La visita del presidente Fernando
de la Rúa a Alemania fue breve, apenas nueve horas que incluyeron
una reunión de sólo 30 minutos con el canciller de ese país,
Gerhard Schroeder, pero en la delegación argentina quedaron más
que satisfechos por los resultados. Schroeder se comprometió
a realizar gestiones ante el FMI en favor de la Argentina, afirmaron
algunos hombres de la comitiva presidencial y De la Rúa explicó
después que el mandatario me manifestó que contara
con Alemania y con su apoyo porque le parecía importante el camino
emprendido. El Presidente también conversó con empresarios
alemanes, a quienes les aseguró que no devaluará y que la
economía argentina y el Mercosur están sólidos,
y antes de partir rumbo a Portugal inauguró un monumento a José
de San Martín.
Estoy muy feliz, repitió más de una vez el canciller
Adalberto Rodríguez Giavarini a propósito del encuentro
que al mediodía mantuvieron De la Rúa y Schroeder. Aunque
el ministro de Relaciones Exteriores se negó a dar pormenores de
la reunión, varios miembros de la comitiva que acompaña
al Presidente comentaron que el alemán celebró las medidas
económicas lanzadas por el Gobierno y que se comprometió
a hablar con el titular del Fondo Monetario Internacional, Horst Köhler,
para que respalde el canje de la deuda argentina. También afirmaron
que Schroeder prometió reclamar en la Unión Europea una
baja en los subsidios a los productos que exporta la Argentina.
De la Rúa no fue tan lejos, pero se refirió con tono auspicioso
al encuentro que mantuvo con el mandatario alemán. No le
he pedido a Schroeder gestiones particulares. El canciller ha tenido una
actitud amplia, me ha manifestado su confianza en que Argentina saldrá
adelante, dijo. Y aunque aclaró que no podía revelar
aspectos reservados de la reunión, no dejó pasar la ocasión
sin mencionar que me manifestó que contara con Alemania y
con su apoyo.
Ese respaldo político que habrá ver si se traduce
en hechos se hizo visible en boca del secretario para América
latina de la Cancillería alemana, Botschafter Boongarden, en su
discurso ante los empresarios de ese país con los que estuvo De
la Rúa. Argentina enfatizó el diplomático
es un socio político importante y nosotros sabemos apreciar esto.
Argentina podrá contar con nosotros como amigo y socio fiel.
Los analistas van a errar en sus pronósticos porque no vamos
a devaluar. Una devaluación sería catastrófica para
el país, afirmó a su turno De la Rúa y agregó
que también yerran cuando dicen que Argentina irá
al default. Tenemos previsto realizar todos los pagos, estamos negociando
con el FMI y todo lo demás está perfectamente encaminado.
El Presidente les aseguró a los empresarios que la Argentina respeta
absolutamente la seguridad jurídica a los inversores extranjeros
y convocó a Alemania para que ayude a salir de la difícil
transición que atraviesa el país. Además, minimizó
las controversias diferencias con Brasil y sostuvo que el Mercosur
está firme y sólido. Es una decisión estratégica
de los países integrantes. Se dan algunas diferencias por temas
comerciales pero hemos decidido avanzar en coincidencias macroeconómicas.
Después de reunirse con los empresarios y antes de dejar Berlín
rumbo a Lisboa donde se entrevistará, entre otros, con el
presidente Jorge Sampaio y su primer ministro Antonio Gutierres
De la Rúa dejó inaugurado el monumento a San Martín.
La vida del General San Martín es un ejemplo para los argentinos
y para todos los hombres con vocación de libertad en el mundo,
destacó al descubrir la estatua emplazada en los jardines del Instituto
Iberoamericano de Berlín.
Aún hay superpoderes
La sesión en la que se hubiera tratado la derogación
de los superpoderes concedidos por el Congreso a Domingo Cavallo
cuando asumió al frente de Economía fracasó
ayer en la Cámara de Diputados. Los legisladores radicales
no bajaron al recinto y la sesión se cayó por falta
de quórum porque también mermó la presencia
de justicialistas respecto de sesiones anteriores. Es que el PJ
decidió bajar el nivel de presión al gobierno a partir
de los acuerdos que los Gobernadores tejieron con el PEN por la
copartipación de impuestos. Los que sí insistieron
ayer en derogar los superpoderes de Cavallo fueron los frepasistas
y los representantes de Alternativa para una República de
Iguales (ARI). Al principio del día, no parecía que
la sesión fuera a naufragar. Una reunión de presidentes
de bloque acordó en las primeras horas de la tarde una larga
lista de proyectos, pero con el correr de las horas quedó
claro que no había suficientes diputados que estuvieran dispuestos
a dar marcha atrás con las concesiones que en su momento
se le hicieron al ministro.
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