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ESTRENOS DE LA SEMANA
“+ BIEN”, DEL DEBUTANTE EDUARDO CAPILLA
Existencialismo pop

El astro musical Gustavo Cerati y la presentadora de videos Ruth Infarinato encabezan el reparto de un film bizarro, y decididamente caprichoso, que cuenta las andanzas artísticas del Dr. Pininfarina.

Capilla ha sido responsable
de varios de los clips de Cerati.
“El conocimiento es un semen negro”,
dice uno de los personajes.

Por Martín Pérez

Cuando Ruth y Gustavo, al promediar el metraje de su primer film, se encuentran por primera vez frente a frente en medio de las sierras cordobesas, no pueden evitar que sus rostros se iluminen. Pero es apenas un flash. Porque en la ficción sus personajes no se conocen. Ella es Bárbara, una extraña viajera internacional que acaba de sobrevivir a un despreocupado accidente de avión. El es el Dr. Pininfarina, un artista tanto conceptual como en la sala de operaciones. Pero en realidad –tanto para bien como para mal– ellos son una y otra vez Ruth Infarinato y Gustavo Cerati, algo que es imposible olvidar durante todo el metraje del debut cinematográfico de Eduardo Capilla, un bizarro, caprichoso y simpático film de entrecasa y entre amigos, que arranca con una cita de Kurosawa y termina lleno de una leve pero ciertamente satisfactoria filosofía pop de color pastel.
Artista plástico, discípulo confeso de Romero Brest, Capilla es un habitué del universo Cerati, conocido por ser el autor de varios de los últimos clips tanto de su carrera solista como de la ultima época de Soda Stereo. También supo ser el responsable de la deslumbrante puesta en escena de la presentación de Bocanada, el primer disco solista del ex Soda, en el Teatro Gran Rex. De hecho, quienes hayan disfrutado de aquellos shows descubrirán que algunas de aquellas imágenes por momentos aparecen sobreimpresas sobre las escenas de su debut cinematográfico. Rodado en video digital, el antecedente inmediato para los fans de Cerati, + Bien es el corto de Capilla incluido en el film Historias de Argentina en vivo. Rodado en realidad después de la epopeya + Bien, aquel corto -una de las sorpresas del film producido por la Secretaría de Cultura de la Nación– sin embargo funciona como un muy buen adelanto de lo que es el largometraje: una suerte de divague controlado, especie de una no-taninsoportable levedad del ser (artístico).
Bautizado en un principio Semen Negro, + Bien habla de que la plaga de la humanidad es el conocimiento. “El conocimiento es un semen negro” se escucha decir en algún momento del film. Pero como poco tiene de oscuro el film sino que, como se dijo, su color –y su estética filosófica– es en realidad pastel (“un existencialismo pop de color rosa, celeste y marrón caquita”, tal como lo definió el propio Capilla) y por lo tanto el nombre cambió a + Bien. Y así es como funciona el film. Como un más bien dicho encogiéndose de hombros, o uno que sirve para ir para adelante. Pero esa es la sensación del film: sentirse bien, como en aquella canción de Virus. Protagonizado por amigos que representan a protagonistas que son amigos entre sí, el film debut de Capilla es como una entretenida estudiantina en la que el artista al menos alcanza a extender todos sus intereses estéticos.
Divagante tanto argumentalmente como narrativamente, pero abrazando tales limitaciones, + Bien es un film entretenido incluso en suspretensiones, y tal vez incluso demasiado canchero en algunas de sus libertades. Film para ser visto tirado en el piso en un chill-out sin butacas, lo que narra es el devenir azaroso de sus tres protagonistas masculinos. Dentro de ese vagar narrativo cuasi-episódico, Cerati y Ruth se encontraran en las sierras cordobesas, el protagonista principal (el debutante Atsushi Mitsukawa, que falleció antes del estreno) luchara con un forzado sufrimiento sentimental creíble pero se sentirá pleno ante la muerte frente a sus ojos y el artista del grupo (interpretado por De Santo) terminara finalmente su obra. Una obra que es un mural en la casa del director, utilizada como escenario e hipotecada para terminar el film. Todo es íntimo y amistoso en + Bien, y al mismo tiempo todo sufrimiento nunca puede ser interpretado como real. Es que, si algo enseña el film, es las bondades de levitar artísticamente. Alejando a la muerte, e incluso a esa extraña muerte que seria la parálisis de la vergüenza de ser tan íntimo públicamente. Algo a lo que se le atreven los protagonistas, desde la desprejuiciada y bella Ruth Infarinato hasta su director, que cambió el semen por el bien.

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