertimo per archi de Nino Rota y, como broche, Argerich hará
El Carnaval de los animales de Camille Saint-Säens con un grupo de
destacados solistas argentinos.
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