Por Martín
Piqué
Un aire de triunfo se respiraba
ayer en la quinta de Don Torcuato. Por primera vez en cinco meses, el
ex presidente Carlos Menem tenía una razón para abstraerse
del encierro que cumple desde el 7 de junio. El optimismo se le notaba
en la cara y también en los rostros de los diputados que llegaban
en tandas para saludarlo. El entusiasmo había regresado de la mano
del juez en lo penal económico Julio Speroni. Empieza otra
etapa, advertía ayer a Página/12 uno de los legisladores
que visitó al ex presidente imputado como jefe de una asociación
ilícita. Su pronóstico exhibía un claro tono de amenaza
para los rivales internos de Menem: Ahora pasa de la defensiva a
la acción. Y ya se imagina recorriendo la provincia de Buenos Aires,
adelantaba el legislador, descontando que la Corte lo dejará en
libertad.
Luego de conocerse el fallo de Speroni, Don Torcuato se convirtió
en la cita obligada para los diputados menemistas, que llegaron a la quinta
al mediodía, para festejar los avances judiciales y compartir un
almuerzo con todo el entorno de Menem. La visita ya estaba programada,
pero las novedades de Tribunales la volvieron más urgente: Y...
surgió la idea de volver a reunirnos, explicó horas
después uno de los asistentes.
No podían faltar el sobrino Adrián Menem y la cordobesa
Martha Alarcia. Tampoco el porteño Daniel Scioli, que el miércoles
se encargó de coordinar los últimos detalles. El bloque
menemista respondió en pleno: estaban el cordobés Teodoro
Funes, Jorge Bucco, Juan Carlos Ayala, Agustín Díaz Colodrero,
Dulce Granados, Adriana Bevacqua y la salteña Beatriz Daher, entre
otros. La comitiva se completaba con el senador Alberto Tell, Claudio
Sebastiani, Manuel Baladrón, Ana Mosso, Jorge Matzkin, Jorge Escobar
y Javier Mouriño. Varios de los invitados habían sido denunciados
por corrupción. Sebastiani, por ejemplo, había sido imputado
de recibir coimas por la ley de patentes. Matzkin, de recibir dudosos
créditos a favor de la empresa Río Colorado S.A., a nombre
de sus hijos. Y Ayala, de desviar un camión con mercadería
para los inundados.
Pasadas las 12.30, los primeros autos entraron por el portón de
la quinta. El ex presidente los esperaba en la puerta de la vivienda,
para evitar la lluvia que caía desde temprano. Felicitaciones,
Carlos, le decían uno a uno los diputados, y Menem respondía
con una sonrisa y con impostada humildad: Gracias por venir.
Unos minutos más tarde, apareció Cecilia Bolocco, que saludó
de a uno a los invitados para luego estacionarse cerca de su marido. Los
comensales fueron al quincho, y se prepararon para comer las empanadas
que había traído Pepe Figueroa.
Menem se mostraba distendido, pero cauto. Estaba sentado en la mesa más
grande, flanqueado por Alberto Kohan y por su esposa. Las cosas
se van a aclarar porque la verdad siempre llega, dijo y todos entendieron
que se refería a su situación judicial. En torno a la mesa
central se habían ubicado otras para los demás comensales.
El ex presidente, que parecía seguro de una inminente libertad,
adelantaba planes para el corto plazo: Cuando nosotros gobernamos
Argentina era el líder de la región, aseguró,
y luego se puso a hablar del Mercosur, con tono de estadista.
Cuando se refirió a la interna del PJ, Menem prometió que
se va a ir aclarando y que se imagina recorriendo la
provincia de Buenos Aires. Una referencia obvia para su archienemigo
Eduardo Duhalde que completó con más anuncios relacionados
con los encuentros de mujeres que está organizando la diputada
Dulce Granados en el distrito. No obstante, el punto de mayor interés
giró en torno a la posibilidad de que la Corte tumbe la figura
de asociación ilícita.
Los asistentes comentaron las declaraciones del abogado defensor Oscar
Salvi, quien a la mañana casi había amenazado al juez Urso
y al fiscal Carlos Stornelli: A la larga van a tener que pagar,
había dicho el letrado de Menem. Stornelli había contestado
en una entrevista a Radio Splendid: Si esto no es asociación
ilícita, que se sinceren y quiten la figura del Código Penal.
Los invitados de Menem hablaron sobre el tema:No hay que descartar
que se inicien acciones judiciales, advirtió uno a este diario
tras participar en el almuerzo.
Los comentarios de la jornada, sin embargo, se los llevaron Carlos Ruckauf
y las diputadas Elisa Carrió y Graciela Ocaña. El primero,
fue tema de conversación cuando Ana Mosso comentó lo que
había dicho en el programa A dos Voces: ¿Vieron
lo que dijo Ruckauf? Que Menem iba a salir en libertad y recorrería
de nuevo las provincias. Me debe haber leído a mí,
dijo entonces el ex presidente, y todos se rieron. Y las segundas, porque
fueron denunciadas como miembros de asociación ilícita.
