Yo pensé que era
una tele grande y cuando vine era distinto. Me gustó
porque era la primera vez que iba al cine. Lo que más
me impresionó eran las escaleritas con las luces. Era lo que más
me gustó. Nicolás, Pablo y Natalia, y otros cinco
chicos, se emocionaron por primera vez en el cine este año. Ahora
se volvieron a emocionar ante la cámara de Eduardo Mignogna, que
documentó la experiencia de esos adolescentes que nunca antes habían
estado frente a una pantalla que no fuera de la tele. Chicos que, entre
Premetro y subte, no tardarían más de media hora en llegar
desde su casa de Lugano a cualquier sala porteña. El documental
formó parte del acto de cierre del programa oficial que les acortó
esa inaccesible media hora entre sus mundos y el del cine.
En La película de todos, los chicos se sinceran.
Era una cosa que sentías que estabas adentro.
Me regustó. Lástima que me senté al lado de
la profesora.
Aunque convocado para finalizar un programa educativo, el de ayer fue
en realidad un encuentro del cine. Actores, directores, empresarios, técnicos,
productores, se reunieron en una sala del shopping Abasto la misma
que sirvió para el debut con la idea de convencerse sobre
el fenómeno de los chicos que este año descubrieron el cine:
fueron 3.600 alumnos de primero y segundo año de escuelas del sur
de la ciudad que vieron, en horario de clases, tres películas argentinas.
Hasta la gente del Ente de Calificaciones se acercó para conocer
de cerca la experiencia.
Al principio, los profesores veían esto como una carga. Ahora
nos pidieron que siguiéramos haciéndolo el año que
viene, contó Daniel Filmus, el secretario de Educación,
desde donde se instrumentó el programa. Filmus confirmó
la continuidad y ampliación del proyecto. El jefe de Gobierno,
Aníbal Ibarra, destacó a su vez la interrelación
exitosa de tres estructuras: la municipal, una nacional (el Instituto
Nacional de Cinematografía, que auspició la movida) y una
privada: el Hoyts General Cinema, que cedió las salas y buena parte
de la infraestructura.
Roxana Morduchowicz, responsable del programa, rescató el testimonio
de uno de los chicos de la primera vez:
Lo que más me gustó es que ahora me gusta el cine.
Es la mejor manera de evidenciar lo que siente un chico que antes
no tenía acceso cultural a una expresión artística
de este tipo, reflexionó Morduchowicz.
En el video de Mignogna, además de los chicos del debut que
ayer estuvieron presentes en el acto y se ganaron un aplauso pedido por
Lalo Mir, el maestro de ceremonias los testimonios de los actores
aportan las impresiones de quienes se siguen sorprendiendo ante adolescentes
porteños que nunca habían pisado un cine. Ricardo Darín,
Lito Cruz, Damián De Santo y Pablo Echarri fueron algunos de los
que dialogaron con los chicos después de las funciones, junto a
directores y técnicos. Quizás algunos de los que estaba
ahí quiere ser actor y al vernos a nosotros por ahí algún
día se anima, se entusiasma de Santo en el documental.
CADA
VEZ MAS CASCOS URBANOS EN RIESGO DE INUNDARSE
Las ciudades bajo amenaza
El agua no se detiene. La crítica
situación de la provincia de Buenos Aires empeora con el pronóstico
que anuncia más lluvias para la región. Cerca de 12.000
personas se encontraban anoche evacuadas, autoevacuadas o aisladas en
la Pampa Húmeda. Además, la laguna de Chascomús marcaba
una crecida histórica y las fisuras del canal Jauretche afectaban
a Pehuajó. Y otros casos urbanos eran amenazados por la crecida.
En Adolfo Alsina, 1440 personas de las localidades de San Miguel, Gascón
y Leubucó se encontraban aisladas, según informó
Defensa Civil bonaerense. Esta gente tiene problemas de caminos,
pero no está aislada totalmente. Tienen que dar muchas vueltas
para llegar a Carhué, pero llegan, explicó a Página/12
el intendente de Adolfo Alsina, Alberto Gutt. También añadió
que hay productores que no pueden acceder a sus campos porque están
tapados de agua. Allí, el único medio de transporte
son los camiones Unimog.
Mientras tanto, Chascomús incrementaba sus terraplenes de defensa
ante la crecida de la laguna que llegó a los 9.35 metros, cuando
lo normal es de 7. Los terraplenes aguantan si no hay un clima adverso
total, pero si llueven 55 milímetros como el fin de semana el daño
es tremendo, señaló Gustavo López, secretario
de Gobierno del municipio. Además, indicó que las partidas
de dinero enviadas hasta ahora no cubren ni un tercio de los gastos
y se mostró esperanzado en obtener nuevos recursos en la reunión
del próximo viernes con el vicegobernador Felipe Solá.
Para colmo, el canal Jauretche sufrió una fisura a la altura de
Pehuajó. El intendente César Peña informó
que el sábado pasado 50 vecinos rompieron intencionalmente
el canal Lafuente, lo que sumado a la presión del agua provocó
fisuras que hasta ahora no pudieron ser arregladas. Del otro lado,
el director de Hidráulica provincial, Angel Maydana, aclaró
a este diario que estamos delineando acciones para comenzar la reparación
mañana o pasado y puntualizó que son 1500 metros de
rotura del canal por lo que se vuelca el agua hacia la laguna La
Salada cuyo rebasamiento es peligroso para Pehuajó.
Otra laguna problemática fue la de Puán, que se está
expandiendo a la zona baja urbana, según dijo el secretario
de Gobierno local, Carlos Madrigali. El funcionario confirmó que
la estación de bombeo no está funcionando, por una deuda
con la cooperativa de electricidad, aunque destacó que por
ahora no hay mayor riesgo. En tanto, los habitantes de la vecina
Carhué destino final de las aguas del sector pidieron
al intendente Gutt que solicite a Puán no reanudar el bombeo que
los perjudica. Como cuando el agua hizo desaparecer la villa turística
Lago Epecuén en 1985, los vecinos temen que otra vez el agua se
los trague.
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