
ESTATUA
Cada
vez que la crisis pareció sitiar a su Gobierno, Fernando de la
Rúa emprendió un largo viaje por el exterior que postergó
cualquier tipo de definiciones. En medio de las tensiones económicas,
y con la renuncia de Patricia Bullrich en el equipaje, ayer emprendió
el vuelo hacia Berlín, donde pasará solo nueve horas antes
de seguir viaje a Portugal. La excusa para la escala, que le permitirá
además reunirse con el canciller Gerhard Schroeder y un grupo de
empresarios alemanes, es la inauguración de una estatua de San
Martín en el Instituto Iberoamericano de la ciudad. Curiosamente,
la idea de levantar la estatua fue de Eduardo Menem, que en una visita
al edificio descubrió que había una de Bolívar y
ninguna del Libertador. Después se juntaron los 45.000 dólares
que costó la iniciativa y hoy De la Rúa podrá inaugurarla.
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