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MARX VIAJA A WASHINGTON A DECIR QUE ARGENTINA NO PUEDE CUMPLIR
En búsqueda del perdón del Fondo

Daniel Marx blanqueará ante el FMI lo que los analistas ya habían evaluado: resulta imposible cumplir con las metas fiscales del cuarto trimestre. Riesgo de que se caiga el programa de asistencia y no se libere la cuota de 1260 millones.


Por David Cufré

El viceministro de Economía, Daniel Marx, y el secretario de Hacienda, Jorge Baldrich, viajaron anoche a Washington para pedir un waiver (perdón) al FMI por el incumplimiento de las metas fiscales del cuarto trimestre. Marx reconoció ayer en una reunión reservada con una decena de economistas que el Gobierno no está en condiciones de cumplir las metas comprometidas, por lo que le resulta imperioso renegociar todo el programa con el FMI. Admitió que existe el riesgo de que el organismo endurezca su posición y se niegue a conceder el waiver. En ese caso, el Gobierno se quedaría sin asistencia financiera. Por lo pronto, Marx informó anoche en conferencia de prensa que el Gobierno no accederá este mes, como pretendía, a un desembolso del FMI de 1260 millones de dólares, y dijo que ese dinero llegará en diciembre, tal como estaba previsto desde un principio. Sin embargo, frente a los economistas, Marx reconoció que el FMI podría cancelar definitivamente el envío, dadas las agudas dificultades fiscales.
Tres de los economistas que acudieron a la cita con Marx revelaron a Página/12 que las últimas estimaciones sobre el desvío en la meta de déficit fiscal son de entre 2000 y 2200 millones de pesos. El derrumbe de la recaudación y la imposibilidad política de recortar todavía más las jubilaciones y salarios terminaron por acorralar al Gobierno, que ahora se ve forzado a pedirle una tregua al FMI. Pero acude desde una posición de marcada debilidad. Frente a los consultores más influyentes de la city, como Miguel Angel Broda, Pedro Lacoste, Juan Luis Bour, Pablo Guidotti, Rodolfo Santángelo, Ricardo Arriazu y Carlos Rodríguez, el viceministro de Economía concedió que en Washington hay un clima de escepticismo respecto a las posibilidades de éxito de la Argentina. Pero se mostró confiado en que el FMI aceptará las explicaciones del Gobierno y volverá a brindarle ayuda.
En Economía esperan que el canje de deuda con acreedores locales sirva para reencauzar la situación. De allí la urgencia por sentarse a negociar con el FMI. Marx y Baldrich iniciarán hoy las conversaciones con las autoridades del Fondo, buscando una señal de respaldo antes del próximo lunes, que es cuando arranca la recepción de ofertas del canje (ver nota aparte). A su vez, Marx confirmó que Cavallo se verá en Ottawa con el director gerente del FMI, Horst Koehler, en el marco de la asamblea anual del organismo y del Banco Mundial.
Pero no será fácil conseguir ese apoyo. En el Fondo miran con preocupación la falta de planes del Gobierno para recuperar el crecimiento económico o, como dice el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, para diseñar un programa sustentable. Marx deberá entregar detalladas explicaciones sobre ese punto. Y también sobre cómo hará el Ejecutivo para cumplir con la regla de déficit cero en 2002. Entre los economistas locales, en Washington y en Wall Street crece la creencia de que en realidad Cavallo no tiene resuelto ninguno de esos puntos, y que lo suyo es la improvisación permanente. Que por ahora le sirvió para ganar tiempo y seguir probando, pero dicen que la posibilidad de seguir con esa práctica está muy cerca de agotarse.
La reacción del FMI frente al incumplimiento del programa fiscal será clave para saber cuánto aire le queda al mediterráneo. “Marx nos dijo que hay que negociar un nuevo acuerdo con el Fondo, porque en el cuarto trimestre no se podrá cumplir con el déficit cero. En eso estamos de acuerdo, pero para negociar con el Fondo hay que tener un plan concreto, un Presupuesto definido y números creíbles. Sin nada de eso, le asigno muy pocas chances al Gobierno de que pueda sostenerse sin caer en default”, advirtió en diálogo con este diario uno de los economistas que se reunió con Marx.
Otro de los consultores presentes en ese encuentro comentó que uno de los temas tratados fue la emisión de Lecop, los títulos distribuidos entre las provincias para pagar sueldos, jubilaciones y a proveedores. “Es claro que la convertibilidad aparece muy comprometida por el uso que se estáhaciendo de las reservas y por la proliferación de bonos. Diría que en este momento tenemos un sistema con tres monedas y que de la convertibilidad sólo quedó el esqueleto, el nombre, pero que como la conocimos ya no existe más”, recalcó. Eso no significa que el Gobierno vaya a devaluar, “porque encontraron la forma de introducir una nueva moneda flotante sin que la gente se asuste mucho”, insistió.
Marx quiso dar seguridad a los consultores de que la convertibilidad no sufrirá por la emisión de Lecop. Y reiteró que una vez que se concrete la reestructuración de la deuda con acreedores locales, habrá un clima de mayor confianza. En ese momento el Gobierno pondrá toda su energía en llevar adelante el canje internacional. Sin embargo, reconoció que para alcanzar esa instancia es crucial que el FMI acepte una renegociación del programa vigente y mantenga la asistencia financiera, que en este momento parece comprometida.

