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Los legisladores del PJ piden la
vicepresidencia sólo para empezar

Siguen la ofensiva iniciada el miércoles. Exigirán la presidencia provisional del Senado, que los deja primeros en la sucesión presidencial. Y piensan revocar
las facultades extraordinarias.

Ramón Puerta, un candidato para ocupar, con sus más y sus menos, el lugar de Chacho Alvarez.

Por Felipe Yapur

Después de la sesión del miércoles, donde la oposición dio media sanción a la coparticipación del impuesto al cheque, ya nada será como antes para el bloque de la Alianza. Decidido a profundizar su embestida, el bloque de diputados del PJ ya anunció para la semana próxima la derogación de las facultades especiales del gobierno nacional. En tanto, en la Cámara alta, los senadores electos del justicialismo acordaron que no sólo presidirán las principales comisiones parlamentarias. También conducirán el Senado, ocupando así la virtual vicepresidencia de la Nación. Si a esto se le suma la falta de acuerdo con los gobernadores del PJ, el presidente Fernando de la Rúa se reunirá el domingo con su par estadounidense, George W. Bush, en el peor escenario político posible.
Si bien no hay mal que dure cien años, todo indica que para De la Rúa durará lo suficiente como para que la segunda mitad de su mandato sea un verdadero calvario. Con el éxito obtenido el miércoles pasado, el justicialismo de la Cámara de Diputados decidió redoblar su apuesta. “Vamos a derogar los superpoderes”, anunció uno de los diputados con predicamento dentro del bloque, y agregó: “También le voltearemos, como pidió (Elisa) Carrió, los decretos de necesidad y urgencia que De la Rúa firmó la semana pasada y que forman parte de las medidas económicas”.
Ayer por la mañana, el jefe de la bancada del PJ, Humberto Roggero, se reunió con un grupo de diputados –entre los que se encontraban José María Díaz Bancalari, Manuel Baladrón, Graciela Caamaño, Jorge Obeid, Eduardo Camaño y Juan Urtubey– para diagramar la estrategia a seguir.
El primer paso será derogar los superpoderes. Una tarea que se presenta, a la luz de la actual relación de fuerzas, como un trámite relativamente fácil. Por ejemplo, ayer se cumplió el plazo reglamentario que permite aprobar con mayoría simple esta norma vital para los intereses de la administración de De la Rúa. Entonces, si el PJ junto a los bloques del ARI, Frepaso, Frente para el Cambio y algunos diputados provinciales, consiguen el quórum para la sesión del miércoles, la suerte de la delegación de poderes está echada.
El bloque radical poco puede hacer para evitar la embestida. Sólo le resta rezar para que la oposición no logre el número de diputados necesarios. Fruto de esta ingrata realidad, el Gobierno tiene una sola alternativa para impedir la avalancha opositora: no convocar, en diciembre, a sesiones extraordinarias, una facultad de exclusiva potestad del Presidente.
Los justicialistas son conscientes de esta posibilidad y por ello quieren aprovechar la que consideran la última sesión del año. “Después de esto el Congreso será un cementerio. Pero antes los radicales sufrirán”, advierten en el bloque opositor.
En cambio, en la Cámara alta, la estrategia de la oposición no apunta tanto al recinto como a la integración de las comisiones y de sus autoridades. De todas formas, los actuales senadores no quieren quedarse atrás de sus colegas diputados: convocaron a una sesión extraordinaria para el próximo martes donde buscarán sancionar la coparticipación del impuesto a las transacciones bancarias.
Ayer, los senadores electos del PJ volvieron a encontrarse. El clima fue otro, diferente a la reunión anterior. En aquella oportunidad los representantes del Bloque Federal, que aglutina las provincias chicas, no habían logrado convencer a los senadores de las provincias grandes sobre la conveniencia de hacerse de la presidencia provisional del cuerpo. Pero ahora todo cambió. La debilidad del gobierno delarruista que anticipó la interna presidencial peronista provocó, por ejemplo, hasta un cambio de actitud en Eduardo Duhalde. El bonaerense era hasta hace unos días un ferviente defensor de la tradición que dice que la presidencia provisional la debe ocupar un senador del mismo signo político del Presidente.
Pero si el PJ coloca a un hombre suyo en ese puesto, no sólo pierde el control político de la Cámara, también pierde el manejo administrativo.Por lo tanto, los principales puestos estarán destinados a hombres de confianza del próximo titular del Senado.
El puesto que hoy ostenta el radical misionero, Mario Losada, es codiciado por el también misionero Ramón Puerta, un hombre de las provincias chicas. Pero no es el único. Los otros nombres que están dando vuelta son los del salteño Marcelo López Arias y del cordobés Juan Carlos Maqueda. Pero, tal como trascendió ayer, es muy probable que éstos terminen ocupando la vicepresidencia del Senado y la vicepresidencia del bloque del PJ.
Como fuera, quien llegara a ser Presidente del Senado sería virtualmente el vicepresidente de la Nación: el primero en la línea sucesoria del Presidente, el encargado de reemplazarlo cuando éste saliera del país. Si Puerta ya estuviera en ese sillón hoy mismo, reemplazaría a Fernando de la Rúa, que partió de viaje a Nueva York.

 


 

LOS CAMIONEROS CIERRAN LOS PASOS FRONTERIZOS
Contra “la competencia desleal”

La Federación de Camioneros que lidera Hugo Moyano mantenía ayer cerrados los pasos fronterizos con Chile y Brasil “por tiempo indeterminado” para exigir “la participación igualitaria argentina en el tráfico internacional de cargas”. Denuncian que sufren “competencia desleal”.
“El ingreso de camiones de cargas brasileños y chilenos al territorio nacional está totalmente paralizado desde la noche del miércoles y seguirá así hasta que el Gobierno ofrezca alguna solución a nuestros legítimos reclamos”, dijo desde Puerto Iguazú el secretario adjunto de los camioneros, Mariano Silva. El dirigente informó que ayer el cierre de fronteras que dispuso su gremio con el aval del sector empresario de esa actividad se cumplió con “absoluta tranquilidad y sin inconvenientes ningún tipo”. Los puntos que eligieron los trabajadores para impedir el ingreso de camiones de cargas al país son Puerto Iguazú y Bernardo de Irigoyen en la provincia de Misiones, Las Cuevas en Mendoza y Paso de los Libres en Corrientes. “Hacemos esto no sólo en defensa de nuestras fuentes de empleo, sino de toda la actividad que atraviesa un momento muy difícil por la competencia desleal que tenemos y por la soberanía nacional en lo que respecta transporte internacional de cargas”, señaló Silva. Mientras los camioneros aguardan el llamado del gobierno para encontrarle una salida al conflicto, desde el Ministerio de Economía una fuente aseguró que el Presidente estaría por formar un decreto que contiene dos medidas que solucionarían el problema.

 

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