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DUHALDE LE ABRE LA PUERTA A BULLRICH PARA VOLVER AL PJ PORTEÑO
Para pelearle a Aníbal Ibarra en 2003

El senador electo tiene acordada una reunión con la ex ministra para dentro de dos semanas. Pretende que Bullrich se sume al PJ, porque no cree que Beliz tenga chances ante Ibarra. La ex ministra prefiere escuchar ofertas mientras arma su propio partido.

Duhalde junto a Kirchner en el congreso del PJ se hizo elegir interventor del peronismo porteño. Ahora quiere a Bullrich.

Por Santiago Rodríguez

¿Patricia Bullrich de vuelta al PJ? La posibilidad está latente y no sólo porque se haya ido del Gobierno, sino también porque además Eduardo Duhalde quiere sumarla al peronismo porteño para fortalecer el partido de cara a 2003. “El diálogo entre ambos es fluido y hay buena predisposición, aunque más que adentro la vemos como una eventual aliada externa”, confirmó a Página/12 un encumbrado operador duhaldista. Si bien en el entorno de la ex ministra de Seguridad Social descartaron un retorno directo al justicialismo, dejaron una puerta abierta al esquema que plantea el duhaldismo: “Patricia –dijeron– se propone trabajar en el desarrollo del espacio político que acaba de lanzar, pero sigue pensando que en el futuro habrá que trabajar con gente de distintos lugares que piense lo mismo y que sea capaz de gobernar el país”.
El trato entre Bullrich y Duhalde se intensificó en los últimos meses y los dos habían quedado en verse el martes pasado, pero a ella se le dio por renunciar justo ese día y no pudieron encontrarse. “Era una reunión por temas de gestión; querían hablar de los planes sociales”, aseguraron ayer colaboradores de uno y otro, aunque también admitieron que se juntarán en un par de semanas, una vez que el bonaerense regrese de un viaje que tiene a previsto hacer a Brasil en los próximos días. Si Bullrich ya no es ministra e igual van a reunirse, demás está decir que tenían algo más que temas de gestión para conversar.
El planteo de Duhalde tiene lógica política: ningún candidato presidencial del PJ –y aunque él niegue querer serlo en 2003 nadie le cree– puede darse el lujo de perder por paliza en la ciudad de Buenos Aires como el peronismo viene haciéndolo en los últimos años. Y el análisis que hace el bonaerense es que Gustavo Beliz no tiene mayores chances de derrotar a Aníbal Ibarra, de quien descarta que irá por su reelección como jefe de Gobierno porteño.
“Si no se hace un buen papel en la Capital Federal será complicado volver al poder”, razonó en esa línea un dirigente duhaldista y agregó: “Al peronismo le vendría muy bien Bullrich porque ha quedado bien posicionada en la opinión pública y reforzaría a un peronismo que está muy achanchado políticamente”.
Duhalde figura, además, entre los peronistas enojados con Beliz por los obstáculos que puso a la unidad del PJ en las últimas elecciones. Es que el 14 de octubre pasado, el justicialismo porteño hubiera ido todo en una misma lista si no fuera porque Beliz se opuso terminantemente a que se incluyera a Daniel Scioli como cuarto candidato a diputado. Un detalle: el sábado pasado Duhalde se hizo elegir interventor del PJ porteño por el congreso nacional partidario que convocó él mismo (ver aparte).
Más que incorporar a Bullrich a los sectores del PJ porteño que le responden –en los que además de Beliz sobresalen dirigentes como Irma Roy, Jorge Argüello y Alberto Iribarne–, la idea de Duhalde sería sumarla por fuera del partido. El bonaerense y sus operadores no desconocen que la ex ministra tiene intenciones de fortalecer Ahora Argentina, el espacio político que lanzó meses atrás, y saben, además, que su relación con la dirigencia sindical llegó a un punto de muy difícil retorno.
Un estrecho colaborador de Bullrich confió a este diario que “hace un tiempo que Duhalde quiere sentarse a hablar con Patricia” y no consideró descabellado el esquema planteado por el bonaerense: “La idea de ella es desarrollar su propio espacio y desde ese lugar trabajar con aquellos que están en la misma, en lugar de volverse a meter en el PJ”.
De hecho, Bullrich tenía previsto ir mañana al lanzamiento de la línea interna Frente Amplio Peronista, con la cual los intendentes de La Matanza, Alberto Balestrini, y de La Plata, Julio Alak, y el secretario de Seguridad bonaerense, Juan José Alvarez, quieren enfrentar la hegemonía duhaldista en la provincia, y es muy probable que ahora no vaya. “No tieneganas de que se lea como que está volviendo al PJ”, explicó uno de los suyos.
Bullrich fue subsecretaria de Relaciones con la Comunidad del Ministerio de Seguridad y Justicia bonaerense cuando Alvarez fue titular de esa secretaría y tiene con él un diálogo muchísimo más aceitado que con Duhalde. Tanto es así que mientras estuvo en el gabinete nacional conversaban casi a diario. Pero la movida de Duhalde no cayó bien entre “Los Tres Mosqueteros”, como se conoce en la interna partidaria al grupo que integran Alvarez, Balestrini y Alak. “No me gustan los conversos y además tuvo actitudes muy gorilas”, se quejó uno de ellos. Y, con malicia, un colaborador de otro se preguntó: “¿Esta mina qué es, un aerotaxi?”.

