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 “Estamos preparando las
demandas contra la diputada Carrió. Ya está probada la falsedad
de la documentación que presentó y ahora la única
que puede hacerle a (Domingo) Cavallo es la relación con (Mario)
Dadone, que es algo público y notorio”, amenazó ayer
Alfredo Castañón, secretario Legal y Administrativo del
Ministerio de Economía. “No tengo ningún problema con
que Cavallo me querelle, aunque tenga que pagar con la cárcel ante
estos cómplices yo no me callo”, replicó de inmediato
la diputada del ARI y presidenta de la comisión parlamentaria que
presentó el jueves su dictamen final sobre el blanqueo de capitales
en Argentina. “Yo ya parí, a mí no me importa, ni las
operaciones ni las críticas”, explicó Carrió,
y agregó que está “muy tranquila” y “dispuesta
a recibir todas las bofetadas”.
El informe difundido ayer, con la firma de Carrió y los diputados
de la comisión Graciela Ocaña (ARI), el demócrata
Gustavo Gutiérrez y el frepasista José Vitar, asegura que
el ex presidente Carlos Menem y su entonces ministro de Economía
Domingo Cavallo y actual ministro “compartían los mismos negocios
ilícitos” en el marco de un “sistema paralelo” para
la “especulación, la rapiña y la concentración”,
con la cobertura de la Corte Suprema y del Banco Central.
Castañón, funcionario y referente del cavallismo, intentó
descalificar el informe al decir que “es de muy difícil lectura,
hecho con muy poco nivel profesional”. Consideró que “era
absolutamente previsible”. Opinó además que el Congreso
“perdió la gran oportunidad de investigar realmente”
el tema. Y destacó con ironía que el trabajo de la comisión
fue “muy fructífero” porque “Carrió descubrió
que Dadone estaba vinculado con Cavallo”. El funcionario reiteró
un argumento sobre el que ya cruzó espadas con la legisladora.
Carrió había denunciado que Cavallo y Mulford tenían
una cuenta conjunta pero ayer volvió a explicar que obró
“de absoluta buena fe”. Castañón dijo que no tiene
“ni idea” si el dinero pasó por esa cuenta, o si el Banco
General de Negocios (de Rohm) “tenía que ver o no con esa
cuenta”, pero advirtió que “aunque fuera cierto, Cavallo
no tiene nada que ver ni con Rohm, ni con Mulford, salvo que se entienda
que conocer a banqueros argentinos o economistas y banqueros internacionales
implique eso”.
Carrió minimizó el asunto y contraatacó. “No
hay ningún problema: obré de buena fe, pude haber sido objeto
de operaciones de algunos de los involucrados, pero tengo una enorme tranquilidad
y no estoy procesada como lo está Castañón en el
caso del Correo”, dijo la diputada en diálogo con Radio Continental.
Explicó que no está acostumbrada a “participar de la
matriz criminal”, y por eso a veces cree “que las personas son
buenas, y tiene que trabajar sentada al lado de personas involucradas
en delito, como me pasó con Castañón, si algún
pecado tuve, es ser confiada en una Argentina de corruptos”.
La legisladora recordó que “muchos de los que operaron forman
parte del Excalibur (el sistema de detección de comunicaciones
telefónicas) de (Alfredo) Yabrán”. Ratificó
todas las denuncias que formuló durante la difusión del
informe en la Cámara de Diputados y confirmó que “se
determinó que los hechos ilícitos habían sido cometidos
prácticamente todos en el Ministerio de Economía”.
Asimismo, reiteró que “la conclusión del primer capítulo
es que personas vinculadas a Menem, Cavallo o Kohan conformaban los mismos
negocios” y que la del segundo explica “cómo dinero proveniente
del narcotráfico se lavó en Argentina”. Y volvió
a señalar que Bin Laden figura en el informe por sus “conexiones
con el BCCI y Gaith Pharaon”.
Por su parte, Castañon relativizó la posibilidad de que
el informe pueda generar alguna turbulencia en las gestiones del ministro
de Economía en Canadá y con el Fondo Monetario Internacional.
“Lo pudo haber generado en otro momento, cuando la comisión
tenía credibilidad. Ahora lo que pueda decir Carrió no tiene
relevancia internacional”, afirmó. La diputada no se muestra
remisa a dar la batalla judicial.
MOVILIZACION
DE LOS PARTIDOS DE IZQUIERDA
“Una salida obrera y popular”
“La izquierda se moviliza
por una salida obrera y popular”, decía la gran bandera que
encabezó la movilización que hicieron ayer los partidos
de iz- quierda para protestar contra el modelo económico. Los manifestantes
partieron del Congreso y luego de pasar por el Obelisco llegaron a Plaza
de Mayo.
Izquierda Unida, el Partido Obrero, el Humanismo, la Liga Socialista Revolucionaria,
el Frente Obrero Socialista, el Movimiento al Socialismo y el Movimiento
Independiente de Jubilados y Pensionados participaron en la marcha. “A
pesar de la tregua que las conducciones sindicales le han dado al Gobierno,
las luchas del pueblo trabajador no han cesado. Es necesario respaldar
y desarrollar esas luchas hasta derrotar el ajuste, a todo este modelo
y sistema en crisis y al gobierno que lo sustenta”, decía
el documento consensuado por todas las agrupaciones que se leyó
antes de finalizar el acto.
“Estamos orgullosos de esta primera marcha de unidad. Estamos convencidos
de que hay una salida y de que esa salida es por izquierda y pasa por
construir una alternativa de los trabajadores y desocupados y éste
es un primer paso”, dijo la diputada electa Patricia Walsh, quien
como otros dirigentes que encabezaban la protesta, llevaba en su cuello
un cartel con la cara del piquetero Emilio Alí, preso por encabezar
un pedido de alimentos a un supermercado. El legislador porteño
Jorge Altamira declaró que “las políticas neoliberales
fracasaron, como lo demuestra el hambre de millones y la falta de posibilidades
de trabajo”.
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