Pocas horas después de
que el ex juez Víctor Hermes Brusa quedara en libertad, el gobierno
español solicitó formalmente a la Argentina su extradición,
junto con las de otros 17 represores. El pedido, que partió del
juez Baltasar Garzón, está siendo estudiado por la Dirección
de Asuntos Jurídicos de Cancillería.
Brusa y el policía Eduardo Curro Ramos recuperaron
su libertad en los primeros minutos de ayer, luego de que se cumplieran
cuarenta días de detención. Eran las únicas dos personas
de la lista de 18 represores que ordenó arrestar Garzón
que seguían en prisión. El resto menos dos que fueron
inhallables fue beneficiado con la excarcelación al presentarse
ante el juez Gabriel Cavallo, que había reclamado su detención
a pedido de Garzón.
Al cumplir cuarenta días de arresto sin que el juzgado argentino
recibiera la solicitud formal de extradición, Ramos y Brusa salieron
en libertad. Garzón ya había enviado los papeles pero éstos
estaban en el Ministerio de Relaciones Exteriores de España, que
los entregó ayer por la mañana a la Cancillería argentina.
El Gobierno puede remitir la documentación a la Justicia o trabar
el trámite, tal como hizo cuando Italia reclamó al ex marino
Alfredo Astiz por el asesinato de Angela María Aietta y Juan y
Susana Pegoraro.
En esa oportunidad, la Cancillería rechazó la extradición
pero giró la denuncia a la Justicia para que se investigara aquí.
Si en este caso ocurriera lo mismo, funcionarios judiciales estiman que
Brusa no podría eludir un juicio en el país, ya que al ser
civil no puede ampararse en la ley de Obediencia Debida, nunca fue sometido
a juicio y está acusado de delitos imprescriptibles. Si el proceso
de extradición sigue su curso, el hecho de que los acusados hayan
salido de la cárcel no modificaría el curso del proceso,
ya que la causa continúa abierta.
A diferencia de España, el Estado alemán, que reclamó
la extradición de Guillermo Suárez Mason, nombró
a un abogado que hizo la presentación directamente en el juzgado
además de en la Cancillería y el Ministerio de Relaciones
Exteriores, por eso Cavallo pudo continuar con el proceso aunque
el Gobierno aún no se expidió.
Además de Brusa y Ramos, figuran en el pedido de extradición
Mario José Facino ex policía y actual concejal electo
por el justicialismo en la localidad santafesina de San José del
Rincón, Héctor Romeo Colombini, Juan Calixto Perizzotti,
María Eva Aevis y los marinos José Antonio Suppicich, Salvio
Olegario Menéndez, Raúl Scheller, Miguel Benazzi Berisso,
Hugo Enrique Damario, Fernando Peyón, Francisco Rioja, Jorge Rádice,
Jorge Luis Magnacco, Roberto Oscar González y Roberto Carnot, Gonzalo
Sánchez. Todos están acusados de terrorismo desarrollado
en base a múltiples muertes, lesiones, detenciones ilegales, secuestros
y desaparición forzada de personas y genocidio.
Durante la dictadura, Brusa fue empleado en el juzgado federal de Santa
Fe donde luego fue titular y avalaba y amenazaba a los detenidos
desaparecidos. El ex juez fue destituido a principios del año pasado,
a partir de un juicio político que se inició en 1997, luego
de que el hombre arrollara a un nadador con su lancha y no le prestara
auxilio. Cuando el caso fue evaluado por el Consejo de la Magistratura,
sobrevivientes de los campos clandestinos de Santa Fe relataron ante el
organismo los tormentos que Brusa les hizo padecer.
Ahora, el juzgado federal número cuatro que quedó
a cargo de Jorge Ballestero debe aguardar a que la Dirección
de Asuntos Jurídicos de la Cancillería decida si el trámite
continúa.
