Por
Fernando Cibeira
Luego
de la entrevista con George Bush, el Gobierno volvió con ganas
de aprovechar el envión. Pero no resultó un día productivo.
El riesgo país subió, salió a la luz la pelea entre
los ministros Patricia Bullrich y José Dumón mientras que
durante todo el día corrieron las versiones sobre la renuncia de
Domingo Cavallo, quien decidió mantenerse oculto. La única
noticia que puede anotarse en el haber es la del grupo de gobernadores
justicialistas de provincias chicas que anticiparon que hoy firmarán
el acuerdo, aunque del resto de los peronistas todavía se esperan
noticias. Con todo, el presidente Fernando de la Rúa no cejó
en su ánimo de difundir optimismo pese a la eternización
de la crisis. Dijo que la entrevista con Bush lo dejó muy
satisfecho y consideró que los argentinos estamos a
las puertas del crecimiento, cerca de realizar con éxito
el canje de la deuda y a punto de lograr que baje la tasa
de interés. Pero para eso hay que abandonar las actitudes
obstruccionistas.
De la Rúa bajó del Tango 01 junto a Cavallo. El ministro
de Economía venía de realizar otra incursión extraña
por Estados Unidos. En Cancillería decían que estaban gestionando
su participación en el encuentro con Bush, pero luego, se dice
que por determinación del propio De la Rúa, no consiguió
su asiento. Cavallo desapareció durante todo el día y las
versiones echaron a correr (ver asimismo página 11). Hay
muchos interesados en que corran las bolas: son todos los que no quieren
hacer ajustes en sus cuentas, respondía anoche un funcionario
del Gobierno que participaba de una cena con senadores radicales en la
que buscaban resolver otro los problemas políticos del Ejecutivo:
la presidencia provisional del Senado.
Es que los problemas se encadenan, pero para la Rosada tienen todos el
mismo punto de partida: la falta de acuerdo con los gobernadores. Sin
eso, el escenario político no se calma. Cuando firmen los gobernadores,
todo va a volver a su normalidad, aseguraba un vocero de la Rosada.
De acuerdo con el pronosticómetro que cada noche se utiliza en
Gobierno, hoy podrían firmar el acuerdo con la Nación entre
seis y diez gobernadores justicialistas. Si hay acuerdo, la tormenta política
desaparece y el riesgo país se desinfla. Tal la elaboración
del funcionario.
Pero en ese análisis faltaban un par de cuestiones que se escaparon
de los márgenes. La principal, la aparición de Bullrich
peleándose con Dumón y reclamando unificar bajo su mando
toda la asistencia social para eliminar estructuras burocráticas
(ver página 10). Sea cual fuera la resolución final, el
entredicho sirve para pintar un paisaje bastante lejano a aquel gabinete
más homogéneo que imaginó el Presidente
como respuesta a la derrota electoral de octubre. Acá hay
que hacer política, no marketing, respondían con cierto
fastidio cerca de De la Rúa sobre la ofensiva de la ministra, a
quien acusaban de haber iniciado un juego peligroso.
Otra complicada operación que ayer trató de pilotear el
Gobierno es la que busca parar la decisión del PJ de consagrar
presidente provisional del Senado y virtual vicepresidente al misionero
Ramón Puerta. En la Rosada admitían que habían empezado
a operar en la grieta de la interna justicialista, de nuevo dividida entre
menemistas y duhaldistas. El Presidente y el jefe de Gabinete, Chrystian
Colombo, cenaron anoche en Olivos con senadores radicales para analizar
la cuestión. De la Rúa dijo que se iba a encargar de pedirles
personalmente a los gobernadores peronistas que modifiquen su actitud
y permitan que sea un senador radical quien ocupe la presidencia, como
es tradición.
Con tantos inconvenientes, daba la sensación de que el apoyo de
Bush ya era parte de la prehistoria. No hay que minimizar los resultados
del viaje. Hablamos con lo principal del mundo financiero y Bush atendió
a sólo diez presidentes de los 187 que participaron de la Asamblea
de la ONU, reclamaba un funcionario que formó parte de la
comitiva oficial.Apenas bajó del avión, De la Rúa
convocó a la clase política a capitalizar la comprensión
conseguida de parte de la primera potencia mundial.
Convoco a todos, gobernadores, legisladores, a actuar con la máxima
responsabilidad en esta hora donde hay respuestas positivas en el ámbito
internacional para nosotros a fin de superar la situación actual,
dijo el Presidente y colocó a la Argentina en una situación
al borde, pero no de la crisis sino al borde de obtener cosas importantes
como el crecimiento, la baja de la tasa de interés y la reactivación.
Aunque el desarrollo del día, entre los problemas internos y los
otros, volvió a transparentar que el borde todavía está
unos cuantos pasos más allá. Como sea, el Presidente no
se quedará a esperar sentado los resultados: hoy volverá
a subirse al Tango 01 para volar rumbo a Alemania y Portugal, donde espera
seguir cosechando apoyos.
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