Por Maximiliano
Montenegro
Así como la Argentina
lucha contra el trabajo infantil en la OIT, debe luchar para que se declaren
ilegales los paraísos fiscales en los foros internacionales,
dijo el titular de la AFIP, Armando Caro Figueroa. Después de haber
anunciado un amplio blanqueo de capitales, el equipo económico
parece haber adoptado la estrategia de correr con la vaina a todos aquellos
que no se acojan. Tanto es así que hasta amenazan con avanzar sobre
un área restringida del poder económico: Vamos
a hacer procedimientos sorpresa en el sistema financiero porque la AFIP
conoce cómo se mueve el dinero en negro, sabemos cómo se
lo lleva afuera y tenemos información sobre cómo se manejan
algunas casas de cambio, anticipó el funcionario a Página/12.
Que los hombres de Cavallo pasen de la amenaza a la acción es algo
que todavía está por verse.
En diálogo con este diario, Caro Figueroa brindó un diagnóstico
sobre la evasión en la Argentina todavía más alarmante
que la reconocida por sus predecesores recientes en el cargo. La
evasión de los cuatro o cinco impuestos principales es escandalosa
en todo sentido. La evasión en Argentina, incluso comparado con
otros países de América latina, es demasiado alta,
afirmó.
A la hora de precisar los datos, según el funcionario, la evasión
de las contribuciones patronales ronda el 45 por ciento y
en Ganancias es un poquito menos del 45 por ciento, pero es muy
alta.
Sin embargo, Caro se rehusó a fijarse metas de reducción
de semejantes niveles de evasión. El presupuesto 2002 tendrá
una estimación realista de caída de la evasión. Pero
hoy todavía no le puedo decir cuándo vamos a reducir la
evasión, por ejemplo, un 10 por ciento, se excusó.
De todos modos, prometió que para la AFIP nadie tendrá
coronita y que no habrá ni rico ni famoso que esté
al margen de nuestra inspección. Si yo fuera kiosco
por kiosco (buscando evasores) sería un despropósito,
graficó, apuntando a que el objetivo del organismo será
ampliar la base de grandes contribuyentes.
Para el titular de la AFIP, en Argentina también son escandalosos
los volúmenes de dinero en negro que se mueven. Ya no se mueven
en valijas sino en camiones de caudales, en camionetas, en containers,
en avionetas, explicó.
Después de haber anunciado una moratoria y un blanqueo generalizado
de capitales así, cualquiera que traiga fondos para invertir
en una empresa o negocio en la Argentina la AFIP no le preguntará
por el origen de dichos recursos, en Economía están
lanzados a asustar a todos aquellos que queden afuera. Sin embargo, por
ahora, los instrumentos de disuasión más poderosos del organismo
parecen ser sólo los orales.
La AFIP conoce cómo se mueve ese dinero en negro y quién
se lo lleva fuera del país. Sabemos cómo se manejan algunas
casas de cambio. Tenemos mucha información, no podemos difundirla,
pero la vamos a utilizar, adelantó.
En parte el dinero negro, al que se refiere Caro Figueroa, es el que tiene
como fuente la evasión fiscal de empresas legales. En ese caso,
el empresario suele depositarlo en el exterior, por temor a que la DGI
investigue y embargue sus cuentas en bancos locales. Para tal fin, asesorado
por oficiales de cuenta de banca privada de los propios bancos, suele
transferir el dinero al exterior completamente en negro a
través de una casa de cambio, que realiza la operación sin
que sea detectada por la DGI. Luego, un banco extranjero, habitualmente
con sede en el país, administra sus fondos en el exterior, haciendo
llegar sus resúmenes de cuenta o bien a su domicilio particular
o, para mayor seguridad, a una casilla postal en el Uruguay, donde algunos
hombres de negocios suelen viajar sólo para buscar su correspondencia.
Si el empresario declarara sus fondos en el exterior para lo que
tendría que demostrar su origen blanco, debiera pagar el
impuesto a lasGanancias -sobre la renta financiera que dichos fondos generen-
y el impuesto a los Bienes Personales. Pero dichos dineros son fruto de
un ilícito anterior, la evasión en el país, por lo
también caen bajo la nueva ley antilavado.
Esta clase de operatorias es habitual desde hace años en el sistema
financiero local. Sin embargo, hasta ahora ningún organismo oficial,
ni la AFIP, ni el Banco Central, hicieron nada para frenarlas.
Vamos hacer inteligencia sobre estos movimientos en el sistema financiero,
porque contamos con la información que nos proporciona la ley antilavado,
dos sistemas del Banco Central y lo que nos llega por la ley del cheque.
Se pueden esperar procedimientos sorpresa en el sistema financiero,
anunció ayer Caro Figueroa. El funcionario dijo, además,
que el gobierno argentino debe realizar una cruzada contra los paraísos
fiscales en los foros internacionales. Hay que conseguir que los
paraísos fiscales sean considerados fuera de la ley (internacional),
afirmó. Hacia esos paraísos fiscales, en los últimos
meses, volaron miles de millones de dólares desde la Argentina.
Pero no sólo por evadir al fiscal sino también por miedo
a que, superado por la crisis, Cavallo finiquitara la convertibilidad
y echara mano a los depósitos bancarios.
Impuesto al cheque
en baja
El impuesto al cheque está cayendo suavemente por
la recesión y porque hay nuevos instrumentos para pagar los
impuestos como son los patacones y Lecop, admitió ayer
Armando Caro Figueroa. Las cifras de recaudación del impuesto
al cheque de las dos primeras semanas de noviembre muestran una
merma considerable en relación a igual período del
mes pasado. Tal comportamiento, pese a la explicación de
Caro, se debería fundamentalmente al avance de la recesión,
ya que el pago de impuestos con bonos recién se puso en marcha
en los tres últimos días hábiles de esta semana.
De hecho, en ese período, hubo sólo 4 empresas que
abonaron impuestos nacionales con Lecop, por valor de 52 millones
de pesos.
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Ese proyecto
no es nuestro
No es un proyecto del equipo económico. Significa
aumentar la presión tributaria sobre los mismos que pagan
siempre y, por lo tanto, sería recesivo. Así,
Caro Figueroa desmintió que el proyecto de ley para crear
un impuesto a las ganancias extraordinarias impulsado por
el titulares de las bancadas radical y de la Alianza de Diputados,
Horacio Pernasetti y Darío Alessandro cuente con el
aval del Ministerio de Economía. El proyecto prevé
gravar por el lapso de un año, con una tasa del 10 por ciento,
a aquellas personas físicas con ganancias superiores al millón
de dólares y a aquellas empresas con utilidades mayores a
los 5 millones. Según los cálculos del subsecretario
de Ingresos Públicos, José María Farré,
que evaluó el proyecto durante una reunión de la Comisión
de Presupuesto y Hacienda de Diputados, un impuesto así acercaría
al fisco unos 1000 millones de pesos adicionales. Sin embargo, Caro
dijo que la participación de Farré en la Cámara
fue simplemente en carácter explicativo y que
no implicaba apoyo alguno del Palacio de Hacienda a la iniciativa.
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