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 Cuando el árbitro alemán
Markus Merk marcó el final del empate en un gol entre Uruguay y
Argentina, los jugadores de uno y otro equipo se abrazaron en el centro
del campo: Zanetti con Recoba, compañeros en el Inter; Samuel con
Guigou, ambos en la Roma; Aimar y De los Santos, jugadores del Valencia;
Burgos y Diego Alonso, compañeros en el Atlético Madrid.
Para mostrarse tanto cariño, a la pelota se la prestaron durante
todo el segundo tiempo. Nadie la quería. Nadie la pedía.
Argentina finalizaba primera en las Eliminatorias, y Uruguay accedía,
por apenas un gol, a disputar repechaje con Australia, buscando el último
lugar en el Mundial. Así estaba bien.
Las urgencias de los uruguayos fueron creciendo a medida que pasaban los
minutos. Con el estadio Centenario, que esperaba alcanzar el ansiado quinto
puesto, ocupado casi en un 70 por ciento, el conjunto conducido por Víctor
Púa tomó una actitud agresiva desde del inicio. En primer
lugar, Uruguay no quería depender de ningún otro resultado,
y la premisa era mantener su arco en cero. En consecuencia, la mejor forma
que adoptó fue controlar la pelota en el campo argentino. Y el
mediocampo formado por García, De los Santos y Guigou, comenzó
a prevalecer por sobre Zanetti, Almeyda y Sorín.
El empuje de la gente fue en aumento, y Uruguay llegó con frecuencia
al área de Germán Burgos. Primero el defensor Montero no
llegó a empujar un centro desde la izquierda, y después
Burgos desvió un tiro de Recoba también desde la izquierda.
Pero el máximo estallido se iba a producir a los 18 minutos de
esa primera parte. Darío Silva se escapó (Pochettino lo
habilitaba por el otro sector) por la derecha, y después de controlar
la pelota con el pecho, le pegó ante la quietud de Burgos en achicarle
el ángulo. Hasta ese momento, Uruguay no corría peligro
y sumaba lo necesario para enfrentar a los australianos.
Argentina no mostraba ni el fútbol ni la actitud que había
tenido a lo largo de las eliminatorias. Verón estaba impreciso
en los pases, Ortega no desequilibraba por la derecha, y Aimar quedaba
enredado entre los marcadores uruguayos. Tuvieron que pasar 30 minutos
para que Argentina tomara una postura más agresiva. Y con poco,
las situaciones de riesgo se hicieron presentes: Sorín tuvo el
empate de cabeza pero se fue al lado del palo. Luego, Ayala volvió
a cabecear y la pelota pegó en el palo, y después en el
travesaño. Pero a los 44 minutos, Claudio López marcó
la igualdad con un zurdazo cruzado, luego de una gran habilitación
de Verón.
La segunda mitad fue para el olvido. Ninguno de los dos equipos evidenció
vocación ofensiva para desnivelar en el resultado. Mientras el
público transmitía todo su nerviosismo por lo que sucedía
en Asunción, ni Argentina ni Uruguay tenían convicción
para llevarse la victoria. Uruguay sólo se acercó a Burgos
con tiros desde afuera del área de Recoba, y Argentina construyó
una sola jugada en donde Sorín tuvo el 2-1, la victoria y la eliminación
de Uruguay, pero apenas empujó la pelota y perdió el duelo
ante Carini. Se prestaron la pelota demasiado, y los últimos 15
minutos del partido sobraron, tal era el conformismo de ambos equipos
con el resultado. En el final, las sonrisas brotaron en ambos bandos...
ALEMANIA
Y BELGICA TAMBIEN ENTRARON AYER
Ya son 30 los equipos clasificados
A menos de un mes
del sorteo para el Mundial, ya son 30 las selecciones clasificadas. Además
de Brasil, el cuarto clasificado por Sudamérica, también
Alemania, Turquía, Bélgica y Eslovenia se aseguraron ayer
un lugar en la Copa del Mundo, luego de disputar los partidos de vuelta
de los repechajes de Europa.
