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“Me siento ajeno a los hechos”,
dijo Pesquera en su declaración

El acusado por la muerte de Rodrigo negó haber realizado una maniobra peligrosa. Dijo que nunca superó los 120 km y que no frenar hasta el peaje fue �cristianamente� lo más correcto.

En una larga y meticulosa declaración, Pesquera se dedicó a desmentir las acusaciones.

Por Carlos Rodríguez

En una larga y meticulosa declaración, por momentos técnica, siempre carente de emoción, el empresario Alfredo Pesquera afirmó que no fue responsable del accidente en el que murió el cantante Rodrigo Bueno. “No cometí hecho ilícito alguno, no induje a un accidente, no pertenezco a una asociación ilícita o lícita que vaya en contra de nadie, me siento ajeno a los hechos”, fue el párrafo central de la primera declaración formal del acusado en el proceso, un virtual alegato final en su defensa. El empresario aseguró ante el tribunal oral número dos de Quilmes que jamás toma alcohol, que nunca conduce a una velocidad mayor a los 130 kilómetros por hora –el día del accidente la Explorer de Rodrigo circulaba a 144 kilómetros horarios–, que nunca chocó ni lesionó a nadie desde que maneja vehículos y que no es adicto a droga alguna. Mañana Pesquera será careado con dos fans de Rodrigo que lo acusaron en el juicio de realizar maniobras para cerrarle el paso al rodado que manejaba el cantante cuartetero.
Antes de la declaración de Pesquera, los jueces sentaron frente a frente a Beatriz Olave, la madre de Rodrigo, y a José Luis Gozalo, el último representante que tuvo el cantante. El careo, que duró unos 20 minutos, tuvo más de show que de trámite judicial. Olave, quien al entrar a la sala había dado una lección pública de periodismo a la prensa, insistió en que Gozalo le había dicho, antes del accidente, que había una supuesta conspiración para asesinar a Rodrigo. Según la mujer, los supuestos instigadores serían los hermanos Kiroski, dueños de la discográfica Magenta y de la discoteca Terremoto, de la ciudad de La Plata.
“Yo nunca dije que los Kiroski habían matado a Rodrigo”, fue la respuesta que dio el ex representante. La madre del cantante le replicó con su habitual vehemencia: “Usted dijo que mi hijo estaba amenazado y que los Kiroski habían sido”. Después de varios cruces, los dos se mantuvieron en sus dichos y el careo terminó con un resultado incierto, que seguramente aportará poco a la hora de definir la carátula definitiva del caso. Tampoco resolvió gran cosa la intervención del perito bioquímico que realizó la prueba de alcoholemia en el cuerpo de Rodrigo. Dijo que no se pudo constatar que el cantante estuviera ebrio. Las muestras de orina tenían más de 40 horas y no se pudo determinar nada.
La atención estuvo centrada en la declaración de Pesquera. El único acusado por el doble homicidio por dolo eventual de Rodrigo y Fernando Olmedo, se declaró fuera de toda sospecha. Admitió que luego de atravesar el puesto de peaje previo al lugar del accidente, pasó a “dos o tres automóviles”, aunque sin realizar “ninguna maniobra llamativa o provocativa”, con lo que empezó a rebatir lo dicho por varios testigos. Estimó que no iba a más de “120 kilómetros por hora”, bastante menos que la velocidad que habría desarrollado la Explorer de Rodrigo, que siempre fue detrás de la camioneta Blazer que conducía el empresario.
Cuando llegó al momento del accidente propiamente dicho, Pesquera fue preparando el clima, como si fuera un actor ajeno al hecho. Dijo que primero vio “luces altas, luces largas” que se acercaban y tuvo tiempo para decir que la Blazer “no podría levantar a 160 kilómetros”, como afirman los que lo acusan. Después relató que hubo “una explosión, una polvareda” y que le llamó la atención “la violencia del impacto”. Calificó su sensación de “sorpresa desagradable” y que su esposa Cecilia, su único acompañante, “pegó un grito, un gritito diría”, especificó.
Negó haber realizado maniobra alguna para impedirle el paso a la Explorer: “Cruzarle la camioneta hubiera sido exponer la puerta izquierda de mi Blazer a la trompa del otro vehículo, lo que sería una actitud suicida, más que homicida como aquí se pretende demostrar”. Pesquera sostuvo que la advertir el vuelco de la otra camioneta, optó por escuchar a su mujer: “Ella me rogó que por favor no me detuviera”. Sostuvo que, todavía hoy, cree que seguir la marcha y dar aviso del accidente en el siguiente puesto de peaje fue la actitud “práctica y cristianamente” máscorrecta. Según su visión, era inútil bajarse y tratar de prestar ayuda a los ocupantes del otro vehículo: “Yo vendo, vendía, computadoras y mi mujer es profesora de inglés”, comentó a manera de justificación.
Admitió que al principio dudó entre detener la marcha o “marcar (desde su celular) asterisco y el número 288”, que corresponde al servicio de emergencia de la empresa concesionaria de la autopista Buenos Aires-La Plata, pero finalmente siguió hasta el peaje siguiente, para “dar la cara” ante el empleado. Claro que después estuvo mucho tiempo sin presentarse a declarar a pesar del requerimiento judicial. Pesquera será careado mañana con Natalia Ulru y Liliana López, las fans de Rodrigo que presenciaron el accidente y que lo acusaron. “Ellas mintieron deliberadamente”, afirmó Pesquera, negando que su marcha haya sido “zigzagueante”, como dijeron ellas.

 

La ciudad con marca propia

Una tarjeta de equipaje con la abreviatura “bue”, que en el código de los vuelos comerciales identifica a Buenos Aires como destino, es el nuevo símbolo que representa a la ciudad como meta turística en todo el mundo. El isologotipo fue presentado ayer por el jefe de gobierno, Aníbal Ibarra, en la culminación de un proceso de selección en el que se descartaron otras propuestas, que incluían símbolos tan porteños como el Obelisco o el tango. “Cualquiera de ellos se hubiera limitado a un aspecto de Buenos Aires –argumentó el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra–. La ciudad es mucho más: es sus paseos, sus parques, su arquitectura, pero también su oferta cultural, sus actividades deportivas, sus congresos internacionales.” El símbolo bue será la marca que identificará a Buenos Aires en todo el mundo. “A partir de ahora, nuestra ciudad irá posicionándose como destino turístico en el mundo”, agregó Ibarra.
El diseño fue elaborado por el estudio dirigido por el arquitecto Roberto García Balza, para quien la abreviatura, representada en una tarjeta de equipaje, constituye “una invitación a visitar la ciudad”.

 

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