Por Javier Lorca

En la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) se desataron las internas para elegir al próximo decano. Pese a que el actual titular del decanato podría ser reelegido porque está terminando su primer mandato y el estatuto de la UBA autoriza una reelección, la salida de Francisco Raúl Carnese está confirmada. Tanto, que el oficialismo realizó una elección previa para definir su candidato. Más de cien profesores participaron y eligieron a Carlos Reboratti, profesor de Geografía. Desde la oposición, el profesor Félix Schuster, de Filosofía y Antropología, se perfila como el otro postulante. Los resultados de esta semana en los comicios de estudiantes darán la primera clave de la incógnita que se develará a principios de diciembre, cuando voten los profesores y los graduados.
“El decano en ningún momento pensó en continuar –contó la vicedecana Marta Souto–. Y yo tenía el apoyo de la lista, pero, por cuestiones personales, decidí no postularme.” Sobre 254 profesores regulares en condiciones de votar en la facultad, de la elección interna de los profesores de la mayoría participaron 114. Con 66 votos, Reboratti fue elegido como candidato, sobre los 48 votos para Samuel Cabanchik, actual secretario de Posgrado. “La persona que ocupe el cargo de decano debe anteponer el interés de la institución a cualquier otro, sea político, ideológico o corporativo, para lo cual es necesario que escuche a todos los miembros de esta facultad... No se deben aceptar presiones por parte de sectores ajenos a la facultad”, señaló Reboratti en una carta abierta. Pese a la gran cantidad de profesores que participaron de la interna -lo que permite suponer que el oficialismo mantendrá la mayoría en el claustro docente–, el camino de Reboratti hacia el sillón del decanato no está allanado.
El crecimiento de la oposición entre los estudiantes y los graduados ha sido importante. Hasta ahora, los consejeros estudiantiles no forman un bloque opositor homogéneo, ya que la mayoría asumió como la Alianza y luego se desmembró. Pero las cosas prometen cambiar. En las elecciones que se están haciendo esta semana, los pronósticos indican que el Frente Amplio Estudiantil (La Mariátegui, el MST, la Walsh) podría quedarse con la mayoría de los consejeros alumnos (tres) o, incluso, con los cuatro consejeros, si la primera minoría no alcanza el 20 por ciento de los votos. La única lista que podría llegar a ese piso es Unidad Académica, integrada por independientes y ex miembros de la Alianza. Franja Morada resolvió no presentarse a las elecciones, para no restarle votos a Unidad Académica. Los estudiantes de Filosofía y Letras pueden seguir votando hoy, de 10 a 21, y mañana, de 10 a 20.
Entre los graduados, la oposición ocupa la mayoría del claustro en el consejo desde hace dos años, cuando logró desplazar a los consejeros que apoyaban la gestión. Entonces se habían postulado tres listas: Diferencia tuvo 340 votos; Graduados por la Universidad Pública (ex 1789), 285 votos; y la Lista Apertura, 88. La elección para renovar estos consejeros se hará en la primera semana del mes que viene. Todavía no se definió qué listas se presentarán, pero se estima que serían las dos primeras.
En ese escenario, lo más probable es que el oficialismo mantenga su mayoría en el claustro de profesores, frente a la oposición que postularía a Félix Schuster como decano, y frente a otra lista que encabeza Ricardo Graziano, secretario académico cuando Luis Yanes ocupaba el decanato. Así, de las ocho bancas docentes del consejo, la lista que postulará a Reboratti ganaría cinco o seis. Eso depende del caudal de votos de la minoría: si obtiene el 33 por ciento o más, le corresponderán tres consejeros; pero, si obtiene entre 20 y 33 puntos, le tocarán dos bancas; si no alcanza ese piso, no tendrá consejeros. En graduados, la oposición descuenta un nuevo triunfo, al igual que en estudiantes.
De confirmarse esas estimaciones, el oficialismo tendría –entre los 16 miembros del consejo directivo– cinco o seis consejeros por profesores, uno por graduados y podría tener otro por alumnos. Y la oposición sumaría dos o tres profesores, tres graduados y tres o cuatro estudiantes. Un tablero casi empatado que podría postergar la elección del próximo decano hasta marzo.
Los alumnos del FAE, si bien ratificaron su apoyo a los profesores opositores y a los antecedentes académicos de Schuster, avisaron: “Vamos a votar a un decano que garantice un trabajo que tienda a la gratuidad de los posgrados y del Laboratorio de Idiomas, a terminar con los docentes ad honorem y a cambiar los planes de estudios discutiendo en asambleas interclaustros”, coincidieron Eduardo Malach y Esteban Chiaradía, dirigentes del FAE.

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