Por Claudio Zlotnik
Desde Mar del Plata
Alcanzaron 48 horas para que
las expectativas del Gobierno se den vuelta. Al contrario de lo expresado
por Fernando de la Rúa, que el miércoles pasado manifestó
su intención de traerse la promesa de dinero fresco de su viaje
a los Estados Unidos, ayer Chrystian Colombo cortó cualquier chance
para la ilusión. Claramente, la discusión (con los
gobernadores) no favorece las negociaciones que debe hacer el Presidente,
admitió el jefe de Gabinete en el mismo escenario utilizado por
De la Rúa para soltar su entusiasmo. Con el correr de las horas,
las desavenencias políticas pasaron a tener un protagonismo central
en el 37º Coloquio de IDEA que terminó anoche en esta ciudad.
En ese sentido, Juan Carlos Masjoan, presidente de Telecom, fue tajante
ante una consulta de Página/12: El plan económico
tiene chances de éxito únicamente en el caso de que haya
cohesión política, es necesario que dejen de discutir y
que haya acuerdo entre la Nación y los mandatarios justicialistas.
El dramático cambio de ánimo no fue exclusivo de los máximos
funcionarios del Gobierno. En las 72 horas transcurridas entre la inauguración
del Coloquio y su cierre, los ejecutivos pasaron del moderado optimismo
al nerviosismo y las caras largas. Y lo que en algún momento fue
analizado como la posible salida de la agonía los últimos
anuncios económicos, y en especial el de la reestructuración
de la deuda terminó por convertirse en un nuevo escenario
amenazante. Es decir, que la crisis empeore. Frente a este panorama, muchos
de los peso pesados entre los empresarios decidieron partir hacia Buenos
Aires antes de tiempo para seguir los acontecimientos de cerca y no exponerse
públicamente. A su vez, el gobernador cordobés, José
Manuel de la Sota, pegó el faltazo y dejó la silla vacía
en el panel que debía compartir con Jesús Rodríguez
y Enrique Pescarmona.
El hecho de que Colombo admitiera el posible fracaso de la misión
de De la Rúa frente a su colega George W. Bush no hace más
que agravar la situación. Después de lanzar la reestructuración
de la deuda y obtener apoyo entre los bancos locales, el objetivo del
jefe de Estado era mostrar, además, un fuerte respaldo político
para enfrentar la crisis. Esas eran sus dos cartas ganadoras para traerse
de Washington la promesa de un adelanto en los fondos prometidos, en total
unos 4260 millones de dólares que servirían para garantizar
nuevos títulos de la deuda a tasas más bajas. Pero lo que
parecía un juego seguro, y así lo dejó en claro durante
su paso por esta ciudad, terminó en fiasco. Con la pobre promesa
de que, eso sí, la semana que viene llegaría el acuerdo
con algunas provincias del PJ, tal como lo dijo Colombo antes
de regresar a Buenos Aires.
Muchos de los empresarios líderes, como Enrique Pescarmona (Impsa),
Oscar Vicente (Pérez Companc) o el propio Masjoan sospechan que
la Argentina se está jugando horas decisivas. Y que, tal como dijo
a este diario el hombre de Telecom, el mejor escenario es que haya
acuerdo político para que la economía deje de caer.
En este contexto, y a pesar de que los paneles de oradores planteaban
pensar la Argentina del Bicentenario, la del 2010, en las
charlas informales los ejecutivos se mostraban desesperanzados y confundidos
sobre lo que ocurriría en la Argentina de las próximas horas.
En este contexto, los empresarios cargaron las tintas sobre la clase política.
Vicente puso un ejemplo de lo ocurrido en el sector minero, donde supuestamente
algunos gobernadores habrían violado una ley de estabilidad impositiva,
para criticar. En la quiniela se sabe que si no se pagan las apuestas
ganadoras, el jugador no vuelve más. Los políticos hicieron
trampa con los impuestos y frenaron las inversiones. Fueron tramposos
y tontos, relató. La cuestión política también
estuvo presente en las conclusiones del Coloquio, conocidas anoche, una
vez finalizados todos los paneles. Una estrategia (de crecimiento)
se construye con el diálogo constructivos de todos los sectores,
señala el documento final.
Pero muestra del cortocircuito entre la Nación y los distritos
del interior fueron los chispazos que se sacaron Colombo y el diputado
del PJ Jorge Remes Lenicov en medio de las alocuciones. Después
de que el justicialista reconociera que parte de la discusión por
la coparticipación se debe a la posición inflexible de Carlos
Ruckauf para discutir el tema, Colombo contraatacó:
Coincido en que el problema es la provincia de Buenos Aires disparó.