Alemania goleó 4-1 a Ucrania, en Dortmund, con goles de Michael
Ballack en dos oportunidades, Neuville y Rehmer. El gol de Ucrania fue
convertido por Shevchenko. En el partido de ida, ambos equipos habían
empatado 1-1. Por su parte, Bélgica derrotó 1-0 a República
Checa, en Praga, con gol de Marc Wilmots de penal. En el primer choque
Bélgica también ganó 1-0.
Turquía goleó 5-0 a Austria, en Estambul, con tantos de
Basturk, Hakan Sukur, Okan Buruk, y dos de Arif Erdem. El conjunto turco
se clasificó por segunda vez a un Mundial después de Suiza
1954. En el primer partido, los turcos vencieron 1-0. A su vez, Eslovenia
empató 1-1 con Rumania, en Bucarest, y por primera vez en su historia
jugará un Mundial. En el partido de ida, los eslovenos habían
ganado 2-1.
El repechaje europeo se completará hoy cuando Irán reciba
a Irlanda, en Teherán. Los irlandeses ganaron 2-0 el primer choque,
y el último clasificado se conocerá tras el repechaje que
disputarán Australia y Uruguay, el martes 20 en Melbourne y el
martes 27 en Montevideo.
De esta manera, ya hay 30 selecciones clasificadas para el Mundial 2002:
Francia, Japón, Corea del Sur, Rusia, Portugal, Dinamarca, Suecia,
Polonia, Croacia, España, Italia, Inglaterra, Alemania, Eslovenia,
Turquía, Bélgica, Arabia Saudita, China, Costa Rica, Estados
Unidos, México, Argentina, Ecuador, Paraguay, Brasil, Camerún,
Nigeria, Senegal, Túnez y Sudáfrica. El sorteo del Mundial
se realizará el sábado 1 de diciembre.
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OPINION
Por Raúl Kollmann
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La gente no come vidrio
Vergüenza. Los relatores de la televisión y de la
radio curiosamente coincidían. “Me gustaría estar
adentro de la cancha para escuchar lo que están conversando
los jugadores”, dijo entre risitas Marcelo Araujo, sugiriendo
obviamente que lo que conversaban los jugadores era el pacto de
no agresión que ayer se vio claramente en la cancha. Desde
la radio, Víctor Hugo reafirmaba: “Verón le dijo
al Chino (Recoba) ‘estamos hechos’ y seguramente el Chino
le contestó ‘estamos hechos’”. Entre más
risitas, otro periodista deslizaba que dos de los supuestos adversarios
juegan en el mismo equipo de España y que, entonces, bueno,
ya se sabe, queda claro. El que estuvo a punto de romper el pacto
de no agresión fue Sorín que, sorpresivamente, quedó
mano a mano con Carini, el arquero uruguayo. Fue tan clara, tan
alevosa, la forma en que trató de no hacer el gol, que quedó
demostrado que no sabe ni disimular. Los últimos diez minutos
fueron un espectáculo dantesco: los jugadores argentinos
jugando la pelota para atrás, en semicírculo, primero
para un lado, después para el otro. De golpe, la pelota pasaba
al semicírculo de los uruguayos. Todos para atrás.
Todo reflotó el recuerdo de aquel escándalo mundialista
en que Alemania y Austria empataron de manera grosera. La diferencia
fue que en aquella tarde vergonzosa a los dos les venía bien
empatar, pero anoche a la Argentina el resultado no le importaba:
debía ir para adelante por deporte, por honra, por ganas,
por honestidad. Faltando cinco minutos, Araujo decía “terminá
esto, hermano”, y con el pitazo final el público uruguayo
aplaudió a los jugadores argentinos, con toda la bronca que
hay habitualmente de por medio. La gente no come vidrio: se dio
cuenta del favor, de la vergüenza. ¿Fue ésta
la venganza del 0-5 que nos metió Colombia en el Monumental?
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VENCIO
4-0 A PARAGUAY EN ASUNCION
A Colombia le faltó un gol
Por un gol, Colombia
se quedó afuera del Mundial 2002: le ganó 4-0 a Paraguay
en Asunción, y sumó 27 puntos, los mismos que Uruguay, pero
su diferencia de gol terminó siendo +5, un gol menos que los uruguayos,
que acabaron con +6. Víctor Aristizábal fue el héroe
de la noche, al señalar tres tantos (uno de penal), pero le faltó
un tanto más, ese que hubiera clasificado a la selección
colombiana directamente para el repechaje ante Australia. La selección
paraguaya, que estaba clasificada desde la fecha anterior, fue despedida
violentamente por sus hinchas, que lanzaron todo tipo de proyectiles al
campo.
