Por
Oscar Ranzani
El
perfil de un espectador de cine medio indica que las tres películas
de Hollywood que más gustan son Titanic, Gladiador y Matrix. Si
es hombre, el actor ideal para que represente su vida es Bruce Willis,
y si es mujer la disputa está planteada entre Julia Roberts y Meg
Ryan. Sharon Stone es la candidata soñada por los espectadores
mundiales para que naufrague con ellos en una isla desierta, mientras
que Tom Cruise y Mel Gibson reparten su status de macho valiente
en el sexo femenino. En América latina, Harrison Ford es el superhéroe
que todos quisieran emular mientras que en el resto del mundo, el candidato
idóneo es el agente 007. Los números no son fruto de una
intuición horoscopera ni forman parte de la versión moderna
de Nostradamus. Son el resultado de una encuesta realizada para la señal
de cable TNT por European Data Research, una empresa inglesa de investigación
de mercado. Quisimos hacer algo entretenido, nuevo, diferente y
exclusivo, porque TNT es el único canal de cable que está
realizando un estudio de estas características. A la vez, es una
manera de transmitir que nuestro canal es una fuente de información
de entretenimiento, señaló a Página/12 David
Ríos, director de marketing de TNT Latin America, sobre la propuesta.
Para la muestra fueron entrevistados 2624 aficionados al cine, que habían
visto tres o más películas durante este año y tenían
entre 18 y 35 años de edad. La encuesta constó de 25 preguntas
y se realizó en trece ciudades del mundo: Bombay (India), Caracas
(Venezuela), Johannesburgo (Sudáfrica), Londres (Inglaterra), Madrid
(España), México DF (México), Moscú (Rusia),
París (Francia), San Pablo (Brasil), Shangai (China), Los Angeles
y Nueva York (EE.UU.) y Buenos Aires. Para Ríos, esta diversidad
es lo más interesante del estudio, porque la misma pregunta
tiene diferentes respuestas, debido a obvias razones culturales.
Una de las preguntas destacadas apuntó a los factores que influyen
en la decisión a la hora elegir una película: más
de la mitad de los entrevistados del mundo dijeron que los actores eran
la razón que más influía en su decisión. Esta
cifra fue alta en América latina (57%) y sobre todo en la Argentina
(58%), donde también es muy importante la recomendación
de los amigos, que ocupa un segundo lugar (con el 41%). Para el director
argentino Héctor Olivera, esto sucede porque estamos hablando
de público masivo. Yo no me guío por los actores sino por
el interés que suscite el tema. Pero a la gente le gusta saber
quiénes actúan porque les garantiza el interés por
la película. Esto se produce porque, generalmente, vieron producciones
anteriores y porque, muchas veces, asocian al actor con el género.
También influye mucho la publicidad internacional que tienen.
Para el crítico de cine Salvador Sammaritano, en tanto, se trata
de una generalización porque hablando masivamente, la gente
se guía por la actuación de las estrellas, pero también
están los que se guían por directores como Fellini o Almodóvar,
que siguen atrayendo. También el espectador se guía por
las críticas aunque, en la actualidad, algunos críticos
están distanciados del público. Para la realizadora
Lita Stantic, el hecho de que los actores sean el factor más influyente
es relativo: Yo creo que se trata de un grupo reducido que está
muy promocionado o viene de hacer una película con éxito.
Diría que se trata de un agregado, pero no es determinante.
Según indicó el 36 por ciento de los votantes, Steven Spielberg
es el director más popular en todo el mundo. En la Argentina también
alcanzó el primer lugar con 39 por ciento, seguido por Quentin
Tarantino (20%). Aquí, John Woo fue el que menos votos recibió
(3%), pero fue seleccionado en primer lugar en Shanghai. El director Marcelo
Piñeyro sostiene que no me sorprende lo de Spielberg, porque
es un tipo muy popular, con mucha prensa detrás. Se utiliza como
valor de referencia y, además, la gente vio varias producciones
suyas. En cambio, es sorprendente lo de Tarantino. ParaStantic,
Tarantino es para un determinado público, tiene un target
de edad determinado. En cambio, Spielberg es más contundente, su
target apunta a edades muy disímiles que van desde los niños
hasta el público más adulto. Olivera señala
que la gente vota básicamente a Spielberg por los buenos entretenimientos
que les dio, pero no por su calidad de realizador. En líneas
similares a lo expresado por Stantic, el realizador de No habrá
más penas ni olvido destaca que es sorprendente que dos directores
diferentes salgan elegidos como los más populares, porque Spielberg
es para el público masivo, a diferencia de Tarantino que es para
un público más selecto. En tanto, Fabián Bielinsky
opina sobre los alcances de ciertos directores. Por un lado, la
gente reconoce los nombres por la capacidad que tienen directores de su
estilo, que nadie niega que los tenga. Pero también es cierto que
realizadores de la talla de Spielberg tienen otras posibilidades de acceso.