Pero las sonrisas más notorias del día se produjeron en
la despedida, cuando el riojano saludaba en la puerta de la quinta de
la tarde:
Nos vemos pronto le dijo el diputado Teodoro Funes.
Sí, el próximo asadito es en La Rioja contestó
Menem, muy seguro del resultado de las gestiones de propios y extraños.
La Corte fallaría
el martes
La (buena) suerte de Emir Yoma y con la suya la de Carlos
Menem ya está echada, pero los ministros de la Corte
Suprema recién la sellarán con su firma seguramente
el martes próximo, cuando se reúnan en su acuerdo
ordinario. Después de idas y vueltas el voto de Augusto Belluscio,
que estaba pendiente, comenzó a circular entre los otros
supremos el miércoles a la noche y está en pleno estudio.
Según trascendió, la propuesta de Belluscio incluye
un fuerte cuestionamiento a la instrucción de la causa sobre
la venta ilegal de armas, que viene haciendo el juez Jorge Urso.
Diría que no hay pruebas de que haya existido una asociación
ilícita. Hasta ahora Julio Nazareno, Eduardo Moliné
OConnor, Adolfo Vázquez y Guillermo López apoyaban
un borrador que señalaba directamente que no hubo asociación
ilícita. Pero podrían sumarse ahora al proyecto de
Belluscio. Antonio Boggiano presentaría argumentos propios,
en la misma dirección. Lo concreto es que dirán lo
necesario para que Yoma pueda ser liberado con un nuevo fallo de
la Cámara Federal y que Menem reciba el mismo beneficio.
Sólo Enrique Petracchi, Gustavo Bossert y Carlos Fayt se
pronunciarían en contra.
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Explosión intencional
El perito Alfredo Raste ratificó ayer que la explosión
en la Fábrica Militar de Río Tercero, en 1995, fue
un hecho intencional, durante su declaración
ante el juez Jorge Urso. Raste justificó ese comentario al
decir que en el lugar encontró dos cráteres,
lo que demuestra que hubo simultaneidad, ya que ese
indicio es sinónimo de que alguien preparó todo
para ocurriera.
Allegados a Raste criticaron la causa que por la explosión
se tramita en la Justicia cordobesa. En ningún momento
nos llamaron para que expliquemos nuestro informe, dijeron
los miembros del equipo de peritos que realizó estudios en
el arsenal.
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STORNELLI
CREE QUE LA CAUSA PASARA A SPERONI
Cuestiones que no son jurídicas
El fiscal federal Carlos Stornelli
salió a defender su actuación en la causa por las armas.
Mientras uno de los abogados de Carlos Menem, Oscar Salvi, aseguró
que tanto el fiscal como el juez Jorge Urso van a tener que pagar
por su desempeño en la causa por la que el ex presidente está
preso (ver aparte), Stornelli consideró que la verdad está
en el expediente, y consideró factible que esa
causa termine en el fuero económico. Además, afirmó
que si en el caso de las armas contrabandeadas no actuó una asociación
ilícita, que se sinceren y quiten la figura de la asociación
ilícita del Código Penal. Por otro lado, declinó
opinar sobre lo que puede ocurrir en la Corte Suprema con la situación
de Emir Yoma.
Ante la inminencia del fallo de la Corte que beneficiaría al ex
cuñado presidencial y, consecuentemente, a Menem, Stornelli mostró
su punto de vista. En declaraciones al programa Otra Cosa
de Radio Splendid, el fiscal, señaló que en esta causa
no se mueven cuestiones jurídicas, sino de otra índole,
dejando entrever las presiones políticas que pueden existir.
También agregó que si esto (por el escándalo
de las armas) no es asociación ilícita, que se sinceren
y quiten la figura de asociación ilícita del Código
Penal. Sin embargo, no quiso hablar sobre las versiones que dan
cuenta que la Corte le daría una mano a Yoma y a Menem. Hay
que ver qué dice el fallo (de la Corte), más allá
de las cosas que se puedan decir, la verdad está probada en el
expediente, indicó Stornelli.
Demostramos en el expediente que se puede seguir adelante, que se
puede investigar, pero hay muchas cosas que no dependen de uno y otras
sí, señaló Stornelli. El comentario obedece
a que el juez en lo penal económico Julio Speroni reclama que quede
bajo su cargo la causa que lleva Urso. La Sala II de la Cámara
federal había hecho el mismo pedido pero en sentido inverso: que
las causas del fuero económico se unificaran en la que Urso lleva
adelante. En ese sentido, Stornelli consideró factible
que el expediente de Urso termine finalmente en manos de Speroni.
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