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ESTA TARDE, A LAS 16, EN LA BOMBONERA, EL PARTIDO HOMENAJE A MARADONA
Adiós, Diego, el fútbol te va a extrañar

Después de siete años y medio, el astro volverá a vestir la camiseta celeste y blanca de la Selección Argentina, en lo que será su despedida formal del fútbol, a los 41 años, contra un Equipo de Estrellas formado por los amigos que le dejó el fútbol, ese al que ya se le pianta un lagrimón...

¿Será la última? Todo parece indicarlo, pero con Diego Maradona... ¿quién sabe? Esta tarde, a las 16, el astro, el futbolista más grande de los últimos tiempos, volverá a vestir la camiseta de la Selección Nacional, por primera vez en siete años, jugando contra un Equipo de Estrellas conformado por algunos de los tantos amigos que le dejó el fútbol. Será, sin duda, “un momento histórico”, como él mismo lo ha calificado. ¿Será la última? El genio y la mística cuyas llamas Maradona avivó durante un cuarto de siglo, desde aquel lejano debut en 1976, volverán a crepitar, esta vez en la Bombonera, y muchos de los chicos que sólo vieron por TV aquella magia del Mundial de 1986 podrán pedirle permiso a la emoción; y los grandes que sí lo vieron, en la cúspide y también en el lento desbarrancamiento que supuso para Diego la turbulenta década de los ‘90, podrán acunar aquella nostalgia. Diego Maradona vuelve a pisar una cancha de fútbol, después de cuatro años sin competencia oficial, para decir adiós. Pero, tratándose del Diego, ¿se puede estar seguro de que será la última?
Con Diego, se sabe, nunca se sabe. Si hasta volvió a sorprender ayer, cuando lo esperaba la Selección para entrenarse con él en Ezeiza, y Maradona hizo notar su ausencia. Desde las 16, gran cantidad de público se agolpó frente al predio para ver y saludar a Diego, quien prefirió quedarse en su habitación del hotel Hilton por estar disconforme, según trascendió, con los organizadores del partido homenaje.
Según algunas versiones que circularon esta tarde, favorecidas en parte por el silencio que reinó entre los organizadores, el malestar de Maradona con éstos habría nacido cuando se enteró de que sólo se habían vendido alrededor de 20 mil entradas para el partido.
Pasadas las 18, varios integrantes del Seleccionado, como Sorín, Burgos y Gallardo, se retiraron tras realizar ejercicios regenerativos y minutos después los siguieron el resto de los jugadores. El equipo se reunía a las 0.30 de hoy en Ezeiza, para quedar concentrado, pero Maradona mandó a avisar que él no se concentraría. El astro estuvo realizando movimientos gimnásticos en el hotel.
Por la mañana había estado mucho más eufórico. “Quiero que llegue la hora del partido, del homenaje, la hora en que (sus hijas) Dalma y Giannina me den un beso, porque creo que lo merezco –dijo en un maratón radial–. Como otras veces dije que no fui un buen padre y reconozco muchas cosas, creo que a esto me lo gané.”
El astro –que según trascendidos cobraría cerca de 700 mil dólares por este partido– se quejó de los comentarios que circularon sobre la concurrencia al partido. “Se dijo que, debido a la situación del país, mañana la cancha va a estar semivacía. Y Guillermo (por Coppola, su representante y amigo) me jura y recontrajura que no es así. Hasta eso tengo que soportar cuando vengo a mi país a un homenaje.” E insistió: “Quiero enfrentar la realidad porque así me lo indica mi corazón, pero así no se puede. Guillermo me recontra jura que le piden entradas, y sé lo que está luchando para meter más gente. Es jodido que vayan en contra de la realidad”.
A las varias ausencias que se confirmaron en los últimos días, en especial la de Claudio Caniggia, o la de los jugadores de River, Ariel Ortega y Andrés D’Alessandro, ayer se confirmó la del brasileño Romario, a raíz de las chances que tiene su equipo, el Vasco da Gama, de clasificarse para la liguilla final del campeonato brasileño. Sin embargo, serán de la partida dos jugadores de lujo: Enzo Francescoli y Juan Román Riquelme. El Equipo de las Estrellas en-trenó ayer con nueve jugadores.

 


 