La lista mediante la cual el público elige se reduce a quienes
tienen la posibilidad de llegar a una enorme cantidad de gente, con el
agregado de que se trata de un nombre reconocido, destaca el realizador
de Nueve Reinas.
Al
ser consultados sobre qué género cinematográfico
les gustaría que se produjera más, el 37 por ciento de los
entrevistados del mundo eligió los musicales. En América
latina, la elección por el mismo género fue contundente:
un 59 por ciento opinó de esta manera, mientras que en la Argentina
la cifra asciende al 63 por ciento. Piñeyro no deja de mostrar
su sorpresa porque me parecía que no era un género
que interesara en nuestro país. El caso más cercano es Moulin
Rouge, que no colmó las boleterías. Bielinsky opinó
sobre la situación del género musical en la Argentina: Las
pocas veces que se ofreció este género fue utilizado como
vehículo de promoción de artistas populares. Hay que decir
que no se trata de un género que se haya abordado en nuestro país
con seriedad. Se hizo con estrellas de las discográficas.
Sammaritano pone en duda el dato revelado por la encuesta: Hablando
históricamente, el género musical no tuvo grandes éxitos
en la Argentina porque el cine, a veces, carece de lógica. El negocio
es como una lotería donde hay películas que nadie daría
un peso por ellas y se transforman en grandes éxitos. Paralelamente
a su comentario, Stantic opina de otra manera a lo revelado por la encuesta:
Mi sensación es que, en estos tiempos, la gente se siente
más atraída por la comedia debido a los momentos que viven
el mundo y el país. No me parece que el musical atraiga tanto como
el humor.
Las opciones para elegir la superproducción que menos gustó
fueron Gladiador, Matrix, Día de la Independencia, Jurassic Park,
Titanic y La Guerra de las Galaxias - Episodio 1. Esta última es,
en realidad, la primera en el ranking de las votaciones alrededor del
mundo, mientras que en América latina fue Jurassic Park (con 28%).
La Argentina fue la excepción del continente, porque los encuestados
eligieron como la peor película a Día de la Independencia,
que cosechó el 31 por ciento de los votos. En tanto, Gladiador
fue la producción que menos votos recibió.
El personaje que causa más miedo entre los votantes del mundo es
Regan McNeil (31%), la niña poseída por el demonio que interpreta
Linda Blair en El exorcista. La cifra se incrementa al 38 por ciento en
América latina y, si bien en la Argentina obtuvo un número
para nada despreciable (26%), lleva la delantera el caníbal más
famoso del cine: Hannibal Lecter, interpretado por Anthony Hopkins en
El silencio de los inocentes y Hannibal. Bielinsky lo relaciona con su
pasado: Vi El exorcista cuando era adolescente y para mí
sigue siendo la película más aterradora del cine. Lecter,
por otra parte, me parece un hallazgo extraordinario como personaje siniestro.
Aunque si tengo que elegir me quedaría con el villano que hace
Dennis Hopper en Terciopelo azul. Si tuviera que elegir, Piñeyro
dice que mis gustos se inclinarían más hacia el personaje
de Nicholson enEl resplandor o los viejitos de El bebé de Rosemary.
Hannibal Lecter no me gusta nada. Es más, la última vez
ni lo fui a ver.
El mayor dato negativo de la encuesta le correspondió, sin dudas,
a Madonna. La mayoría de los entrevistados de todo el mundo consideraron
que debería concentrarse en el canto y dejar de actuar.
En el extremo opuesto, Will Smith fue el cantante más perdonado
en la encuesta a la hora de analizar sus incursiones como actor.
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