En medio de las sonoras risas de los presentes, Remes retrucó:
Si nos dieran toda la plata que nos deben todavía nos sobraría
para prestarles a ustedes y así resolver el resto de los problemas.
Fue el final de otra jornada caliente.
Renegociar las
tarifas
Desde Mar del Plata
Ahora que el Gobierno lanzó la reestructuración
de la deuda, debe animarse a renegociar las tarifas de los servicios
públicos. El reclamo, hecho en diálogo con este
diario, lo formuló José Ignacio de Mendiguren, presidente
de la Unión Industrial. Para De Mendiguren, esa medida empezaría
a resolver el problema de fondo de la Argentina: los precios relativos.
Las tarifas locales son, en promedio, el triple de las internacionales,
añadió. Pese al diagnóstico, el dirigente negó
que la devaluación sea una solución para la crisis,
por lo menos en el actual contexto. Al respecto, la
posición de la UIA es que Cavallo imponga una suba de aranceles
y aumente los reintegros a los exportadores, de manera de compensar
la falta de competitividad de la economía, consecuencia de
la revaluación del peso. Es un falacia el argumento
de que hay que bajar el gasto público para salir de la crisis,
tal como nos quieren hacer creer los liberales, sentenció
el directivo. Por último, estimó que el canje de la
deuda tendrá éxito porque los inversores recibirán
un activo con una rentabilidad tres veces superior a sus similares
de Estados Unidos. Es una buena opción, concluyó.
|
Seducidos y alineados
Desde Mar del Plata
Ante la expresión atónita y desconcertada de los
empresarios y periodistas que asistieron ayer a la primera mesa
de diálogo, irrumpieron en la charla dos parejas de señoritas
que sirvieron de modelos para representar la diferencia entre Oriente
y Occidente, para clarificar un mensaje que el empresario Enrique
Menotti Pescarmona quería trasmitir.
Dos espectaculares rubias vestidas con remeras coloridas y bien
ceñidas al cuerpo, y otras dos con la vestimenta típica
de las mujeres de Medio Oriente, que cubren todo su cuerpo y cara,
capturaron por unos minutos la atención de los presentes
y desataron un murmullo generalizado cuando abandonaron el Salón
Vélez Sarsfield del Sheraton Hotel Mar del Plata.
Esta pequeña representación utilizó Pescarmona
para señalar las diferencias entre Oriente y Occidente, mientras
explicaba a la audiencia sobre la necesidad de una definición
de Argentina respecto de la actitud que debería tomar después
de los ataques terroristas del 11 de septiembre.
¿Dónde nos ubicamos?, decía el
presidente de Impsa, ¿somos Oriente u Occidente?
preguntaba, al tiempo que sonreía y miraba a las señoritas
que representaban a ambos sectores del mundo. Argentina se
alinea o no, pero no tiene que andar con medias tintas. No sé
ustedes, pero yo prefiero a Occidente, agregó al tiempo
que arrojaba una mirada fugaz hacia las niñas de ropas más
ajustadas.
|
ANALIZAN
LA REPATRIACION DE ENCAJES BANCARIOS
Maniobras al borde del abismo
Por C. Z.
Desde Mar del Plata
El Banco Central les ordenará
a los bancos que traigan a la Argentina unos 2700 millones de dólares
que las entidades financieras tienen depositadas en una cuenta del Deutsche
Bank de Nueva York. Ese dinero, colocado por las entidades en concepto
de requisitos mínimos de liquidez, podría trepar a 5000
millones en caso de que Roque Maccarone opte por extender el reclamo a
los capitales que los bancos tienen depositados como excedente de aquellos
requisitos. Varios financistas consultados por Página/12 durante
el Coloquio de IDEA dieron diversas interpretaciones sobre la medida oficial.
Algunos creen ver que detrás
de la medida se esconde el temor de Domingo Cavallo a que sean embargadas
las cuentas argentinas en el extranjero en caso de reclamos judiciales
por el default.
Sin embargo, hay financistas
que descartan esa alternativa. Alegan que el dinero depositado en el Deutsche
de Nueva York pertenece a bancos privados, mayoritariamente internacionales,
y no al Estado argentino.
La postura mayoritaria indicaba
que con la repatriación de divisas, Cavallo iría en busca
de una cosmética matemática, demostrando que las reservas
del Banco Central depositadas en Buenos Aires son superiores a las actuales.
Y pretender demostrar un incremento de las reservas cuando, en realidad,
al comparar, la operación dará una sumatoria cero.
