Por Eduardo Videla
La ciudad de Buenos Aires podría
convertirse el martes en el segundo distrito del país el
primero fue la provincia de Mendoza que implemente un programa de
canje de armas de uso civil: la Legislatura porteña tratará
el martes próximo, en una sesión especial, una ley para
implementar un sistema de desarme para los porteños.
El plan prevé canjear armas registradas e ilegales por alimentos,
medicamentos, materiales para la construcción o entradas para espectáculos
deportivos o culturales.
El proyecto, presentado por el diputado Fernando Caeiro, ya tiene el visto
bueno de la Comisión de Seguridad de la Legislatura y podría
convertirse en ley en la sesión del martes. La norma propone crear
en el ámbito de la ciudad el programa Menos armas por más
seguridad, cuya implementación estará a cargo de la
Secretaría de Justicia y Seguridad, con la colaboración
del Registro Nacional de Armas (Renar).
Según las estadísticas del Renar, en la ciudad de Buenos
Aires hay unas 200 mil armas registradas, que representan el 13 por ciento
del total del país. Además, se estima que existen otras
200 mil sin registrar.
El objetivo del programa es retirar la mayor cantidad de armas posible,
creando conciencia en la población del riesgo que implica tener
un arma en la casa, dijo Caeiro a Página/12. El principio
que inspira el canje es que la tenencia de un revólver o una pistola
no garantiza la seguridad sino todo lo contrario. El que tiene un
arma para defenderse y sufre un delito, corre más riesgo de resultar
herido o muerto, porque el delincuente está más preparado
para disparar que la víctima agregó el legislador.
Eso, sin contar los accidentes o los crímenes ocurridos dentro
de una familia.
El proyecto propone tres modalidades para la entrega de las armas: en
el Renar, en puntos de recolección a cargo de personal especializado,
o mediante la recolección domiciliaria. El armamento será
trasladado a un lugar de disposición final, donde serán
destruidas. El proyecto establece que la autoridad de aplicación
podrá disponer otro destino que no se especifica, siempre
que tenga razones fundadas. La intención sería preservar
algunas armas históricas, aunque eso deberá determinarse
en la reglamentación.
El programa durará 180 días, prorrogables por otros 180.
Las personas que entreguen sus armas recibirán a cambio un certificado,
con el cual después podrán solicitar vales de canje para
acceder a ciertos beneficios que también se determinarán
en la reglamentación. A manera de sugerencia, el proyecto sostiene
que podrán ofrecerse módulos alimentarios, medicamentos,
materiales para la construcción, pases para transporte público,
becas de estudio, libros, entradas para espectáculos deportivos
y eventos culturales.
En ningún caso se canjearán por dinero. Las armas deberán
estar en condiciones de ser usadas, y se reconocerá el 50 por ciento
de su valor de mercado. Se aceptarán armas de uso civil, estén
registradas o no, mientras que de las consideradas como armamento de guerra
(de calibre mayor) se aceptarán sólo las inscriptas en el
Renar. Por las municiones y otros accesorios no se entregarán vales.
La implementación de la norma, según prevé el proyecto,
requerirá una amplia campaña de difusión y el concurso
de entidades intermedias. Por ejemplo, pueden firmarse acuerdos
con los clubes de fútbol, para que los simpatizantes puedan canjear
armas por abonos para partidos, dijo Caeiro. También se implementará
una línea gratuita para informar a la población.
El proyecto fue elaborado en conjunto con los funcionarios que implementaron
el mismo plan en la provincia de Mendoza, donde en 45 días lograron
recolectar 2600 armas sobre un total de 15 mil registradas. La iniciativa
tiene el aval de la Alianza, de algunos peronistas, de Acción por
la República y del ARI, más diputados independientes. La
observación más importante es la de Santiago de Estrada
(Encuentro por la Ciudad),quien reclama que el programa no puede implementarse
si no es acompañado por otro que esté dirigido a una
mayor protección de la gente.
La experiencia en
Mendoza
En Mendoza, el programa de canje de armas se realizó a
fines de 2000 y a mediados de este año, durante un total
de 45 días y después de una amplia campaña
de difusión. En ese lapso, se recolectaron 2566 armas de
fuego y más de 8000 municiones, todas en condiciones de uso.
Por cada arma recuperada, se entregó un vale de 50
pesos el doble de su valor en el mercado negro que la
gente podía canjear por alimentos, explicó a
Página/12 el subsecretario de Relaciones con la Comunidad,
Gabriel Conte.
El plan se complementó con otros sistemas de seguridad, como
las alarmas comunitarias, para que la gente, ante una emergencia,
en vez de apretar el gatillo pueda dar un alerta para recibir ayuda.
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LEVANTAN
EL PARO EN LA CIUDAD
A recolectar la basura
Con el temor latente ante un
alerta meteorológico y la organización previa de un plan
de emergencia para recolectar los residuos, el Gobierno porteño
convocó ayer al gremio de recolectores de basura y logró
levantar el paro sorpresivo y por tiempo indeterminado que habían
dispuesto en solidaridad con sus colegas de la provincia de Buenos Aires.
El paro que había sido dispuesto por el camionero Hugo Moyano,
el jueves por la noche, impidió la recolección de basura.
El conflicto se desató, según los gremialistas, en solidaridad
con los recolectores de 20 municipios bonaerenses, que no habían
cobrado sus sueldos.
El jefe de Gabinete porteño, Raúl Fernández, convocó
a los gremialistas a una reunión de la que participó el
secretario de Medio Ambiente, Eduardo Ricciutti. Previamente, el Ejecutivo
había presentado un pedido al Ministerio de Trabajo para declarar
la ilegalidad del paro. También, se organizó un diagrama
de emergencia con 70 camiones de la Dirección de Higiene Urbana
del gobierno porteño.
Durante la reunión con el gremio, las autoridades exigieron el
levantamiento del paro, con un argumento de peso: la Ciudad está
al día con los pagos y no existe ningún conflicto con las
empresas ni con los recolectores. Finalizada la reunión, el sindicalista
Claudio Tapia informó que se había levantado el paro. Teniendo
en cuenta las anunciadas lluvias, parte de los 70 camiones destinados
al diagrama de emergencia fue destinada a recoger los residuos de las
zonas más vulnerables de la ciudad.
El clima en las empresas recolectoras no es el mejor: en febrero vencen
los contratos y por lo que se sabe hasta ahora, el gobierno no hará
uso de la prórroga y está dispuesto a llamar a una nueva
licitación.
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