Por Nora Veiras
El 28 de mayo del 2000, el
ahora ministro de Desarrollo Social, Daniel Fino Sartor, puso
su firma de puño y letra para garantizar un compromiso
con José Chucky Alvarado, un militante radical que
osó presentarle pelea para liderar el comité de General
Roca. El compromiso consistía en la entrega de comida,
de subsidios para 15 personas y el pago del alquiler de la casa de Alvarado.
Sartor no cumplió y Alvarado lo denunció. El diario Noticias
de la Costa, de Viedma, propiedad del senador nacional Horacio Massaccesi,
se hizo eco de la denuncia pero el senador retiene desde entonces el original
firmado por Sartor. Si tu objetivo es hacerle unos pesos al Fino
y apretarlo, hacé una estrategia; si es joderlo judicialmente jugá
todo a la Justicia; si es terminar abajo de una zanja... hacé locuras,
lo aconseja con tono paternal el ex candidato presidencial del radicalismo
a Chucky, a quien él benefició con una pensión por
10 años del Senado de la Nación destinada a su esposa.
El descarnado funcionamiento de la interna radical de Río Negro
que utiliza los fondos públicos para comprar a los militantes aparecerá
hoy, a las 22, en Zona de Investigación, el programa
que conducen Cristina Pérez y Néstor Machiavelli. Alvarado
es el denunciante y quien decidió quemar las naves al grabar las
conversaciones telefónicas con Sartor y con los ex funcionarios
provinciales ahora asesores del ministro, Juan Carlos Peña y su
hermano Rául Sartor, y filmar con cámara oculta al senador
Massaccesi.
En el material al que Página/12 tuvo acceso se ve a Verónica
Klenque, una de las mujeres que compartía la lista con Alvarado
contar que cuando sellaron el acuerdo con Sartor para bajarse de la interna
me dieron 1000 pesos y me prometieron cuatro pasajes a Buenos Aires
y alojamiento mientras le hicieran un tratamiento médico a mi hijo.
Los pasajes me los dio pero con el alojamiento no cumplió.
Alvarado habla con Sartor y le reclama los pagos. En noviembre del año
pasado, Chucky lo denuncia por repartir subsidios, pasajes
y dinero del gobierno para comprar voluntades. A los tres días
Alvarado recibe una notificación judicial de que le abrieron una
causa y lo empiezan a amenazar. El juez Jorge Bustamante, a cargo de su
denuncia le pone custodia policial. El día que le retiran la custodia
tirotean su casa.
El diario de Massaccesi se hizo eco de la causa iniciada por Alvarado.
Cansado de esperar una respuesta el inescrupuloso Alvarado decidió
retomar la ofensiva cuando Sartor asumió en Desarrollo Social.
Llegó a Buenos Aires y lo llamó al senador. Presto Massaccesi
se encontró con Chucky en un café de Callao
y Quintana para explicarle que su abogado le aconsejó conservar
el documento firmado por Sartor para tenerlo como prueba. Alvarado insistió
en el reclamo y le reprochó que en su diario ya no se ocuparan
de Sartor. No lo estamos tumbando como el Río Negro (el diario
que dirige el ex radical Julio Rajneri), ahora hay que tener más
cuidado. Va a manejar 1300 millones...también sacamos Noticias
del Valle y tenemos la publicidad de la Lotería provincial,
detalla, pragmático, Massaccesi y le aclara otra cosa que
quiero explicarte es que el subsidio que le di a tu mujer de 180 pesos
ahora tiene obra social también equivale a unos 20
mil dólares en 10 años y eso nadie te lo puede quitar.
A los pocos días, Alvarado volvió a Viedma y fue a ver al
senador a su casa no es bueno que nos vean yirando
juntos, le dice Massaccesi.
Vos sabés lo que hizo Sartor en el Banco (de Río Negro)
y a los medios eso les gusta le comenta Alvarado.
Si... el problema que tuvo con los vueltos de los jubilados. Y arreglaron
a la fiscal admite el senador.
En 1994, Sartor fue acusado penalmente por desviar fondos de ahorristas
a su cuenta personal. Massaccesi tampoco en ese momento le devolvió
la prueba a Alvarado. Le pidió unos días para hacer una
fotocopia certificada. Al salir de la casa del senador, Chucky recibió
un llamadode Mirta Romero, la puntera de Sartor en General Roca. Quería
hablar personalmente.
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