A su vez, los banqueros niegan
que la operación intente una mejora de la liquidez de las entidades
para enfrentar la corrida. Es lo mismo tener los fondos depositados en
el exterior o en la Argentina. El problema es que hay una huida de depósitos.
Frente a este panorama, que en todo caso refleja lo complicado del momento,
Página/12 dialogó con un importante banquero. A condición
de no revelar su identificación, el financista formuló su
análisis de la situación.
Si no hay un gran acuerdo político
en cuestión de horas, podría sobrevenir el caos.
Esto significa que podrían
empeorar las cuestiones estructurales de la economía, como el corte
total de la cadena de pagos.
La crisis sigue dañando
el patrimonio de los bancos. Todavía no hay ningún caso
grave. Pero la huida de depósitos debe frenarse rápido.
Y ello sólo ocurrirá si el Gobierno y el PJ se sacan una
foto que dé la imagen de estabilidad. Este es el paso necesario
para pensar en alejarse del precipicio en el que estamos.
Fernando de la Rúa está
muy débil. Y va a dar una muestra de mayor vulnerabilidad cuando
vuelva de los Estados Unidos con las manos vacías.
Salvo alguna sorpresa, volverá peor de lo que se fue. Los políticos
deben hacer algo para sostenerlo.
Los banqueros no son los únicos
que lamentamos la crisis. En el Coloquio se palpó la gravedad extrema
por la que atraviesan las empresas.
A fin de año, muchos
ejecutivos verán que en 2001 ganaron la mitad que en el año
2000. Nadie imaginaba un escenario así, y hay mucho temor sobre
lo que pueda ocurrir.
Muestra de ello es que en muchas
grandes empresas, más que en planes de expansión, los directivos
están evaluando la magnitud de los próximos ajustes en caso
de que se ahonde la crisis.
GRAGEAS
DE LO QUE DEJO EL ENCUENTRO EMPRESARIO
Paños fríos, pasiones y más
promesas
Desde Mar del Plata
Chrystian Colombo fue el encargado de cerrar anoche el Coloquio. Intentando
poner paños fríos a un día complicado, aseguró
que entre lunes y martes firmará el acuerdo fiscal con algunas
provincias gobernadas por el PJ, y que así se lo habían
prometido varios mandatarios. No dio más detalles.
La presencia de Ricardo López Murphy fue origen de nervios, apretujones
y gritos entre los empresarios que participan del 37º Coloquio de
IDEA. Fue cuando el presidente del Coloquio, Andrés Von Busch,
ordenó cerrar las puertas del salón Vélez Sársfield
e impedir el ingreso de un centenar de personas que aguardaban para escuchar
al ex ministro. Pero todas las mesas estaban ocupadas, había 200
personas, y Von Busch se negaba a traer sillas desde afuera. No
voy a olvidar este momento. Te lo juro, le dijo uno de los participantes.
Pagamos 20.000 dólares para ser auspiciantes y ahora te portás
así, lo inquirió un ejecutivo de Bayer. A pesar de
que el propio Emilio Cárdenas, del HSBC, pretendió hacer
cambiar la actitud de Von Busch. Finalmente, el titular del Coloquio ocupó
su lugar en una de las mesas y los nerviosos empresarios entraron en malón
a la sala. Eso sí, muchos de ellos tuvieron que quedarse parados
y otros sentarse en el piso.
Precisamente, fue Ricardo López Murphy el encargado de cambiar
los rostros serios por las sonrisas y los aplausos, en su discurso del
jueves. Fue cuando, fiel a su estilo, dijo que en la Argentina había
gente con nostalgia de volver a la inflación, al estatismo
y a la economía cerrada. Una nostalgia por los viejos sueños
socialistas. Como el hecho de querer una sola AFJP (en referencia al Estado).
Pero ese sistema ya fue probado y se derrumbó con el Muro de Berlín.
¿No será mucho?
La guerra de tarifas entre las aerolíneas tuvo un impacto inmediato.
En las últimas dos semanas, las ventas de pasajes aéreos
de cabotaje aumentaron un 20 por ciento, según comentó a
Página/12 Eduardo Eurnekian, dueño de ARG. Este aumento,
que representa un millón de viajes anuales, fue neto. Es decir,
no implicó que haya caída en los pasajes vendidos por el
transporte terrestre, remarcó el empresario.
El Gobierno prometió que, esta vez sí, será la
vencida y, por fin, se pondrá en marcha el demorado Plan de Infraestructura.
El próximo día 20 se realizará la primera licitación
del plan, por un total de 400 millones de dólares en obras públicas.
Se trata de construcciones de nuevos caminos y viviendas. Los trabajos
estarán garantizados con los fondos que el Estado recauda por la
tasa vial.
|