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Por
Felipe Yapur
 Las
consecuencias del congreso nacional justicialista, realizado el sábado
pasado en territorio duhaldista, comenzaron a sentirse en el Parlamento
de la Nación. El menemismo, el principal sector perjudicado, piensa
resistir la maniobra pergeñada por Eduardo Duhalde, quien logró
desplazar al ex presidente preso del control partidario. La represalia
se hará sentir el día que deban elegir al nuevo presidente
de la Cámara baja. Lejos de apoyar al duhaldista Eduardo Camaño,
lo más probable es que levanten la mano por el radical Horacio
Pernasetti.
Para dar muestra del enojo que generó las resoluciones del congreso
del sábado, los menemistas Adrián Menem y Javier Mouriño
repitieron a dúo que “en la foto faltaron (Jorge) Urso y (Carlos)
Stornelli”.
Pero más allá de las virulentas declaraciones y de las promesas
de recurrir a la Justicia, lo cierto es que la idea de conformar el subbloque
es hasta ahora la mejor estrategia (¿única?) que encontraron
para hacer sufrir a sus contrincantes.
“Los menemistas en Diputados somos 25”, se ufanó ante
Página/12 uno de los representantes más fanático
del ex presidente. Lo cierto es que, hasta el 10 de diciembre, son en
realidad unos 14. De todas formas, es un número más que
suficiente para hacer tambalear el quórum durante el tratamiento
de un polémico proyecto de ley. Por ejemplo, la derogación
de los superpoderes al ministro Domingo Cavallo.
Si bien los menemistas juran y perjuran que la decisión de quitarle
los poderes especiales al Ejecutivo está firme, todo puede cambiar
en cuestión de minutos. “Si 10 de los nuestros se levantan,
la sesión puede caer”, deslizó con cierta ironía
otro menemista consciente de que el miércoles la Cámara
baja sesionará con el quórum justo.
Pero esta maniobra, puede ser una de la más benignas. Entre los
menemistas toma cuerpo la idea de no votar para presidente de la Cámara
baja a Camaño, un hombre del riñón duhaldista. En
un rapto de tradicionalismo, un diputado menemista dijo que están
meditando la posibilidad de apoyar a Pernasetti porque “creemos que
hay que respetar la tradición de que el titular del cuerpo sea
del mismo color político que el Ejecutivo”.
Ayer, por caso, luego de que Daniel Scioli se reuniera con el jefe de
Gabinete, Chrystian Colombo, se dispararon cientos de versiones sobre
el contenido del encuentro. Algunos diputados que responden al ex presidente
dejaron trascender que en esa oportunidad se habló del apoyo a
Pernasetti y otorgaron verosimilitud a la versión que daba cuenta
de que el gestor del encuentro fue el actual titular del cuerpo, Rafael
Pascual.
Enterado de todo, Scioli desmintió la especie. “No hay que
mezclar las cosas. El PJ debe tener en cuenta el mensaje de las urnas
y dar el ejemplo ante la sociedad brindando gestos de unidad y no desatando
peleas internas, mucho menos por los cargos”, aseguró a este
diario, y agregó: “Tanto la presidencia de la Cámara
para Camaño como el bloque para (Humberto) Roggero está
acordado y cerrado”, acotó.
En la actual conformación del bloque de senadores, el menemismo
mantiene cierta presencia como para hacer sentir una maniobra que perjudique
a los sectores que apoyaron a Duhalde. Así como están enojados
con el senador electo, el mismo sentimiento tienen para con los gobernadores
que apoyaron la maniobra: los únicos que participaron, además
de Carlos Ruckauf, fueron el santacruceño Néstor Kirchner,
el puntano Adolfo Rodríguez Saá y el vicegobernador salteño
Walter Wayar.
Conclusión: es poco probable que bajen al recinto para la sesión
especial de hoy, donde los representantes de estos gobernadores de las
provincias chicas esperan sancionar la coparticipación del impuesto
al cheque. Conscientes de la maniobra menemista, el resto de los senadores
ya comenzaron a cubrirse ante el casi seguro fracaso. “Entre los
queconsiguieron conchabo y los que no renovaron el mandato, la mayoría
ya casi ni viene por el Senado”, dicen.
Ahora bien, en cuanto a la posibilidad de que los nuevos senadores del
menemismo puedan conformar –como sus socios de Diputados– un
sub bloque, voceros de estos representantes desecharon la idea: “Imposible,
a partir del 10 de diciembre vamos a ser apenas 3 gatos locos”. De
todas maneras, esos supuestos tres votos serán importantes a la
hora de votar al misionero Ramón Puerta como presidente provisional
del cuerpo.
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