Las
negociaciones entre la Nación y las provincias peronistas cumplen
un mes esta semana, sin que se haya llegado a un acuerdo. Los gobernadores
aliancistas y el popular neuquino Jorge Sobisch ya aceptaron la propuesta
oficial, pero los peronistas se niegan a hacerlo. Ante ese panorama, la
ministra de Seguridad Social, Patricia Bullrich, aseguró que de
no acordar en los próximos días se puede llegar a
un enorme desorden social, mientras que el secretario general de
la Presidencia, Nicolás Gallo, dijo que hay falta de madurez
en algunos gobernadores. Sin embargo, el PJ redobla su apuesta y mañana
podría votar en el Senado la Ley de Coparticipación del
Impuesto al Cheque (ver recuadro). Por otro lado, provincias como Tucumán,
Misiones, Jujuy, Formosa y La Rioja, apretadas por las deudas, están
más cerca de acordar, aunque eso no se produciría hasta
mañana, cuando los gobernadores peronistas se reúnan en
la Capital.
Con Fernando de la Rúa en Nueva York, el Gobierno intenta cerrar
el acuerdo con los mandatarios peronistas. La intención era acordar
antes de que el Presidente viajara a Nueva York, así De la Rúa
podía mostrar una señal política concreta para presentar
mejor su plan en los Estados Unidos. Pero los gobernadores peronistas
rechazaron el pacto en los términos que había sido firmado
por sus colegas aliancistas y por Sobisch.
Ayer, Bullrich volvió a ponerse en el rol de dura.
Si no se firman los acuerdos para poder todos juntos negociar la
salida de la Argentina, me da la impresión de que eso lleva a un
enorme desorden institucional, advirtió la ministra. Bullrich
consideró que a De la Rúa la iba a resultar inentendible
de explicar a George W. Bush el porqué de la negativa de
los gobernadores peronistas.
A su turno, Gallo criticó a los gobernadores justicialistas por
su falta de madurez por no aceptar la propuesta de Nación,
ya que se hizo lugar a la mayor parte de los requerimientos formulados.
Inyectando dramatismo a la situación, agregó que la
Argentina está pasando el momento más dramático de
su historia, y es muy difícil salir, si no hay voluntad común.
La oferta del Gobierno a las provincias, que ya fue aceptada por los mandatarios
aliancistas, establece los siguientes puntos:
u Refinanciación de las deudas provinciales a una tasa del 7 por
ciento, en vez del 20 por ciento que pagan actualmente, postergación
de los vencimientos de capital por tres años y cancelación
de esa deuda con el dinero de un fondo fiduciario que se conformará
con la recaudación del impuesto al cheque.
u Cancelación de las deudas que Nación tiene con las provincias
por fondos coparticipables únicamente con Letras de Cancelación
de Obligaciones Provinciales (Lecop).
u A partir del año próximo, reducción del 13 por
ciento del piso de 1364 millones de pesos de coparticipación, pero
con una cláusula que establece que el Gobierno no podrá
enviar más del 40 por ciento de esos giros en Lecop.
Lo que los peronistas pretenden, en primer lugar, es que la Nación
acepte pagar también con Lecop a proveedores y a sus empleados,
para evitar su devaluación. De esa manera le va a dar más
respaldo a los bonos. Además, así el esfuerzo sería
compartido entre los ciudadanos del interior y los de la Capital,
explicaba una fuente cercana al gobernador de Salta, Juan Carlos Romero.
El segundo punto es que hay provincias con presupuestos equilibrados,
o con déficit manejables, como Santa Cruz, Santiago del Estero,
San Luis o Salta, que no aceptan la reducción de la coparticipación
para el año próximo. Hicieron un esfuerzo por ordenar
sus cuentas, entonces la baja en las tasas de interés no les compensa
ese recorte, agregaba el operador salteño.
Desde el Gobierno deslizan que La Rioja, Formosa, Misiones, Tucumán
y Jujuy, con finanzas mucho más críticas, estarían
a punto de cerrar trato. Eso es mentira. Lo hacen porque quieren
quebrar el frente peronista, decía un allegado a Carlos Ruckauf.
En tanto, la fuente cercana a Romero afirmaba que hasta ahora actuamos
homogéneamente. Claro que hay provincias más necesitadas,
y que están más cerca de acordar. Pero hasta el martes (por
mañana) no pasa nada. En esa reunión, los gobernadores
de esos distritos recibirían el visto bueno de sus
colegas para sellar el pacto con el Gobierno.
Pelea
por los cheques
Los
peronistas juegan su carta fuerte en el Congreso, sincronizando a
sus bloques con las gestiones entre Nación y provincias: mañana
sus senadores tratarán de aprobar la Ley de Coparticipación
del Impuesto al Cheque, medida que ya tiene media sanción en
Diputados y que le pone los pelos de punta al Gobierno. Y el miércoles
seguirán con la ofensiva parlamentaria, cuando, aliados con
el ARI y con el Frepaso, intenten derogar los superpoderes
otorgados al Ejecutivo en marzo y avanzar con el pedido de juicio
político contra el ministro de Economía, Domingo Cavallo.
Para justificar el intento de derogación de las atribuciones
especiales concedidas a la administración delarruista, el diputado
nacional justicialista Manuel Baladrón dijo que el Ejecutivo
ha hecho un uso abusivo, autoritario y en muchos casos ilegítimo
de aquéllas. Por su parte, Héctor Polino, del ARI, confirmó
que su bloque apoyará el pedido de derogación de poderes
especiales para restablecer el Estado de derecho. |
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