Por Mariana Carbajal
Si tiene que sacar o renovar
el pasaporte, éste es el momento indicado para hacerlo. En lugar
de demorar más de una hora como habitualmente ocurre en esta época
del año, el trámite le insumirá no más de
treinta minutos. ¿Los empleados atienden en forma más veloz?
No. Simplemente, bajó estrepitosamente la demanda. En lo que va
de noviembre, la solicitud de pasaportes cayó un 40 por ciento
en relación al mismo mes del año anterior. No podemos
hablar de una sola causa para explicar este fenómeno. Suponemos
que se conjugan varios factores: por un lado el temor a subir a un avión
y por otro, la incertidumbre económica que genera que la gente
todavía no haya resuelto sus vacaciones, consideró
en diálogo con Página/12 el comisario Carlos Calcagno, jefe
del Departamento de Identificaciones.
Si se comparan los meses posteriores a los atentados terroristas en los
Estados Unidos con el mismo período de 2000, la baja en las distintas
delegaciones de la Policía Federal llega al 26 por ciento. En la
delegación cordobesa, la reducción alcanzó el 40
por ciento. Hasta hace aproximadamente dos meses estábamos
tomando un promedio de 200 trámites diarios mientras que en la
actualidad sólo llegan a 120 o 130, precisó el comisario
Carlos Alberto Fares, titular del organismo provincial. En la sede porteña
se pasó de atender a unas 2400 personas por día a no más
de 1500 en el último mes, según informó Calcagno.
La baja se fue agudizando con el correr de las semanas. En setiembre fue
del 14 por ciento: mientras que en ese mes de 2000 se solicitaron 50.000
pasaportes, en 2001 los trámites fueron 43.000. En octubre la reducción
llegó al 24 por ciento: la cantidad de interesados en el documento
para salir del país se redujo de 50.000 a 38.000. Y en lo que va
de noviembre cayó de 25.000 a 15.000.
En las oficinas de Azopardo 620 la merma es notable. Un trámite
que habitualmente demoraba entre una hora y una hora y 20 minutos, ahora
puede conseguirse en 25 a 40 minutos, según el día.
Los datos coinciden con la baja de ocupación en los vuelos internacionales
por el miedo a viajar en un avión que pueda convertirse en un arma
o un blanco de un ataque terrorista. En octubre, el movimiento de pasajeros
en el Aeropuerto de Ezeiza fue un 27 por ciento menor al mismo mes de
2000. En total, llegaron o partieron 333.507 personas, según estadísticas
de Aeropuertos Argentina 2000, concesionaria de la aeroestación.
El tráfico aéreo, es decir, la cantidad de aterrizajes y
despegues, mermó en el mismo período el 61 por ciento. Por
la caída de pasajeros, las compañías aéreas
cancelaron vuelos y achicaron sus frecuencias especialmente entre Buenos
Aires y las ciudades de Miami y Nueva York. En diciembre, no obstante,
American Airlines tiene previsto retomar sus 21 vuelos semanales a Estados
Unidos, mientras que United Airlines reanudará su frecuencia diaria
a Nueva York a partir del 16 del mes próximo, y Aerolíneas
Argentinas volverá a operar las rutas entre Buenos Aires y Miami,
Nueva York y Los Angeles.
La fobia generada por los atentados terroristas se potenció después
del 11 de setiembre por tres accidentes aéreos en los que murieron
al menos 451 personas. El último se registró el lunes cuando
un Airbus A 300 de la compañía estadounidense American Airlines
con 255 personas a bordo se estrelló sobre el barrio neoyorquino
de Queens. El 4 de octubre un avión comercial ruso con 78 personas
explotó en pleno vuelo y se precipitó al Mar Negro cuando
volaba a la ciudad rusa de Novosibirsk, tras ser alcanzado por error por
un misil disparado por el Ejército de Ucrania. Cuatro días
más tarde, chocaban dos aviones en el aeropuerto de Linarte en
Milán, con un saldo de 118 muertos. Una aeronave de la línea
escandinava SAS del tipo MD-87 colisionó con una avioneta alemana
por fallas en el sistema de radar del aeropuerto.
LOS
SEPTIMOS GRADOS TENDRAN INTERNET EN EL AULA
Las PC al lado del pizarrón
Aunque recién empieza,
si lo aprovechamos puede ser muy importante para la educación de
estos chicos, comentó a Página/12 la directora de
una de las escuelas de la Capital Federal, al referirse al programa Aulas
en Red, un plan de instalación de computadoras que emprendió
el Gobierno de la Ciudad en las aulas de séptimo grado de las escuelas
primarias de la Capital. El establecimiento es uno de los 14 que forman
parte de la experiencia piloto del programa, presentado ayer por el gobierno.
El proyecto, implementado por la Secretaría de Educación
del gobierno porteño con el objetivo de incorporar las herramientas
informáticas y telemáticas al trabajo cotidiano de alumnos
y docentes, abarca inicialmente 14 escuelas, en cada una de las
cuales han sido instaladas 12 computadoras en red con acceso permanente
a Internet, además de un scanner y dos impresoras. Acompañando
la instalación de las máquinas, los docentes de las escuelas
seleccionadas recibieron cursos de capacitación para integrar
de un modo productivo la computadora en el trabajo del aula.
Según Fernando Tascón, pedagogo coordinador del proyecto,
la idea es que los alumnos se familiaricen con las computadoras,
que chicos de escuelas estatales finalicen séptimo grado en condiciones
similares a los alumnos de escuelas privadas. Que se acostumbren a usar
Internet y procesadores de texto, y para eso es fundamental el rol del
maestro.
Durante 2001 se espera que el proyecto alcance a 840 alumnos y 40 docentes,
mientras que para 2002 se prevé que abarcará a las 436 escuelas
de la ciudad, comprendiendo un total de 22.500 alumnos y 905 docentes.
Pero para que todo transcurra por cauces normales será necesario
que el Banco Interamericano de Desarrollo otorgue a la Secretaría
de Educación un crédito por 11 millones de dólares
ya que, hasta el momento, el proyecto ha sido posible gracias a donaciones
de diferentes empresas y organismos estatales.
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