Argentinos y San Lorenzo empataron
sin goles anoche en Ferro en un partido opaco, anticipo de la fecha 14ta
que se completará mañana. Lógico resultado porque
ambos hicieron muy poco. San Lorenzo quedó con 21 puntos, momentáneamente
en la novena posición, a doce unidades de Racing. Argentinos, que
en las últimas siete fechas sumó sólo tres puntos,
está decimosegundo con 18. Su promedio de 1,111 sigue ubicándolo
en zona de promoción, sólo por encima de Belgrano y Banfield.
San Lorenzo perdió a Estévez de salida, en una de las primeras
jugadas del partido, por un esguince en la rodilla derecha luego de una
infracción de Bidal, y lo suplió Acosta. Casi un (mal) augurio.
Durante los primeros veinticinco minutos Argentinos se afirmó mejor
en la mitad de la cancha y su dominio se hizo sostenido, pero le costó
llegar con claridad.
Su mejor oportunidad la tuvo a los 24: el tiro libre de Pena al palo izquierdo
fue desviado con esfuerzo por Saja al corner. El juego fue haciéndose
cada vez más friccionado. El último cuarto de hora mostró
una recuperación de San Lorenzo, que tuvo una ocasión propicia
a los 32, con un cabezazo alto de Acosta, por centro de Pusineri. Los
dos volvieron a llegar sobre el final del período, Argentinos con
un zurdazo desviado de Cordone luego de buena maniobra y San Lorenzo con
un zurdazo de Acosta.
El segundo tiempo se caracterizó por las imprecisiones, la desprolijidad
y la falta de determinación de los dos. Argentinos llegó
a los dos minutos cuando De Muner conectó de cabeza, levemente
desviado. Después Romeo quedó frente a Sanzotti pero su
zurdazo salió junto al palo derecho. A los 24 se fue expulsado
De Muner y un minuto después Martín dejó sin sanción
un penal de Bidal a Pusineri. Los minutos se consumieron sin que San Lorenzo,
pese a que ganó metros en el campo, pudiera hacer valer el hombre
de ventaja. La última de San Lorenzo fue un cabezazo de Romeo que
salvó Sanzotti a los 37 y dos minutos después fue Saja quien
rechazó un tiro libre de Cordone, pero se llegó al final
sin que se modificara el cero.
SE
TRAJO UN TRIUNFO DE SANTA FE
Vélez, con lo justo
Sin sobrarle nada, pero con
un poco más de audacia, Vélez rescató una justa victoria
por 1 a 0 ante Unión en un partido impreciso y con pocas llegadas.
El único gol del encuentro fue convertido por el lateral Federico
Domínguez, a los 11 del segundo tiempo. Ambos equipos tuvieron
como objetivo primordial copar la mitad y así se jugó en
una franja de 40 metros, con muchos roces y una alarmante imprecisión.
Vélez fue algo más.
Unión, a los cinco minutos, tuvo la llegada más importante
de todo el partido cuando Sessa se quedó con la pelota, sentado
en la misma línea de su arco ante la arremetida de Wenrly tras
un corner. Parecía que el equipo de Madelón iba a tomar
el protagonismo, pero ni Israilevich ni Zapata lograron adueñarse
de la pelota y así Unión quedó partido en dos. Y
Vélez comenzó a mandar. A los 7 y a los 17, Nereo Fernández
debió contener sendos remates de Husain y el larguirucho Jonás
Gutiérrez, que anduvo bien. Pasados los treinta, en medio del barullo,
Falcón volvió a exigir al máximo al arquero rival
y, sobre la hora, Gutiérrez remató por arriba.
En la primera jugada del complemento, Husain exigió a Fernández
con un zurdazo a media altura que el arquero desvió al corner.
Pero pasados los diez Morigi metió un centro cruzado desde la derecha
al segundo palo y Domínguez con su inefable olfato goleador
alcanzó a poner la punta de su botín izquierdo para dejar
sin chances a Fernández: 1-0.