 

Un poquito de esperanza

El Indice de Confianza del Consumidor Di Tella tuvo un significativo incremento del 7,8 por ciento en noviembre respecto al mes anterior. De este modo quebró una sucesión de cuatro bajas consecutivas en los últimos meses. Así lo informó el Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella, encargado de elaborar ese indicador. La causa fue la mejora de las expectativas macroeconómicas a un año. Sin embargo, a pesar de la moderada caída del pesimismo de los consumidores, 50 de cada 100 encuestados sigue creyendo la situación económica empeorará el año que viene. En tanto, el Indice Líder del Nivel de Actividad cayó por novena vez consecutiva. Esta vez, un 4,4 por ciento. Además, el indicador muestra una posibilidad nula de quiebre de tendencia, lo que significa que no es posible hacer ningún pronóstico sobre cuándo será la salida de la recesión. Entre los componentes del índice, las variables que evolucionaron más desfavorablemente fueron el riesgo soberano, los depósitos y las reservas internacionales.

 

“Riesgos indeterminados”

El BBVA Banco Francés, uno de las entidades líderes del sistema financiero local, creó un fondo de 66 millones de dólares para atender “riesgos indeterminados”, ante la crisis económica. Fuentes del grupo español Bilbao Vizcaya Argentaria, dueño del Francés, dijeron ayer en Madrid que han puesto en marcha una política de prevención ante las turbulencias. No obstante, añadieron que “el nuevo plan económico puede permitir la solución de algunos de los problemas que sufre Argentina, como la presión por el tamaño y vencimiento de la deuda”. La conformación del fondo preventivo se produce en medio de una corrida financiera que restó del sistema 1300 millones en depósitos desde que empezó el mes. El otro grupo de envergadura en España, el Santander, que es dueño del Río y de la AFJP Orígenes, también se refirió a la crisis. El propio presidente del grupo, Emilio Botín, se mostró optimista por el futuro. “La situación (en Argentina) no es igual de buena siempre, pero a largo plazo somos muy optimistas”, dijo. Y concluyó: “Argentina está en un momento difícil, muy difícil. Pero están haciendo esfuerzos para salir adelante, y estoy convencido que a mediano plazo seguirá siendo lo que ha sido siempre”.

 

SE FORMO UN COMITE DE ACREEDORES DE LA ARGENTINA
El Club de los Tiburones al acecho

Los tenedores internacionales de bonos de Argentina formaron un comité de acreedores. Su objetivo es que se los incluya en la mesa de negociación de la reestructuración de la deuda. Reclaman igualdad de condiciones con los tenedores locales. Amenazaron con una batalla legal, no sólo con el gobierno argentino, también con el FMI.
Un comité de unos 10 grandes tenedores de deuda argentina se formó ayer en el ámbito de la Asociación de Acreedores de Mercados Emergentes (EMCA), entidad que representa a más de 30 inversores institucionales que poseen más de 40.000 millones de dólares en bonos de mercados emergentes.
El portavoz de EMCA, Hans Humes, gerente de Van Eck Emerging Market Funds destacó que “todos en nuestro lado de la mesa reconocen que no sólo Argentina, sino también los organismos multilaterales, estarán discutiendo hacer una reprogramación de deuda que asegure la viabilidad a largo plazo del país”. “Pero no es trabajo de los acreedores estructurar esa viabilidad de largo plazo. El trabajo de los acreedores es obtener un retorno de sus inversiones originales”, agregó.
El Comité señaló que no cree que la viabilidad a largo plazo de Argentina dependa de que los acreedores internacionales “pasen a estar subordinados”, lo que “ciertamente sentará un precedente extraordinariamente negativo para esta clase de activos”. Aunque el objetivo del nuevo comité es asegurarse un lugar en la mesa de negociaciones y evitar que existan dos clases de tenedores de bonos, los locales y los internacionales, con condiciones diferentes, el gobierno argentino no ha dado señales de que vaya a existir discriminación. Sin embargo, nunca está demás abrir el paraguas.

 

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