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�Cae un régimen miserable y avanza el imperialismo�

Las paradojas de la caída de Kabul en manos de la Alianza del Norte fueron analizadas en dos reportajes exclusivos de Página/12 con dos exponentes del pensamiento progresista en la Argentina.

Rozitchner: “El terrorismo
es una respuesta desesperada”.
“Preferiría que las torres hubieran
caído sin la gente adentro.

Con respecto a la pérdida del control de la capital afgana por parte de los talibanes y la coyuntura en Afganistán, el filósofo León Rozitchner afirmó que “está en el camino del avance del poder imperial de Estados Unidos”, en diálogo con Página/12.
–¿Qué representa la toma de Kabul por la Alianza del Norte?
–Tiene una doble adscripción este hecho, por una parte es la caída de un régimen miserable pocas veces conocido en culturas nuestras y ajenas, y uno ve con beneplácito el ocaso de un régimen teocrático, despótico y destructivo. Pero, por otro lado, es una lástima que no haya sido un proceso que realizaran los pueblos musulmanes, sin la intervención norteamericana. Me parece que esto está en el camino de avance del poder imperial de Estados Unidos. Al mismo tiempo la situación de Norteamérica no es fácil, puede despertar reacciones en sectores pro talibanes, por ejemplo en Pakistán, me pregunto qué puede pasar con Arabia Saudita, o Irán en respuesta a este contexto. También Israel y los países árabes frente a este aniquilamiento de un país con los crueles bombardeos de Estados Unidos. Los norteamericanos son los talibanes, pero a la inversa.
–¿Es viable un gobierno consensuado con la comunidad internacional?
–Todo depende del entendimiento con los rusos, quienes han apoyado al ejército que liberó Kabul, y que también apoyaron hasta cierto punto a Estados Unidos, aún evitando que se establezcan fuerzas en las antiguas repúblicas soviéticas, con grandes reservas petroleras.
–¿Cuáles son los próximos pasos de la guerra?
–El proyecto norteamericano tiene sus contradicciones internas, los más duros puede que quieran aprovechar para entrar directamente a Irak, pero al mismo tiempo el hecho de que Irán se haya mantenido un poco al margen fue a costa que no entren en los países árabes –a pesar del enfrentamiento que existe entre Irak e Irán–. De todas maneras está la posibilidad de entrar en Irak, lo que señalaría un rumbo más acelerado de los duros del Pentágono de la administración de Bush.
–¿Cómo ve que hayan perdido poder los talibanes?
–Esto implica el triunfo del poder norteamericano sobre los países árabes. Implica la destrucción de una secta ultra y por tanto insoportable para toda posibilidad democrática –a pesar de que en esa zona los países no sean muy democráticos–, a mí me horroriza el trato que han dado a la mujer, lo que demuestra el carácter de su cultura.
–¿Dónde queda la lucha contra el terrorismo?
–El terrorismo, en última instancia es la respuesta de gente desesperada que no tiene otro modo de enfrentar al enemigo. La omnipotencia del enemigo es tan feroz que solamente pueden entrar los que se contraponen por líneas interiores (en términos guerreros). Hay que distinguir el terrorismo de los atentados; a mí no me hubiera molestado que las torres se hubieran caído sin ninguna persona adentro o sin los empleados. El terrorismo es el que no distingue entre inocentes y responsables, porque es evidente que Estados Unidos no puede hablar una vez que su sistema de terror sigue destruyendo inocentes. Todo esto le sirve al poder norteamericano.

 


 

HABLA EL SOCIOLOGO ATILIO BORON
“Norteamérica no ganó”

”La toma de Kabul no puede ser interpretada como un triunfo de la estrategia norteamericana”, dijo a Página/12 Atilio Borón.
–¿Qué significa la caída de Kabul?
–La toma de Kabul no tiene un gran significado toda vez que la fortaleza militar y social de los talibanes se encuentra en el sur, y el hecho de que abandonaran tan presurosamente Kabul hace sospechar que están tratando de tender una emboscada a la Alianza del Norte. De todas maneras es indudable que luego de más de un mes de bombardeos norteamericanos las posiciones de los talibanes se han debilitado, lo que hizo posible este avance. Esta toma de Kabul no puede ser interpretada de ninguna manera como un triunfo de la estrategia norteamericana, porque una vez más el gobierno de Estados Unidos parece conjurar a un monstruo y al igual que primero ayudaban a los talibanes –y luego éstos se le dieron vuelta– todo indica que la Alianza del Norte no va a ser un aliado mucho más seguro que los talibanes.
–¿Cómo influye esto en la coalición liderada por Bush?
–Va a resquebrajarse, porque por empezar para Pakistán es una mala noticia –el mismo Bush no quería que la Alianza del Norte tomara el control sin un acuerdo de todas las tribus. Entonces éste es un elemento que contribuye a desestabilizar la región.
–¿Pero cree que sea posible una coalición que gobierne Kabul?
–La Alianza del Norte no va a aceptar ninguna coalición porque ya entró y ganó. Puede hacer un gesto irónico de decirle a Estados Unidos que si quieren enviar un representante a Kabul para coadministrar con ellos esa situación, lo que obviamente Estados Unidos no va a hacer. De hecho, la Alianza del Norte queda dueña de la situación en el norte de Afganistán, que es un problema para Norteamérica que hubiera querido negociar.
–¿Cuál es el futuro de la guerra?
–Sigue siendo un enigma. Supongamos que la Alianza del Norte controle todo el territorio afgano: de todas maneras tiene que aparecer Bin Laden.
–¿Avanzó la lucha contra el terrorismo?
–Yo creo que no, porque esto de ningún modo garantiza la eficacia de la lucha antiterrorista. Si bien no hay mucha información, admitamos por lo menos que la caída del avión de American Airlines en Queens es sospechoso. La efectividad es cero, es satisfacer la venganza de los grupos más reaccionarios de Estados Unidos.

 

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