QUE SERA DE MARADONA SIN EL FUTBOL
Del homenaje a la despedida

Por Enrique Escande

Los argentinos se preguntaban a fines de octubre de 1997 cómo sería el fútbol sin Diego Maradona, cuando decidió su retiro después de más de dos décadas de actividad en la que se sucedieron hechos de alto voltaje, tanto en el terreno deportivo como en su vida personal.
También se preguntaban qué sería de su vida alejado de una pelota, de las exigencias a las que está sometido un deportista de alta competición.
Aquella inquietud tuvo su justificación dos años más tarde, cuando estuvo al borde de la muerte en Punta del Este, donde sufrió una crisis cardíaca y debió someterse en La Habana a un tratamiento por su adicción a las drogas del cual no ha sido dado de alta.
El fútbol sin Maradona se las arregló como pudo, pero se las arregló, como había sucedido años antes cuando se despidieron de los campos de juego Alfredo Di Stéfano, Pelé o Johann Cruyff. Sin embargo, a Diego las cosas le costaron bastante más en ese aspecto. El flaco y poco expresivo fútbol actual, controlado por intereses que eclipsan valores como el talento y la belleza del juego, se recicla con una notable facilidad pese a la falta de jugadores como el Pibe 10, pero a éste su condición de ex futbolista lo tortura.
En agosto pasado, cerca de cumplir los 41 años, su representante, Guillermo Coppola, dijo que Maradona estuvo pensado “seriamente” en la posibilidad de volver a jugar al fútbol, idea que reavivó la organización del partido homenaje. “Al iniciar este proyecto, Diego dijo que si todo sale bien, no está dicha la última palabra. Creo que con eso nos mete en la cabeza que algo más va a hacer en el fútbol”, dijo Coppola en aquella ocasión.
Una semana antes, Maradona indicó, en una entrevista publicada en la página de la FIFA en Internet, que le gustaría “seguir jugando” porque fue “muy feliz” mientras lo hizo. “Todavía me duele y no puedo creer que no pueda jugar más. Porque aún siento el fútbol en todo mi cuerpo, en la cabeza, en el corazón, en el estómago, en las piernas, en los pies. Era muy feliz mientras jugaba”, dijo hace tres meses. Más adelante comentó que en su vida cometió “diversos errores”, pero que sufrió “las consecuencias”. “Mi falta más grave fue consumir drogas. Hice daño y entristecí a mucha gente por eso, especialmente a mi mujer y a mis hijas. Lo siento muchísimo, pero eso no me convierte en un monstruo. Yo me acepto como soy, estoy contento conmigo”, expresó.
Los mejores y los peores recuerdos de Maradona están vinculados con el fútbol, porque su vida ha sido el fútbol .
A Maradona le cuesta desvincularse del futbolista que lleva dentro, y posiblemente no lo logre nunca. Por esa razón no quiere que nadie a su alrededor hable del partido de despedida, que se jugará hoy, sino de homenaje.

 


 

Siete años de ausencia

Después de siete años y medio, Diego Maradona volverá a vestir la camiseta de la Selección Argentina: su último partido oficial fue el 25 de junio de 1994, ante Nigeria, en el Foxboro Stadium de Boston, un partido que terminó con el triunfo por 2-1 del equipo que por entonces dirigía Alfio Basile, con dos tantos de Claudio Caniggia.
Maradona jugaba en esa ocasión su 21º partido en un Mundial y alcanzaba la marca del alemán Uwe Seeler y del polaco Zbigniew Zmuda, pero tras los 90 minutos de juego una enfermera salió al campo y le pidió que la acompañara a la sala de los controles antidoping. Maradona fue retirado del Mundial por la AFA y sancionado con una suspensión de 15 meses.
Esa tarde, Argentina formó con Islas; Sensini (luego Hernán Díaz), Cáceres, Ruggeri, Chamot; Simeone, Redondo, Maradona, Balbo (luego Mancuso), Batistuta, Caniggia.

 

La Diez está aún vivita y jugando
La FIFA todavía no fue notificada por la Argentina de la intención de retirar de su Selección la camiseta número diez en homenaje a Diego Maradona. Así lo confirmó el vocero de la FIFA, Andreas Herren, quien se abstuvo de dar mayores precisiones debido a que no hubo presentaciones oficiales en ese sentido. De acuerdo con la reglamentación internacional, ningún país está autorizado a presentar un jugador con la camiseta número 23 en un Mundial. “Lo único que quiero es que se deje tranquilo al fútbol argentino y, si esto es para polémica, que la sigan usando, porque yo me la llevé”, afirmó Diego.

Carlos Bianchi autorizó a Juan Román Riquelme a jugar el partido homenaje con la condición de que “no juegue los 90 minutos”. “Yo le dije que podía jugar sin problemas, el asunto es que no juegue los 90 minutos, porque si es así yo no lo podría utilizar el domingo (por mañana) ante Estudiantes”, afirmó Bianchi.

“Una persona como Maradona, que le dio tanta alegría a la gente, se merece una despedida digna”, dijo, conciliador, Edson Arantes do Nascimento, Pelé, al llegar a Buenos Aires para participar del homenaje. Se espera que hoy, en la cancha, haya un abrazo de reconciliación, al menos para los fotógrafos.

Cuatro horas antes del partido comenzarán espectáculos artísticos, fuegos artificiales y la exhibición en pantalla gigante de una cinta con un repaso de su carrera, desde Los Cebollitas hasta el último encuentro de su carrera profesional, el 25 de octubre de 1997.

Unos 80 mil napolitanos, fieles a su admiración por Maradona, seguirán por televisión el partido homenaje. El encuentro será televisado en directo en Italia por el canal de cable Stream y en Nápoles se han habilitado distintos puntos a partir del cine Tasso, con capacidad para 1200 personas, y de un centenar de bares para que los “tifosi” no abonados al cable puedan volver a admirar a Diego.

La estatura de Maradona, que no llega a los 170 centímetros, fue “insuficiente para su gran calidad futbolística”, aseguró Mario Lobo Zagallo. “Cualquier despistado que viera su biotipo no le daba mucho valor. Nadie podía pensar que ese muchacho bajito y rollizo llegaría a convertirse en uno de los más grandes jugadores del mundo. Maradona demostró que el tamaño no es lo que importa”, señaló el entrenador brasileño, para quien Maradona “merece una despedida honrosa por todo lo que realizó dentro y fuera de su país”.

“Siento admiración por su arte, verlo es un placer. El vínculo entre Maradona y el pueblo argentino es franco, es una de las actitudes más puras de la conducta social.” Textual de Marcelo Bielsa, antes de que Diego los dejara colgados...

 

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