Por Khaled Dawoud*
Desde
El Cairo
El mayor juicio contra un grupo
gay en la historia egipcia terminó ayer con 23 hombres condenados
a penas de entre uno y cinco años; otros 29 fueron sobreseídos.
La figura central del caso, Sherif Farahat, recibió cinco años
acusado de lujuria, desprecio de la religión, falsa interpretación
del Corán y la explotación del Islam para promover ideas
desviadas.
Aunque no hay una ley específica contra la homosexualidad en Egipto,
los juicios se hacen habitualmente en base a leyes que protegen la
moral pública y la sensibilidad. Todos los hombres menos
dos fueron acusados de lujuria bajo una ley introducida en los 60 para
combatir la prostitución. Veinte de ellos fueron condenados a dos
años de prisión, un hombre a tres años y el otro
a uno. La mayoría de los acusados fueron arrestados en mayo pasado
durante un raid en el buque Queen, una disco flotante amarrada
en la costa del Nilo. Algunos fueron arrestados cuando hacían fila
para embarcar. A varias mujeres y unos 15 extranjeros se les permitió
irse libremente.
Comentarios según los cuales en el barco estaba teniendo lugar
una ceremonia de casamiento gay aparecieron en la prensa egipcia,
pero un británico que estuvo en el lugar dijo que la gente estaba
bailando o sentada tomando tragos cuando la policía llegó
y empezó a golpear a todos.
El caso fue tratado como un asunto de seguridad nacional bajo la Ley de
Emergencia egipcia, aprobada cuando militantes islámicos amenazaron
con voltear al presidente Hosni Mubarak. No hay derecho a la apelación,
pero las sentencias deben ser ratificadas por el presidente. Todos los
acusados ya pasaron unos seis meses presos esperando el juicio.
Ayer mientras las familias de los 29 sobreseídos por la corte festejaban,
parientes de los 23 condenados insultaron a la policía, al gobierno
y a los medios. Ustedes son la razón detrás de esto,
gritó una mujer vestida con el tradicional vestido negro mientras
tironeaba a un periodista de la camisa. Inmediatamente después
del arresto en mayo, y antes de que se plantearan los cargos, la prensa
local llamó a los hombres homosexuales, publicó sus nombres
completos y direcciones y dijo que se habían vestido de mujeres.
A los ojos de la prensa popular, la homosexualidad es un fenómeno
occidental, una enfermedad que los egipcios atrapan algunas veces de extranjeros.
Teniéndola pueden, según las palabras de un diario, infectar
a otros, amenazando el estilo de vida egipcio.
Una mujer cuyo marido fue absuelto estaba feliz de que saliera en libertad.
¿Pero quién nos compensará por todo el daño
y la humillación que pasamos en los últimos seis meses?
preguntó. ¿Cómo hará mi marido
para recuperar su vida normal, ir a trabajar o tratar con niños?
Cientos de policías y fuerzas antimotines que habían acordonado
la Corte desde la mañana permitieron que sólo unos pocos
familiares y periodistas asistieran a la caótica sesión.
El juez leyó rápidamente las sentencias haciendo caso omiso
a los gritos de los acusados, a quienes se mantenía en una jaula,
vestidos con uniformes blancos de prisión y con sus caras cubiertas
con ropa o pedazos de papel para evitar ser filmados o fotografiados.
Los fiscales dieron a conocer informes forenses que indicaban que al menos
14 acusados eran homosexuales. El hecho de que otros de los acusados no
presentaran huellas de sexo anal no invalidaba los cargos, según
un fiscal, porque podían haber sido la parte activa.
Un militante gay, conocido sólo como Maher, rompió a llorar
luego de oír la sentencia. Como muchos de los acusados, dijo que
el gobierno había llevado adelante el caso para distraer
la atención de la gente de otros temas importantes, como la mala
situación económica.
Hisham Qassem, que encabeza la Organización Egipcia para los Derechos
Humanos, dijo que su grupo no había emitido ninguna declaración
porque eso habría hecho mucho daño a la causa de los
derechos humanos en Egipto. Y agregó: No quiero ser
señalado como defensor de la homosexualidad en Egipto, ya que es
vista como tabú. Esto hubiera sido como saltar al agua, no para
salvar un hombre que se ahoga sino para morir con él.
* De The Guardian. Especial para Página/12.
UN
HOMBRE LIGADO AL CASO LECUNA
Parecido a la foto
Un hombre que fue detenido ayer
por asaltar un comercio en Almagro quedó vinculado al crimen de
Miguel Lecuna el marido de la actriz Georgina Barbarrossa,
después de que un taxista que declaró como testigo lo encontró
muy parecido al identikit que difundió la Policía Federal.
Sin embargo, la vinculación del detenido con el crimen cometido
hace dos semana en Palermo fue relativizada por los investigadores.
El sospechoso, de unos 25 años y cuya identidad no fue revelada,
permanecerá detenido en la seccional 9ª hasta hoy, cuando
la policía lo traslade a los tribunales porteños para declarar
por el robo por el que fue arrestado y para ser sometido a una ronda de
reconocimiento en la causa por el crimen de Lecuna.
La detención del sospechoso se produjo ayer por la mañana,
cuando el hombre fue sorprendido por la policía mientras asaltaba,
sin arma y solo, un comercio de la zona de Almagro. Mientras forcejeaba
con el policía que lo arrestó, un taxista pasó por
el lugar y, según declaró luego, notó un enorme parecido
entre el asaltante y el identikit del hombre que manejaba el taxi en el
que fue asesinado Lecuna. El chofer siguió su marcha pero horas
después, convencido por sus compañeros, se dirigió
a la comisaría y denunció que el apresado había sido
reconocido por otro taxista como el probable buscado por el crimen.
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