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“No fue nada
reprochable”
–¿Por qué los aplaudió tanto el público
uruguayo cuando terminó el partido? –le preguntaron
a Juan Sebastián Verón en los vestuarios.
–Porque al final no fuimos para adelante –ironizó
el volante, que rápidamente cambió el tono–.
Es que terminamos muy cansados y nos costó sobre el final
ir para adelante –agregó, sin mucha convicción.
Verón le deseó “mucha suerte a Uruguay en el
repechaje, ante Australia”, y rescató, curiosamente,
“la actitud del equipo pese a no haber ganado”.
“Me parece que el partido fue absolutamente intenso; hicimos
lo posible por ganarlo –opinó, por su parte, Marcelo
Bielsa–. Tal vez el cierre fue neutro, pero no me parece una
actitud reprochable.”
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Tristeza
tem fim: Brasil va a jugar el Mundial
No hubo lugar para
ningún “Maracanazo”, como había anticipado el
presidente venezolano, Hugo Chávez, por más que el encuentro
se jugó en Maranhao. Tampoco se necesitó utilizar los pasajes
aéreos para Australia ni el alojamiento reservado en Melbourne,
ante la eventualidad de tener que disputar un repechaje ante el mejor
de Oceanía. Brasil terminó su calvario por las Eliminatorias
con una goleada 3-0 sobre Venezuela y se convirtió en la trigésima
selección clasificada para el Mundial de Japón y Corea.
Eso sí, por las dudas, recibió una manito del árbitro
argentino Daniel Giménez, que no vio una evidente falta de Edilson
en la jugada previa al primer gol brasileño. Luizao, en dos ocasiones,
y Rivaldo anotaron los goles del equipo del ahora aliviado Luiz Felipe
Scolari.
El conjunto brasileño apretó desde el arranque y muy rápido
consiguió una ventaja tranquilizadora. A partir de la figura de
Edilson, gestor de los tres goles de su equipo, Brasil marcó claras
diferencias, ante un rival que quedó rendido ante los golpes que
recibió de arranque. Claro que también se vio perjudicado
en el primer tanto. Edilson tomó del brazo al defensor que lo cerraba
cometiendo un falta evidente y luego cedió a Luizao, que dejó
en el camino a Angelucci para marcar el primer gol antes de los quince
minutos, tal como lo había pedido el técnico. Un rato después
volvió a aparecer Luizao, y luego quedó la joyita que armó
Edilson y que rubricó Rivaldo con zurdazo cruzado. A esa altura,
ya no había equivalencias y el resto estuvo de más. Brasil
se conformó con los tres goles y Venezuela quiso evitar la catástrofe.
Ya con el pasaje para Oriente asegurado, Brasil soltó desde adentro
todo lo que sufrió durante los 17 encuentros restantes. El festejo
con abrazos interminables entre jugadores, dirigentes y todos los integrantes
del cuerpo técnico –astrólogo incluido, seguro–,
con llantos en los ojos de Scolari, con los gritos de los torcedores y
con fuegos artificiales, fue como si hubieran conseguido el pentacampeonato.
No era para menos, para tener chances de ganar el quinto título,
primero había que clasificarse.
CHILE
Y ECUADOR IGUALARON 0-0
Un empate de lo peor
Chile y Ecuador
empataron sin goles su partido de la última jornada de las eliminatorias,
en el que el conjunto local fue incapaz de aprovechar las facilidades
que le brindó un rival relajado en todas sus líneas. Chile,
el peor equipo de las eliminatorias, corrió, luchó y buscó
el gol durante los 90 minutos pero careció de la certeza y calidad
que se necesitan para llegar al gol, pese a que Ecuador, con su presencia
en el Mundial ya asegurada, se esforzó lo justo para evitar el
triunfo rival, lo que de paso le otorgó el segundo lugar en la
clasificación final.
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