El gol tranquilizó a Vélez mientras que Unión se
desesperó. Madelón ensayó tres cambios, pero en vano.
Vélez se paró de contra y esperó una segunda oportunidad:
no llegó por Fernández, que salvó cuando Husain y
Gutiérrez estuvieron a punto de alargar las diferencias.
URUGUAY
YA ESTA EN AUSTRALIA
Púa extraña a Darío Silva
El entrenador de la selección
uruguaya, Víctor Púa, dijo al llegar a Melbourne que su
equipo tendrá que redoblar sus esfuerzos en los partidos de repechaje,
el 20 y 25, con Australia, por un cupo para el Mundial de 2002 sin el
lesionado goleador Darío Silva. Silva es muy buen jugador.
Claro que tenemos muchos buenos jugadores y el sustituto de Silva quiere
jugar tan bien como lo hace él, dijo Púa en conferencia
de prensa. Silva fue el máximo goleador de Uruguay en las eliminatorias
sudamericanas con cinco tantos y no jugará ninguno de los dos encuentros
de repechaje. Púa dijo, además, que no cree que el poderío
de Australia, que empató la semana pasada con Francia 1-1 en un
amistoso, sea únicamente la fuerza física. Como muchas
otras selecciones, los australianos no son sólo físico,
también tienen buena calidad, respetamos mucho su fútbol,
agregó.
OPINION
Por Diego Bonadeo
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Atropello a la inteligencia
Durante muchos años, mi amigo el gordo Tuni Raúl
Kollmann para sus lectores, televidentes y menos amigos trató
de encontrarles las puntas a varios ovillos de varias investigaciones.
El miércoles a la noche, después del empate 1-1 entre
Uruguay y Argentina, en un ratito, Kollmann pretendió desentrañar
la madeja del supuesto fantasma de la impredictibilidad del fútbol,
afortunadamente vigente, lo que automáticamente le sacó
la sábana al fantasma y el fútbol-juego, enjuagues
extralúdicos aparte, se presentó tal cual es.
El jueves en Página/12, Tuni Kollmann aventuró la
posibilidad de que Juampi Sorín haya evitado intencionalmente
marcar el segundo gol del seleccionado argentino con lo que automáticamente
hubiera quedado descartada la posibilidad de que Uruguay llegara
a un repechaje con Australia, habida cuenta de que Colombia le ganaba
cómodo a Paraguay 4-0.
Independientemente de los análisis futbolísticos que
puedan hacerse por ejemplo: si Sorín no quería
que el seleccionado argentino ganara,¿qué hacía
allí, tan cerca de Carini? O si no, ¿por qué
el Piojo López marcó el gol del empate en vez de apuntarle
a la tribuna tratando de pegarle al vendedor de leche chocolatada
Conaprole?; más allá de esas reflexiones de
puro sentido común, digo, es casi una falta de respeto a
la inteligencia de Sorín, agregar como frutilla del postre
la falta de disimulo del futbolista argentino ante su supuesta intención
de no marcar el segundo gol.
Otros tarotistas puestos a supuestos comentaristas aventuraban otras
alternativas. Cuando Colombia se puso 4-0 contra Paraguay, el enfatizador
de banalidades Roman Luch le avisaba solícito a su relator-empleador,
Víctor Hugo Morales, respecto de la necesidad de recordar
triunfos anteriores de Colombia por 5-0 como visitante, en alusión
puntual (pero como es el hábito de tal tarotista-comentarista,
con hipérboles, elipsis, pleonasmos y/o esdrújulas)
al 5-0 de Colombia contra Argentina en las eliminatorias para el
Mundial de Estados Unidos en 1993.
De hacer sido así, se desmoronaban los castillos de naipes.
Porque un cable de alguna agencia noticiosa fechado en Montevideo
aseguraba que Burgos y Sorín comentaron que si Colombia hacía
el quinto gol, ellos se dejaban ganar para que Uruguay no quedara
afuera. Aquí el atropello a la inteligencia venía
por partida doble: para Burgos y para Sorín.
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