 


 

SERVINI EVALUA LA LEGALIDAD DEL CONGRESO DEL PJ
Duhalde “ha sido prolijo”

Por Raúl Kollmann

La jueza María Romilda Servini de Cubría evalúa la documentación del Congreso Nacional del PJ que el sábado pasado armó Eduardo Duhalde y que borró de la conducción y del poder partidario a Carlos Menem. Por supuesto, los hombres del ex presidente hicieron una furibunda presentación para que el congreso sea declarado nulo. Fuentes cercanas al juzgado indicaron que “lo hecho (por Duhalde) ha sido bastante prolijo, no parecen haber irregularidades en la convocatoria ni se perciben delegados truchos”. Al mismo tiempo, trascendió que aunque concurrieron muy pocos gobernadores –Ruckauf, Kirchner, Rodríguez Saá y el vicegobernador salteño– otros mandatarios enviaron calladamente algunos delegados como para que se alcance el quórum: el objetivo fue facilitarle a Duhalde su ofensiva contra Menem. La expectativa de algunos candidatos presidenciales –y también del Gobierno– es que se produzca una feroz batalla entre Duhalde y Menem, lo que podría dejar a ambos fuera de combate.
Servini de Cubría, que es la juez nacional electoral, envió al congreso cuatro veedores. El dominio de Duhalde fue total, partiendo del hecho de que lo hizo casi en su casa, en el club Lanús en su territorio del sur del Gran Buenos Aires, y supuestamente se financió con dineros del justicialismo bonaerense.
Según los veedores, a la entrada había una serie de vallados en los que se iba discriminando a la gente que se hacía presente. El despliegue tecnológico también era inusual: una computadora por cada provincia, con lo que se chequeaba a los delegados. Quien no traía el comprobante de su carácter de delegado y su documentos de identidad, no podía acceder a la zona de los que participaron del congreso. Recién el miércoles, los hombres de Duhalde entregaron el acta del Congreso y ahora el juzgado va a confirmar, revisando nombre por nombres, si eran o no delegados habilitados para votar.
Las decisiones del cónclave son de enorme importancia:
Fue desplazado Menem de la conducción partidaria.
Duhalde se hizo designar a sí mismo como interventor del justicialismo en la Capital Federal. Esto significa que pasa a dominar legalmente al PJ en los dos distritos más populosos del país: la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal. También cambió los interventores en otros dos distritos.
Reemplazó a los apoderados del partido, poniendo hombres de su absoluta confianza. Esto significa que se quedó con la representación jurídica del partido.
Desde un punto de vista estrictamente legal, también retiene un poder muy grande para resolver la fecha de las internas para la candidatura presidencial y sobre todo si esas internas van a ser abiertas o cerradas.
Es cierto que el poder legal no es ni de lejos suficiente. En el equilibrio político y las decisiones del PJ los gobernadores van a tener un peso de primer orden. Por ejemplo, no se va a poder convocar una interna sin que pesos pesados como Carlos Reutemann, Carlos Ruckauf, José Manuel de la Sota o el propio Carlos Menem tallen en el debate. Y lo mismo con muchas otras decisiones. Es más, muchos sostienen que el peronismo corre esta vez un enorme peligro de ruptura.
Sea como fuere, lo que está en cuestión es el poder dentro del partido que todos consideran llegará al gobierno. A varios posibles candidatos les interesa que “Duhalde destroce a Menem” o “que se destrocen entre ellos”. A la Casa Rosada también le viene bien porque, como reconocen algunos de los hombres del Ejecutivo, provoca cierta parálisis en la oposición. Lo único seguro es que esta batalla por el congreso del sábado pasado es apenas el principio de lo que se viene, especialmente cuando en pocos días más Menem esté en la calle.

 

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