GALEANO
CONSIDERO QUE NO TIENE PRUEBAS POR EL VOLQUETE
Falta de mérito para Nassib Haddad
El juez federal Juan José
Galeano dictó la falta de mérito en la causa AMIA para Nassib
Haddad y sus hijos Javier, Pablo y Guillermo, dueños del volquete
colocado en la puerta de la mutual judía cinco minutos antes del
atentado. Los Haddad manejan la empresa Santa Rita, que alquila contenedores,
explota una calera y se dedica también a la trituración
de escombros; habían quedado bajo sospecha cuando se descubrió
que poco antes del 18 de julio del 94 adquirieron amonal, el explosivo
que se utilizó en la voladura. Galeano consideró que ningún
indicio permite siquiera sospechar que los explosivos que
mataron a 85 víctimas hayan estado dentro del volquete.
Si bien las pericias sobre el atentado señalan que el ataque terrorista
se hizo con un coche bomba, los cuatro investigados nunca pudieron explicar
qué destino dieron a esos explosivos comprados a través
de la firma Santa Rita. Aunque una parte fue utilizada en la extracción
de piedra para las obras de la represa Casa de Piedra, hay
un excedente que no se sabe dónde fue a parar.
Galeano consideró que no se ha comprobado que la cantidad
de explosivo sobrante fuera trasladada a la ciudad de Buenos Aires o al
Gran Buenos Aires, o bien entregado por los imputados a los terroristas
que a la postre lo emplearon en la explosión de la mutual judía,
ni han surgido indicios en tal sentido, según escribió
en su resolución.
Al conocerse la falta de mérito, el abogado Alberto Zuppi anticipó
que los familiares de Memoria Activa apelarán la resolución.
Pedimos a Galeano una serie de medidas de prueba y sólo hizo
lugar al análisis de una sustancia encontrada en Santa Rita, sobre
la que se comprobó que era óxido de litio, que sirve para
detonar el amonal, dijo al explicar por qué considera que
existen elementos para mantener sospechas sobre Haddad.
Junto con Alberto Kanoore Edul, Haddad es la única persona de apellido
islámico que aparece en la causa. Si Haddad es investigado en relación
al volquete, el primero lo es en relación a la Trafic usada en
el atentado. El día en que los policías bonaerenses se llevaron
la trafic de la casa de Telleldín, Kanoore Edul se comunicó
telefónicamente con el vendedor de autos doblados. Y ocho días
más tarde, cuando se realizó el atentado, el camión
que llevó el volquete hasta la AMIA pasó por la calle Constitución
al 2657, un lugar llamativo por ser un predio vacío lindante con
la casa de Kanoore Edul y donde el conductor dijo haber dejado también
un volquete.
Aunque la resolución judicial conocida ayer está centrada
en que los explosivos no estaban dentro del contenedor (una hipótesis
que alientan los defensores de los ex policías bonaerenses llevados
a juicio oral), Galeano consideró que no puede considerarse
seriamente que la entrega del volquete formara parte de plan alguno en
el ataque terrorista, como así tampoco que haya servido
como un elemento para asegurar el despeje del área del impacto
del coche-bomba.
El paragolpes de la
Trafic
Un testigo reveló ayer en el juicio por el atentado a la
AMIA que después de la explosión encontró en
su negocio el fragmento de una camioneta Trafic, similar a la que
la Justicia sostiene que se usó como coche bomba. Encontré
un pedazo de paragolpe de Trafic dentro de una montaña de
escombros, donde reconocí a mi padre herido, contó
ante la sorpresa de toda la audiencia Alberto Chaufán, dueño
del comercio de Pasteur 626, frente a la AMIA. El asombro tiene
que ver con que el testigo fue pedido por la defensa de los acusados
que siempre trata de abonar la hipótesis de que no hubo tal
camioneta. Y terminó dando un dato que puede perjudicarlos.
Pero lo alarmante fue que cuando le mostraron a Chaufán una
foto con los restos de Trafic encontrados en la AMIA no pudo reconocer
ningún paragolpes. Por lo tanto, el defensor Víctor
Valle pidió al Tribunal que se formule una denuncia por hurto
calamitoso dado que el testigo dice haber entregado esa evidencia
a un policía pero la misma no está entre los elementos
recogidos por la investigación preliminar que condujo Juan
José Galeano. El primer testigo del día había
sido Juan Carlos Alvarez, que trabajaba como barrendero y sobrevivió
a la explosión. No vi nada, sintetizó
el hombre que se definió como ciruja. Sin embargo,
recordó que vio a un policía agachado dentro del patrullero
de custodia y que el volquete en la puerta de AMIA estaba vacío.
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